martes 26  de  marzo 2024
Cuba

Estado verde olivo ejerce como patrón empresarial en Cuba

Desde que el Estado verde olivo decidió arrendar flotas de taxis en moneda dura, los clientes locales han salido perjudicados. "Ahora el precio de las carreras se ha disparado"
Diario las Américas | IVÁN GARCÍA
Por IVÁN GARCÍA

Malestar en la espalda, aumento de peso, fatiga visual, dolor en el cuello. Cuando Gerald, chofer de un taxi estatal arrendado, llega a la casa, necesita que su esposa le dé masajes. Luego de una ducha, duerme seis o siete horas de un tirón, para en las primeras horas del día siguiente sentarse de nuevo al volante.

“Este trabajo es una esclavitud. Cada vez paso menos tiempo con mi familia. Trabajo hasta 13 horas. Es la única manera de cumplir la tarifa que debemos entregarle al Gobierno. Los taxis arrendados en divisas -pintados de amarillo con el rótulo de Cubataxi- entregamos 55 chavitos diarios. Nos venden 20 litros de combustible a precio subsidiado. El resto lo adquirimos a precio de CUPET (red minorista de venta de combustible en pesos convertibles)”, cuenta Gerald.

“Para poder manejar uno de esos autos, cada chofer debe entregar 600 cuc (moneda equivalente al dólar) en calidad de seguro. Además, todas las semanas pagamos 150 pesos (moneda nacional) por concepto de seguridad social y un impuesto mensual de 500 pesos. La ventaja que tenemos es que trabajamos por nuestra cuenta. Yo trabajo los siete días de la semana. Cada 15 días me tomo dos días de descanso. He tenido buenas ganancias, pero debido a la competencia -en estos momentos hay 3.000 taxis de turismo, más lo particulares-, es difícil cumplir la tarifa. Por ello, de manera silenciosa han subido los precios, pues a nosotros nos interesan sobre todo las carreras largas, donde el importe a pagar es mayor”.

De hecho, la mayoría de los taxistas arrendados trabajan sin utilizar el taxímetro. “Pactamos el precio con el cliente. Uno prefiere trasladar a turistas extranjeros o cubanos residentes en Estados Unidos. Es que cuando se monta un cubano de aquí, a uno le da pena decirle que son 10 cuc por una carrera que antes costaba la mitad o menos, aparte de las críticas que tenemos que soportar”, señala un chofer parqueado a un costado del hotel Meliá Cohíba.

Desde que el Estado verde olivo decidió arrendar flotas de taxis en moneda dura, los clientes locales han salido perjudicados. “Ahora el precio de las carreras se ha disparado. Un viaje desde el aeropuerto a La Víbora, que antes costaba menos de 10 cuc, ahora te cuesta 30 y hasta 40 cuc. Es un abuso. De eso, la prensa del Gobierno no habla, prefiere enfocarse en los taxistas particulares y acusarlos de subir los precios”, indica Carmen, una excliente de Cubataxi.

Supuestamente, el Estado debiera velar por los intereses de la población, proteger y abaratar los precios de transportación, alimentación y otros servicios. Pero la realidad es otra.

Se camuflan como defensores del pueblo solo cuando en el sector privado se disparan los precios. Hace un año y medio, a raíz del alza de los precios de viandas, frutas y vegetales se inició una cruzada contra los agromercados particulares.

“Es verdad que ya era excesivo. Una libra de tomates a 20 pesos y un aguacate a 30 en las tarimas de los particulares. Pero venden más productos, de mayor calidad y limpios. En los agro estatales, son pocos los productos en venta, no son tan baratos y la calidad es muchísimo peor. El Estado vende alimentos de tercera categoría a precios de primera y, encima, los que despachan te roban hasta libra y media en la pesa”, cuenta Ortelio, un jubilado.

Donde abiertamente se percibe que el rol del Estado no es defender al consumidor es en las escandalosas tarifas que mantiene ETECSA, el monopolio de las comunicaciones en Cuba.

“La prensa oficial apenas critica a una empresa de precios leoninos y plusvalía más grande que el más avaricioso empresario capitalista. Es la empresa de telecomunicaciones del mundo que mayores ganancias obtiene en telefonía móvil e internet, prestando un pésimo servicio. Luego el Gobierno se llena la boca diciendo que ETECSA tiene una función social. Si fuera así, en vez de abrir más zonas wifi, debieran instalar internet en las escuelas primarias, secundarias y preuniversitarias que no lo tienen. Es una vergüenza que en el siglo XXI eso suceda en la enseñanza. ¿Pero sabes por qué eso pasa? Porque la educación es pública y no le genera ingresos monetarios en divisas. Prefieren venderle internet a la población a precio de oro”, se queja una usuaria de Nauta, servicio de acceso a internet que ha implementado ETECSA, pagando el equivalente a dos dólares por una hora de conexión.

La única empresa de telecomunicaciones ya comenzó a comercializar internet a domicilio. Este año, según sus directivos, planifican que más de 38.000 usuarios accedan al servicio. Los precios son escandalosos para los ingresos de la población. Alrededor de 17 dólares por treinta horas a una velocidad extremadamente lenta de 256 Kilobytes y el equivalente a 80 dólares por igual cantidad de horas a dos Megabytes.

La voracidad descocada del Estado militar cubano es palpable en los precios de venta de automóviles. Un auto Gely chino de segunda mano, con miles de millas recorridas, puede costar 30.000 dólares. Y un Peugeot 508 con cero kilómetro, alrededor de 300.000 dólares. Ni en el Emirato de Qatar. Esos precios absurdos son una burla al sentido común, pero sobre todo para el cubano de a pie, con un salario mensual promedio de 26 dólares.

Luego de arremeter contra taxistas privados, topando los precios de sus carreras, a pesar de que el Estado no les vende combustible ni piezas de recambio a precios subsidiados, la prensa estatal acaba de anunciar la entrada en servicio de una flota de 60 autos Lada rusos nuevos, destinados a la línea Lisa-Parque de la Fraternidad y que en la etapa veraniega se extenderá a los municipios 10 de Octubre, Arroyo Naranjo y Centro Habana.

Será gestionado como una cooperativa. Bueno, realmente el término es incorrecto. Más bien es una franquicia empresarial que monta el régimen para hacer dinero y establecer una competencia desigual con los taxistas privados.

Las condiciones se asemejan más a la explotación feudal que a la supuesta bondad de una nación socialista. “Tenemos que entregarle al Estado 1,200 pesos diarios (55 cuc), el resto es ganancia nuestra”, acota un chofer que trabajará en esa línea.

Los nuevos Lada solo podrán alquilar a cuatro pasajeros. “Los choferes de esos carros tendrán que dormir manejando si quieren ganar dinero”, apunta un taxista privado. El precio de la carrera será de cinco pesos por determinados tramos y 15 pesos la carrera completa, cinco menos que un taxi particular. Aunque se ahorre 10 pesos, en comparación con los precios de los particulares, un obrero no puede darse el lujo de gastar 30 ni 20 pesos diarios para ir o volver de su trabajo.

Quienes más pierden son los taxistas. Mientras sus homólogos privados ganan entre 500 y 1.000 pesos diariamente, conduciendo de 10 a 12 horas, ellos probablemente ganen la mitad o menos.

Más que un negocio, parece un modelo de extorsión.

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