Andy Payne, de 53 años, cruzaba una calle en Sussex, Reino Unido, cuando un Fiat 500 robado lo embistió a toda velocidad. El auto no se detuvo y tras golpearlo, lo lanzó al aire para caer casi a diez metros de distancia.
Andy no recuerda nada de lo ocurrido. Quedó inmóvil, tirado en la calle. La brutal embestida lo elevó por el aire y en la caída se golpeó la cabeza.
La gravedad de lo sucedido hacía inevitable ser pesimistas. Sin embargo, tras sólo cinco noches en el hospital, Andy Payne regresó a su casa junto con su familia.