jueves 28  de  marzo 2024
SUS PADRES ENCONADOS RIVALES

Chelsea Clinton e Ivanka Trump, amigas pese a todo

Uno de los sus puntos en común es lo que quizá pueda resquebrajar esa amistad: Aunque ambas cuentan con una excelente trayectoria académica, son mujeres de éxito e independientes, sería sorprendente que no se mostraran apoyando a sus respectivos progenitores en la campaña electoral. Y entonces, ¿qué ocurriría?

WASHINGTON.-DPA

A un lado, las hijas, que no tienen problemas en alabar en público la inteligencia de la otra ni expresar su mutua simpatía; al otro, sus padres, adversarios políticos y protagonistas de una carrera por la Casa Blanca que no siempre transcurre en los mejores términos. Hillary Clinton y Donald Trump son enconados rivales, Chelsea Clinton e Ivanka Trump mantienen una estrecha amistad. ¿Hasta cuándo?

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"Ivanka y Chelsea tienen mucho en común. Si hay alguien capaz de comprender por lo que ha pasado Chelsea, esa es Ivanka", afirma la periodista del Washington Post Emily Heil en la CNN.

Ambas comparten muchas cosas

Ciertamente, las dos amigas comparten muchas cosas: ambas saben bien qué se siente al ser escudriñada por la opinión pública. Chelsea vivió en la que probablemente sea la casa más famosa del mundo durante la presidencia de su padre, Bill Clinton, e Ivanka ha formado siempre parte de los elitistas círculos del multimillonario magnate, por lo que tampoco pudo disfrutar nunca de mucha vida privada.

Chelsea Clinton durante la celebración del décimo aniversario de la fundación Clinton Global Initiative. (DPA)

En la actualidad, ambas residen en Manhattan y son madres. Chelsea dio a luz en septiembre de 2014 a la pequeña Charlotte, mientras que Ivanka tiene dos retoños: Joseph Frederick, que cumplirá dos años en octubre, y Arabelle Rose, de cuatro.

Pero según Los Angeles Times, lo que realmente unió a Ivanka y Chelsea fueron sus matrimonios, pues ambas se casaron con hombres de confesión judía. Chelsea, de fe metodista, dio el "sí" en 2010 a Marc Mezinski, mientras que Ivanka llegó incluso a convertirse al judaísmo antes de su matrimonio en 2009 con Jared Kushner. Y a partir de entonces, los cuatro salen juntos.

¿Qué pasa si apoyan a sus respectivos padres?

Sin embargo, otro de sus puntos en común es lo que quizá pueda resquebrajar esa amistad. Y es que tanto Ivanka como Chelsea desempeñan un papel clave en sus respectivas familias. Aunque ambas cuentan con una excelente trayectoria académica, son mujeres de éxito e independientes, sería sorprendente que no se mostraran apoyando a sus respectivos progenitores en la campaña electoral. Y entonces, ¿qué ocurriría?

Donald Trump con su hija Ivanka en una imagen de archivo. (DPA)

"Estoy tan agradecida de que mi madre sea mi madre y yo su hija. Siempre ha tomado las decisiones correctas tanto para ella como para la familia y el país", dijo Chelsea en una ocasión. "No hay nadie mejor para tener a tu lado a la hora de enfrentarte a duros rivales o tomar decisiones difíciles que mi padre. Es un visionario, un negociador brillante y un verdadero creador", afirmó por su parte Ivanka.

Las críticas

Las dos mujeres están consideradas cien por cien fieles a sus apellidos y podrían, según CNN, ayudar a pulir la imagen tanto de Trump como de la exprimera dama. Humanizándola y suavizándola.

El posible candidato republicano ha calificado a Hillary Clinton como la "peor secretaria de Estado de todos los tiempos", "confusa y triste", mientras que la aspirante demócrata a la Casa Blanca no se queda corta en sus declaraciones sobre Trump, a quien tildó de "ofensivo" y "detestable". Que el magnate financiara en alguna ocasión la fundación de Hillary es historia, al igual que el hecho de que ésta estuviera en la boda de los Trump.

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Hillary Rodham Clinton y su hija Chelsea Clinton en una imagen de archivo. (DPA)

Nada que ver con la relación entre sus hijas. "No hay nada de superficial en Ivanka", sostiene Chelsea. "Su seguridad en sí misma me recuerda a la capacidad de su padre de inyectar de inmediato alegría en cualquier espacio". A ambas se las vio juntas en la gala de "Glamour" o cenando en el "Narcissa" del East Village de Nueva York. Ahora, para muchos, la precampaña electoral será la prueba de fuego de esta inusual amistad.

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