El organismo, con sede en Washington, agregó además “la falta de transparencia en el anuncio de los resultados y su aparente falsificación; las autoridades venezolanas siguieron siendo incapaces de cumplir varias condiciones fundamentales , entre ellas la existencia de un marco legal neutral, un organismo electoral imparcial, libertad de campaña y mecanismos efectivos para resolver disputas".
Triunfo de González Urrutia
En su relato, el Centro Carter señaló que "el proceso se deterioró rápidamente la noche de las elecciones". En medio de afirmaciones generalizadas en las redes sociales de que la oposición había ganado por un amplio margen, el CNE anunció que Maduro había ganado la reelección con el 51,2%, mientras que Edmundo González Urrutia obtuvo el 44,2%.
El CNE no proporcionó ningún resultado de los colegios electorales, alegando que el sistema de notificación había sido pirateado. Mientras tanto, la oposición comenzó a publicar en línea miles de copias de actas de resultados en papel, producidas por cada máquina de votación de los colegios electorales y recolectadas por sus agentes de partido.
Estos formularios de resultados demostraron una victoria clara y convincente para el principal candidato de la oposición, González Urrutia.
"Aunque el Centro Carter y otros en Venezuela, la región y el mundo pidieron al CNE una mayor transparencia para garantizar que los resultados anunciados coincidieran con la evidencia proporcionada, el ente electoral se negó a proporcionar ninguna evidencia para su anuncio".
La oposición a través de representantes de partidos, observadores y ciudadanos recopiló y publicó en línea más del 80% de las actas de resultados producidas por las máquinas de votación. Según estos resultados, González recibió el 67,1% de los votos y Maduro el 30,4%.
"El gobierno venezolano afirmó —sin aportar pruebas— que las actas de resultados publicadas por la oposición eran falsificadas. Sin embargo, los auditores externos y académicos consideraron legítimas las actas de resultados publicadas. El Centro Carter revisó los datos de las actas de resultados y determinó que eran precisos. Además, el Centro encontró que todos los elementos de seguridad requeridos estaban presentes en las actas", refiere el documento.
Recomendaciones
La organización insiste en que “las autoridades demuestren respeto por la voluntad de los ciudadanos venezolanos permitiendo una revisión transparente e independiente de los resultados”.
Entre sus principales recomendaciones se incluyen:
- Publicación inmediata de los resultados completos por mesa de votación.
- Reforma del CNE para garantizar su independencia.
- Eliminación de la inhabilitación arbitraria de candidatos.
- Mayor transparencia en el registro electoral y acceso al voto en el exterior.
El ente recordó que el día de los comicios se registró una gran afluencia en los centros de votación, pese a algunos incidentes violentos, al tiempo que señaló al CNE sobre la no divulgación de los resultados de las presidenciales, tras anunciar la victoria de Nicolás Maduro, debido a un supuesto hackeo de su página web, que se mantiene inactiva hasta la fecha.
“La falta de resultados detallados impidió la verificación independiente de los resultados generales anunciados por el CNE que canceló tres auditorías poselectorales que podrían haber verificado los presuntos ciberataques. Esto incluyó un segundo ejercicio de verificación ciudadana. La integridad de las elecciones se vio dañada por la falta de información transparente”, aseguró la organización.
Mejorar condiciones
El informe destaca que, a pesar de que el Acuerdo de Barbados estableció compromisos para mejorar las condiciones electorales, “el proceso electoral reflejó un claro sesgo a favor del presidente en ejercicio”, lo cual se hizo evidente en el proceso de inscripción de candidatos, la exclusión de la mayoría de los votantes en el exterior y en las condiciones manifiestamente desiguales para la campaña.
Uno de los puntos claves señalados en el informe es la inhabilitación de líderes opositores, entre ellos María Corina Machado, quien ganó las primarias opositoras con más del 90% de los votos.
Posteriormente, el CNE bloqueó sin explicación oficial la inscripción de la candidata Corina Yoris, lo que obligó a la oposición a postular a Edmundo González Urrutia en el último momento.
Además, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) intervino al menos 15 partidos políticos, colocando en su dirección a figuras cercanas al chavismo, afectando la participación electoral de la oposición.
El informe señala que se “utilizó de manera desproporcionada los recursos del Estado para favorecer la campaña del candidato oficialista”, lo que incluyó vehículos oficiales, programas sociales y medios de comunicación estatales.
También se documentó un ambiente de intimidación hacia la oposición. “Más de 130 activistas y candidatos fueron detenidos antes y después de la jornada electoral”, lo que generó un clima de miedo entre los votantes opositores.
El informe señala que, aunque 5,5 millones de venezolanos estaban en capacidad de votar en el extranjero, solo 69,000 lograron registrarse, lo que representa menos del 2% del total.
El Centro Carter destaca que “las dificultades para la inscripción en consulados, la falta de información accesible y las restricciones impuestas por el CNE contribuyeron a la baja participación de la diáspora”.
Reacciones nacionales e internacionales
El Centro Carter señala que “protestas ciudadanas se registraron en más de 350 ciudades”, pero fueron rápidamente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Más de 20 países y organismos como la Unión Europea y Naciones Unidas desconocieron los resultados y exigieron una “auditoría independiente de los comicios”.
El TSJ, controlado por el chavismo, validó los resultados en una sentencia sin permitir revisión independiente, lo que consolidó el desconocimiento de las elecciones por parte de la comunidad internacional.
El informe concluye que el CNE no cumplió con su deber de garantizar la transparencia del proceso electoral, lo que generó una falta de confianza en los resultados anunciados y aumentó la polarización política en Venezuela.
FUENTE: CENTRO CARTER / REDES SOCIALES