SANTIAGO.- El recuento de víctimas debido a los devastadores incendios en la región de Valparaíso, Chile, llegó a 112 personas, según el Servicio Médico Legal. Este trágico suceso llevó al presidente Gabriel Boric a decretar dos días de duelo oficial a partir del lunes, subrayando que es la peor tragedia en cuanto a pérdida de vidas desde el terremoto de 2010.
La magnitud del desastre es evidente en Quilpué, donde más de 1.300 casas han sido reducidas a escombros, y la ciudad de Viña del Mar, una de las más grandes y densamente pobladas, enfrenta la amenaza de la destrucción de un número considerable de viviendas. El presidente Boric, durante su visita a la región, expresó su preocupación, advirtiendo que la cifra de fallecidos podría aumentar significativamente.
Ante este escenario crítico, se desplegó un contingente de más de 1.300 efectivos militares para hacer frente a la emergencia. La prioridad, según las autoridades, radica en recoger los cuerpos de las víctimas que yacen en las calles o en lugares de difícil acceso, aliviando la angustia de los familiares y respetando las demandas de los vecinos afectados.
La respuesta gubernamental no solo se limita a la acción inmediata, sino que también contempla medidas a largo plazo. El palacio presidencial de Cerro Castillo, ubicado en Viña del Mar, se convertirá en un espacio de actividades y contención emocional para niños y adolescentes víctimas de la tragedia.
Toque de queda por incendio
Las comunas más afectadas, como Viña del Mar, Quilpué, Limache y Villa Alemana, se encuentran bajo toque de queda para facilitar evacuaciones y operativos de emergencia. Boric, quien decretó estado de excepción por catástrofe en la zona, destaca que la prioridad sigue siendo salvar vidas y controlar los numerosos focos de incendio.
La situación se complica con la posibilidad de que algunos incendios hayan sido provocados intencionalmente, según indicaciones de las autoridades. Como medida preventiva, se prohibió el transporte de combustibles en bidones en la zona, junto con la suspensión de grandes eventos deportivos y otras actividades que impliquen manipulación de fuego.
Además de las pérdidas humanas, se han registrado afectaciones en infraestructuras críticas, comunicaciones y servicios esenciales. Más de 22,000 personas están sin electricidad, y casi 30,000 carecen de agua en la región. Aproximadamente 226 antenas de telecomunicaciones han sido afectadas por el fuego, causando cortes en las comunicaciones.
FUENTE: Con información de AP