jueves 21  de  marzo 2024
ESCRITOR CUBANO

El 24 de febrero, fecha patria de Cuba

MIAMI.- El 24 de febrero de 1895 se inició en Cuba la tercera de las guerras por la independencia que, contra el poder  de España en la entonces, llevaron a efecto  los cubanos, pronunciamiento conocido como el Grito de Baire.

Diario las Américas | ANGEL CUADRA
Por ANGEL CUADRA

MIAMI.- El 24 de febrero de 1895 se inició en Cuba la tercera de las guerras por la independencia que, contra el poder  de España en la entonces, llevaron a efecto  los cubanos, pronunciamiento conocido como el Grito de Baire.

El primer intento armado, como se sabe, lo habían realizado los cubanos el 10 de octubre de 1868, hecho conocido por el Grito de Yara, guerra que tuvo 10 años de duración.  Como se ve, el proceso histórico separatista cubano surgió tarde  en comparación con el proceso independentista del resto de las colonias de España en América, que ya había culminado a comienzos de la segunda década del siglo XIX.

El principal promotor de aquella tercera guerra de independencia, como sabemos, fue José Martí. En aquel lapso de tiempo entre la primera guerra, 1858 a la guerra de Martí, 1895, algunas cosas habían cambiado en  el mundo. Martí conoció y comentó en sus artículos periodísticos y literarios muchos de aquellos hechos, y sobre las ideas que se desarrollaron en aquel convulso siglo XIX, y especialmente el de las realidades inmediatas de América Hispana, ámbito en el que Cuba debía insertarse una vez alcanzada la independencia.

Y uno de  los pasos que entendió Martí que faltaban para la final identidad de esa parte del Continente, o sea, el de las raíces hispanas eran las dos colonias que aún existían como tales en las Antillas.  

Una nación ha de ser el resultado de todos los que a lo largo del tiempo han ido aportando -opinaba él- todos los suelen señalarse como los padres fundadores. He ahí lo que podemos definir como espíritu de pueblo, a lo que en ocasiones aludió Martí. En especial en una carta famosa que le dirigió al general Máximo Gómez, recalcándole que “si la guerra es posible… es porque antes existe el espíritu que la reclama… Y a ese espíritu hay que atender”.

En trascendente documento “Manifiesto de Monecristi”, redactado por Martí y suscrito en conjunto con Máximo Gómez, anunciando ante el mundo el recomienzo de la guerra en Cuba y los objetivos de la misma, empieza así el documento:  “La revolución de independencia iniciada en Yara (o sea la de 1968), ha entrado en Cuba en un nuevo período de guerra… para bien de América y el mundo”.

Luego Martí, respaldado por los patriotas que lo secundaban, afirmó que el nuevo paso de la guerra emancipadora era, simplemente, la continuación (y el contenido) que querían para Cuba los padres fundadores de nuestra nacionalidad.

Y para concretar en un texto programático de lo que buscaban para Cuba los antecesores con aquel “espíritu de pueblo” al que aludía, Martí, secundado por los patriotas que lo secundaban, constituyó un instrumento político e ideológico:  el Partido Revolucionario Cubano, que en sus bases y resoluciones indicaron lo que querían para Cuba, y su compromiso histórico que eran, en muy breve  síntesis: “Fundar un pueblo nuevo y de sincera democracia… sin el predominio actual o venidero de “clase” alguna, sino por la agrupación conforme a métodos democráticos de todas las fuerzas vivas de la patria”.

Eso era la propuesta y compromiso para la futura nación cubana. Y lo que se aparte de esos principios, imponiendo en Cuba “instituciones nacidas de otros antecedentes y naturaleza” dijo en otra ocasión refiriéndose a la índole de nuestra tradición nacional, es traición a dicha tradición, al legado de los padres fundadores, de aquella aspiración, de aquel espíritu de pueblo.

Los patriotas cubanos de aquellas guerras de independencia lucharon heroicamente por aquellos principios, con su basamento republicano y democrático, para lo que Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, extendiendo también su alcance a la independencia de Puerto Rico.  Con Cuba y Puerto Rico se contribuiría “al equilibrio de América” y a alcanzar la definitiva identidad de Hispanoamérica, para a su vez, evitar la anexión de Cuba a los Estados Unidos.

El día 24 de febrero de 1895 es el reclamo histórico de aquellos valores que constituyeron aquel espíritu que quisiéramos rescatar. Por ello, hay que seguir luchando por todos los medios viables, porque aquellos valores se mantengan, o se rescaten, en toda reestructuración nacional, por los que tantos mártires y héroes entregaron sus vidas y su libertad.

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar