SANTIAGO.- El presidente chileno Gabriel Boric abogó por establecer cuotas entre los países de la región para recibir inmigrantes, especialmente a los provenientes de Venezuela.
SANTIAGO.- El presidente chileno Gabriel Boric abogó por establecer cuotas entre los países de la región para recibir inmigrantes, especialmente a los provenientes de Venezuela.
Boric también se refirió a las organizaciones que unen a los países de la región y opinó que se deben dejar de crear grupos en función de los mandatarios de turno en su primer encuentro con la prensa internacional.
El mandatario llegó al poder en medio de un complejo panorama local e internacional que incluye una descontrolada migración en la frontera norte, donde rige un estado de excepción que permitió al saliente gobierno centroderechista disponer que militares ayuden a controlar decenas de pasos fronterizos ilegales por donde casi a diario ingresan extranjeros indocumentados, lo que ha ocasionado protestas. Boric dijo que extenderá el estado de excepción.
Consultado sobre el problema, opinó que la carga derivada de la crisis migratoria, especialmente la venezolana, “no puede recaer en uno o en un grupo de países, sino que tenemos que expresar la solidaridad latinoamericana y ahí todos los países de la región, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, tienen un rol que cumplir”.
“Esto lo tenemos que conversar multilateralmente, pero creo que es algo en lo que todos podríamos ganar”, añadió.
Respecto de las asociaciones regionales, opinó que “hay que dejar de crear organizaciones en función de las afinidades ideológicas de los mandatarios de turno”, en alusión al Foro para el Progreso de América del Sur (PROSUR), impulsado por el centroderechista expresidente Sebastián Piñera e Iván Duque, de Colombia. “Creo que han demostrado que no sirven para unirnos y para avanzar en integración”, señaló.
Además, enfatizó que “es necesario e importante que América Latina vuelva a tener una voz en el mundo, que hace mucho tiempo la hemos ido perdiendo”.
Boric asumió el viernes el mando del país para el período 2022-2026 y su coalición política, formada por el izquierdista Frente Amplio y el Partido Comunista, es minoría en el Congreso, con un 24% de diputados y sólo 10% de senadores.
Uno de los primeros desafíos que enfrentará en el Parlamento es la aprobación de una reforma tributaria para recaudar un 5% del Producto Interno Bruto en cuatro años para cumplir con varias de las promesas de su gobierno, entre ellas subir gradualmente el salario mínimo de 350.000 (430 dólares) a 500.000 (620 dólares), crear 500.000 empleos femeninos y modificar los sistemas de salud, pensiones y educación, entre otras metas.
“Van a venir momentos bien complicados... vamos a vivir tiempos desafiantes y tremendamente complejos”, son frases que ha repetido el gobernante los últimos días.
FUENTE: Con información de AP