Costa Rica, un país independiente con una sólida democracia
Costa Rica, un país independiente con una sólida democracia
JOSUÉ BRAVO
El Acta de Independencia llegó tarde a territorio costarricense. Fue suscrita por las autoridades locales el 29 de octubre de 1821 en el ayuntamiento de Cartago, ciudad capital de lo que entonces era la provincia de Costa Rica.
La noticia de la Independencia produjo mucha confusión entre los habitantes de Cartago, San José y Heredia, pues el acontecimiento los había tomado por sorpresa.
El documento llega después de haberse recibido la noticia de que el 11 de octubre anterior la Diputación Provincial de la provincia de Nicaragua y Costa Rica, reunida en León, Nicaragua había decidido la Independencia absoluta del Gobierno español y la posible anexión al Imperio Mexicano proclamado por Agustín de Iturbide.
El acta, según la historia, fue firmada no solamente por los miembros de la corporación municipal, sino también por el jefe político subalterno del Partido de Costa Rica, Juan Manuel de Cañas-Trujillo y por varios legados de otras poblaciones del país que a la sazón se hallaban en Cartago.
No obstante, el 11 de septiembre de 1848, el gobierno costarricense decretó que la celebración de independencia con feriado nacional incluido, se realizaría cada 15 de septiembre, para homologar la fecha con el resto de Centroamérica.
Como antecedente a la independencia centroamericana, es preciso señalar que la invasión de Napoleón Bonaparte a España generó la caída de la monarquía española en 1808. Así, el pueblo español se revela y se fundan las juntas, que asumen el gobierno por el rey Fernando VII.
En 1810, representantes de América y España se reúnen en las Cortes de Cádiz (el representante de Costa Rica fue Florencio del Castillo) y para 1812 surge una constitución democrática, que Fernando VII veta al asumir de nuevo el trono.
La Revolución Francesa y la declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, unidos a la Independencia de las Trece Colonias en Norteamérica, generan en Hispanoamérica ideas de independencia, como en América del Sur y en el actual México, que declara la independencia en 1821.
Esta situación precipita los acontecimientos del 15 de setiembre de 1821 en la Capitanía General de Guatemala, en donde se redacta el Acta de la Independencia de Guatemala.
La Diputación de León de Nicaragua rechaza en el Acta de León la posición de Guatemala. En el acta se consignaron decisiones análogas a las tomadas en León, en el sentido de proclamar la independencia absoluta de España y la unión a México.
El movimiento independentista de Hispanoamérica tuvo otras causas, como la lucha en contra del monopolio comercial, pues España no le permitía a las colonias comerciar con otros países, lo cual impedía le desarrollo económico.
También, en las Cortes de Cádiz se tomaron acuerdos para la libertad comercial, otorgar libertad a los indígenas y eliminar algunos tributos.
Otro motivo fue el descontento de los criollos (hijos de españoles nacidos en América), ya que estos no tenían acceso al poder político que estaba destinado a los nacidos en España.
Por último, las ideas de la Ilustración, que consignaban las ideas de igualdad, fraternidad y libertad (comercial y de pensamiento), por lo tanto, iban en contra de las monarquías absolutas.
Hoy Costa Rica es una nación con la democracia más sólida de Centroamérica y probablemente de América Latina, aunque económicamente el país no ostenta cifras favorables.
El problema del narcotráfico también le aqueja y aunque la criminalidad aumentó por la lucha entre agrupaciones criminales, está lejos de emular a los países más inseguros de la región, como son Guatemala, El Salvador y Honduras.
Sus instituciones públicas siguen siendo sólidas y su sistema electoral muy transparente. Eso sí, su déficit fiscal, situado en el 2.6%, es la principal amenaza económica del país con más desarrollo que el resto de las naciones centroamericanas, excepto Panamá.
El desempleo superó el 9% y la economía presentó un crecimiento interanual del 5,13% a julio anterior. El país no termina de recuperarse de la crisis económica mundial del 2008 y del gasto excesivo de los últimos tres gobiernos que ampliaron el déficit fiscal.
Delincuencia y economía, entre los retos de El Salvador
JOSUÉ BRAVO
El primer movimiento independentista en San Salvador de 1811, conocido como el Primer Grito de Independencia de Centroamérica, fue una sublevación en contra de las autoridades de la Capitanía General de Guatemala.
Así como en el resto de Centroamérica, en este pequeño país el sentimiento de independencia comenzó a crecer entre los criollos, que influidos por las ideas liberales de la Ilustración, veían en el proceso de independencia de los Estados Unidos y en la Revolución Francesa, un ejemplo a seguir.
Las medidas fiscales y económicas impopulares de España, como el aumento de tributos y la consolidación de deudas estatales para financiar las guerras europeas de la Corona, acrecentaron el sentimiento de independencia entre los criollos.
Los historiadores consideran que el fenómeno que sirvió como detonante al proceso de independencia de Centroamérica, fue la Invasión Napoleónica a España en 1808 que significó el colapso temporal de la autoridad real.
En el período de 1808 a 1814, se produjeron varios importantes alzamientos en el territorio de la Intendencia de San Salvador.
Pero fue hasta junio de 1821 que a Centroamérica las noticias de la Independencia de México, bajo los términos establecidos en el Plan de Iguala de Agustín de Iturbide.
El 15 de septiembre de 1821, en una reunión en la Ciudad de Guatemala, los representantes de las provincias centroamericanas declararon su independencia de España y conformaron una Junta Gubernativa provisional, presidida por el antiguo Capitán General español, Gabino Gaínza. La noticia de la independencia llegó a San Salvador el 21 de septiembre.
El Estado de El Salvador se dio su propia Constitución el 22 de junio de 1824, siendo jefe de Estado, el independentista Juan Manuel Rodríguez.
Al día de hoy El Salvador es una nación de 21.041 kilómetros cuadrados, con una población cercana a los 7 millones de personas. Así como en el resto de países de la región, celebran los salvadoreños con día feriado nacional, desfiles escolares y otras actividades estatales, la independencia de España cada 15 de septiembre.
Así como en el resto de países que integran el llamado Triángulo del Norte de Centroamérica (Honduras y Guatemala) El Salvador necesita de transparencia, lucha contra la corrupción y reclamemos eficiencia en el gasto público.
Aunque el país mantiene una tendencia en el descenso en los homicidios durante este año, sigue siendo un país atrapado por la inseguridad que genera el narcotráfico y las pandillas.
Los homicidios en El Salvador disminuyeron un 9,8 % entre enero y agosto de este año, respecto al mismo período de 2015, considerado el año más violento en la historia reciente del país.
En los 8 meses transcurridos de 2016, y tras el lanzamiento en abril pasado de una ofensiva estatal contra las pandillas, las muertes violentas alcanzaron 3.837 frente a las 4.253 de los 8 primeros meses de 2015, de acuerdo con un informe estadístico de la Policía.
En el plano económico, el país no atraviesa gran momento. El Producto Interno Bruto (PIB), que expresa en términos monetarios la producción total de un país, ha estado inflado al menos desde 2005. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2015 la economía salvadoreña produjo bienes y servicios por un monto de 22.000 128 millones de dólares y no por los 2.000 850 millones que registra el actual gobierno como dato oficial.
A pesar de esta muestra de manipulación en cifras para maquillar el deterioro económico, se prevé que para 2016 el país registre un crecimiento del tres por ciento, el mayor de los últimos seis años, según el Banco Central de Reserva (BCR), Óscar Cabrera.
Otro de los grandes retos para el salvador, es la transparencia en la función pública. Luego del fallecimiento en mayo de este año del expresidente Francisco Flores (1999-2004), señalado de desviar fondos de la cooperación de Taiwán durante su gobierno, dos exmandatarios más son acusados de corrupción. Mauricio Funes (2009-2014), hoy asilado en Nicaragua, y Elías Antonio Saca (2004-2009).
Guatemala, 195 años después de su independencia
JOSUÉ BRAVO
El himno nacional de Guatemala estrena arreglos musicales, con nuevos sonidos como el de la chirimía (instrumento de viento), pitos y la marimba que avivan el sentimiento patrio de los guatemaltecos.
Este regalo de varios artistas a su país, es parte de la celebración nacional del 195 aniversario de la independencia guatemalteca de España (cuyo poder estaba en declive), que incluye desfiles escolares con bandas rítmicas el 15 de septiembre, recorrido de la antorcha de la libertad, festividades en el estado y hasta en la empresa privada.
Fue un 15 de septiembre de 1821, cuando los próceres de la independencia lograron que se firmara el acta de soberanía.
El 14 de septiembre, el subinspector de Tropas, Don Gabino Gainza, convocó a la llamada "Sesión Histórica" que se llevaría a cabo en el Palacio Nacional de Guatemala a las 8:00 de la mañana del día siguiente. El Palacio Nacional estaba ubicado en lo que hoy día conocemos como el Parque Centenario.
El Acta de Independencia de España se firmó el 15 de septiembre de 1821. Fue una junta de nobles conformada con los miembros de la audiencia, ayuntamiento, autoridades eclesiásticas, claustro universitario, consulado de comercio, colegio de abogados y otras personalidades.
Quienes firmaron el Acta de Independencia de Guatemala son llamados “Próceres de la Independencia”. Ellos fueron: Mario de Beltranena, Mario Calderón, José Marías Delgado, Manuel Antonio de Molina, Mariano de Larrave, Antonio de Rivera, J. Antonio Larrave, Isidro del Valle y Castriciones, Mariano de Aycinena, Pedro de Arroyave, Lorenzo de Romaña, Domingo Diéguez, José Cecilio del Valle, Pedro Molina y Brigadier Gabino Gainza. María Dolores Bedoya fue la primera en gritar “independencia!” luego de que se firmó la declaración.
Formaron un gobierno que asumió la jurisdicción de todo el reino, manteniendo al capitán general Gabino de Gainza como jefe ejecutivo, quien gobernaría hasta junio de 1822.
Sin embargo, muchos municipios de toda la región, desde Chiapas hasta Costa Rica, también asumieron el derecho de actuar por cuenta propia, y muchos declararon su independencia no solo de España, sino también de México y Guatemala (donde había una capitanía general española).
El nuevo gobierno, dominado por el abogado y profesor hondureño José Cecilio del Valle, reaccionó rápidamente para incorporar el reino al Imperio Mexicano el 5 de enero de 1822.
En marzo de 1823 el Gobierno de Iturbide en México colapsa y éste abdica. El 14 de junio se reúne el primer Congreso y se anula la anexión a México, aprobándose la Declaración de Independencia absoluta de Centro América el 1 de julio de 1823 y formándose las Provincias Unidas de Centro América, una federación que incluía a Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. El doctor Pedro Molina se convierte en presidente de la Junta del Supremo Poder Ejecutivo.
Aunque la fecha oficial de independencia es el 15 de septiembre de 1921, no se pueden obviar estos acontecimientos posteriores que provocaron una real independencia de Guatemala como país, incluso los tiempos de la Federación Centroamericana hasta los años 40 de ese siglo.
Casi dos siglos después, Guatemala lucha por una real independencia, pero esta vez de la pobreza, corrupción en la función pública, el narcotráfico, crimen organizado, los homicidios y las pandillas.
Este septiembre Guatemala cumple un año de sacudirse como país. El año pasado, en este mismo mes, eligió nuevo gobernante (Jimmy Morales) después de protestas cívicas que provocaron la renuncia y arresto del entonces presidente Otto Pérez Molina y vicepresidenta, Roxana Baldetti, acusado junto a decenas de funcionarios públicos por corrupción con fondos públicos.
“Transparencia en la ejecución del gasto público, denunciar pactos colectivos que lesionen el Estado e impulsar una institucionalidad renovada son los retos del poder político en el futuro cercano, para consolidar los cambios mínimos que la ciudadanía exige, con mayor fuerza, desde 2015, y poder mostrar otra cara, como país, al llegar al Bicentenario de la Independencia en 2021”, según el articulista del diario guatemalteco Prensa Libre, Geovanni Contreras.
Honduras inicia celebración rumbo al bicentenario
JOSUÉ BRAVO
El propio jefe de estado, el presidente Juan Orlando Hernández, encabeza las celebraciones patrias en Honduras, para celebrar 195 años de vida independiente, de igual forma como lo hacen sus homólogos del istmo.
“En este mes de septiembre esperamos que todos los hondureños vivamos esta celebración con el fervor más profundo, más fuerte que nunca”, dijo Hernández a inicios de mes.
“No olvidemos estas celebraciones cívicas y no perdamos la identidad nacional”, exhortó el gobernante.
Fiestas Patrias 2016: 195 años de Independencia, rumbo al bicentenario es el lema con el cual el gobierno exhorta al fervor patrio que tiene su día relevante este 15 de septiembre, con los desfiles escolares con bandas rítmicas.
Cuenta la historia hondureña, que dos días antes del 15 de septiembre de 1821 llegó a Guatemala un correo de Tuxtla, Comitán, Ciudad Real y Chiapas, en el que se enviaban copias de las actas por las cuales estos pueblos se unían al Plan de Iguala.
El Plan de Iguala o de las Tres Garantías fue el plan que selló la independencia de México que había empezado en 1810. En esos pliegos se incitaba a las demás provincias del Reino a que se independizaran como ellos ya lo habían hecho.
Efectivamente, el brigadier Gabino Gaínza convocó esa misma tarde a las autoridades civiles, militares y eclesiásticas para que asistieran a una sesión que se realizaría el 15 de septiembre; en ella se tratarían asuntos de sumo interés para la colonia.
Ante una multitud en el Real Palacio salvadoreño, como a las once de la mañana, los presentes acordaron redactar el Acta de Independencia por medio la cual Centro América se separaba de España. El Redactor de la misma fue el Lic. José Cecilio del Valle.
Así pues, como sus vecinas Guatemala y El Salvador, Honduras quedó independizada de España; pero como esta historia es compartida, también su verdadera libertad la encontró años después, con varios procesos vinculados al imperio de México y a la República Federal de Centroamérica.
Con 8.7 millones de habitantes sobre una extensión de 112, 492 kilómetros cuadrados; Honduras es un país independiente del poder español. No obstante, así como El Salvador y Guatemala, Honduras tiene problemas de corrupción, asesinatos, pandillas, narcotráficos y pobreza.
El país tiene el puesto 13 en índices de desarrollo humano y la cantidad de homicidios por cada 100.000 habitantes ha bajado notablemente, pero aún persiste un alto nivel de violencia.
“Honduras se ha cimentado a retazos, a golpes, en medio de la improvisación, los fracasos y desatinos. Lo que un gobierno hace, el siguiente gobierno lo descontinúa. Se actúa a corto plazo, no se planifica”, declaró Rafael Leiva, Director de la Academia Diplomática, sobre el actual estado de su país.
En busca de mejorar el futuro del país, el Grupo Promotor del Diálogo Fiscal lanzó la propuesta Pacto Fiscal para un Desarrollo Sostenible, que busca que Honduras pueda aumentar la recaudación, reducir la igualdad social y combatir la pobreza.
Mientras tanto, el presidente, su gabinete y resto de poderes del Estado se visten de fiesta para ensalzar una fecha, que ha sido un referente histórico: la independencia del 15 de septiembre.
“En estas fiestas de septiembre invito a los hondureños a que disfrutemos, a que afiancemos más nuestras raíces, nuestra cultura, y que proyectemos el país hacia un país grande, incluyente, próspero y con más oportunidades”, instó el mandatario Hernández.
Además, destacó que “por eso nosotros seguiremos tomando decisiones, que algunos llamarán de arriesgadas, otros de valientes, pero para recuperar la paz y tranquilidad del país tenemos que hacer lo que sea necesario dentro de un estado de derecho, buscando la justicia para un pueblo que ha sufrido tanto”.
Fiestas patrias en medio de una nueva dinastía
JUDITH FLORES
Con sus trajes de gala, acompañados de bandas musicales escolares y palillonas [batuteras] vestidas con coloridos trajes, desfilan los estudiantes en Nicaragua, para celebrar este 14 y 15 de septiembre las Fiestas Patrias, el 160 aniversario de la Batalla de San Jacinto, y el 195 aniversario de la Independencia de Centroamérica.
El 14 de septiembre de 1856, en la localidad de San Jacinto, ubicada al norte de la capital, Managua, el general José Dolores Estrada, a la cabeza de 180 soldados, derrotó a 300 estadounidenses liderados por William Walker, que pretendían apoderarse de Centroamérica. Esa gesta es conocida como la batalla de San Jacinto. El día 15 de septiembre, los nicaragüenses conmemoran la Independencia de Centroamérica, ocurrida en 1821, cuando logró separarse de la corona española.
En esa época, Centroamérica era un solo bloque. Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, Honduras eran provincias del Reino de Guatemala, formado por las provincias Ciudad Real de Chiapas, Guatemala, San Salvador, Comayagua (de Honduras) y la provincia de Nicaragua-Costa Rica.
Desde entonces Nicaragua ha enfrentado otros yugos: guerras y dictaduras que han dejado miles de muertos. Una de las más reciente fue el triunfo de la Revolución Sandinista en 1979, cuya guerra dejó más de 100.000 muertos en la guerra de liberación contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, y la posterior guerra de la contrarrevolución contra el primer régimen sandinista en la década de los ‘80, que se había convertido en un sistema opresor al instaurar la “dictadura del proletariado”, ese régimen fue derrotado en el campo de batalla y luego con el voto en las urnas en 1990.
En la actualidad Nicaragua es nuevamente escenario de otra dictadura con el retorno al poder del exguerrillero sandinista Daniel Ortega, en 2006, esta vez solo aliado de unos pocos cabecillas que lideraron en los ‘80, la llamada “Revolución Sandinista”, y con el respaldo de su mujer Rosario Murillo, que se ha postulado a la vicepresidencia de la República, como compañera de fórmula de Ortega que se postula a un cuarto mandato presidencial.
El país se enfrenta otra vez a un sistema totalitario, a una nueva dinastía y la continuidad del régimen de los ‘80, que logró subsistir en la política y retomar el poder, gracias a la impunidad de los crímenes cometidos en esa época, un hecho que se concretó con el pacto libero-sandinista en 1999, entre el entonces presidente Arnoldo Alemán y Daniel Ortega.
Para la periodista y columnista, Fidelina Suárez Moreno, Nicaragua ha transitado por guerras intestinas por el poder político desde hace varios siglos.
“Con la dictadura de los Somoza de 1934 a 1979, y cuando se creyó obtener una verdadera libertad con el triunfo del pueblo nicaragüense en 1979 que llevó al poder al FSLN, volvimos a ser engañados por los guerrilleros que nunca cumplieron, sino que intentaron llevar a Nicaragua a una dictadura de izquierda. Una nueva guerra, unas elecciones vigiladas por la comunidad internacional, parecía enrumbar al país por el camino correcto, pero en 2006 el FSLN y Daniel Ortega vuelven a tomar el poder para llevarnos, en pleno siglo XXI, a otra dictadura que ha tomado el control de todos los poderes del Estado: Asamblea, Corte Suprema, Consejo Electoral”, expresó Suárez Moreno a DIARIO LAS AMÉRICAS.
“Hay elecciones próximamente, como lo exige el mundo moderno y por lo que lucharon los héroes de San Jacinto y de nuestra independencia. Pero no vamos a elegir, será impuesto Daniel Ortega y su esposa dando paso a un poder familiar, en el que también participan sus hijos que son asesores de su gobierno y controlan sus negocios privados. Por tanto, se celebra por ser fechas históricas”, agregó.
El activista político, Luis Benavides considera que con la conmemoración de las Fiestas Patrias el país se enfrenta a un nuevo entreguismo, que denomina vulgar, a favor de los chinos, rusos y de Irán. A juicio de Benavides, el gobierno de Ortega, no entiende de soberanía, ni de respeto al suelo patrio ni de sus ciudadanos, cuyos intereses lo llevan a entregar el territorio, la fuerza laboral y el sueño de más de seis millones de nicaragüenses.
“Los nicaragüenses jamás hemos deseado entregar nuestra tierra. Hoy el gobierno actual adversa esa gesta (Batalla de San Jacinto, y la Independencia) entregando nuestro territorio bajo la ley canalera”, expresó Benavides.
El activista también habla sobre la Ley 840, aprobada por el gobierno del presidente Ortega, que le otorga derechos al empresario chino Wang Jing para la construcción del proyecto canalero estimado en 278 kilómetros de largo y que desplazaría a más de 27 mil campesinos, cuyas tierras el gobierno pretende pagar a precios irrisorios, además de ocasionar daños irreversibles al medio ambiente, como dividir en dos el Lago Cocibolca, uno de los principales afluentes de agua dulce en Nicaragua, y el más grande de la región centroamericana.
“Las protestas del pueblo en defensa de sus tierras es la continuación de esa batalla, que inició en 1856 y se extiende a nuestros días por gobiernos entreguistas y vende patrias como el actual”, dijo Benavides, y también agregó que la gran interrogante de hoy es “si los nicaragüenses permitirán a los nuevos invasores apoderarse de nuestras tierras, y que el Acta de Independencia se convierta en un simple documento de antaño”.
Para Benavides, cada fecha histórica en Nicaragua, ha sido escrita con sangre.
Delincuencia y economía, entre los retos de El Salvador
JOSUÉ BRAVO
SAN JOSÉ. El primer movimiento independentista en San Salvador de 1811, conocido como el Primer Grito de Independencia de Centroamérica, fue una sublevación en contra de las autoridades de la Capitanía General de Guatemala.
Así como en el resto de Centroamérica, en este pequeño país el sentimiento de independencia comenzó a crecer entre los criollos, que influidos por las ideas liberales de la Ilustración, veían en el proceso de independencia de los Estados Unidos y en la Revolución Francesa, un ejemplo a seguir.
Las medidas fiscales y económicas impopulares de España, como el aumento de tributos y la consolidación de deudas estatales para financiar las guerras europeas de la Corona, acrecentaron el sentimiento de independencia entre los criollos.
Los historiadores consideran que el fenómeno que sirvió como detonante al proceso de independencia de Centroamérica, fue la Invasión Napoleónica a España en 1808 que significó el colapso temporal de la autoridad real.
En el período de 1808 a 1814, se produjeron varios importantes alzamientos en el territorio de la Intendencia de San Salvador.
Pero fue hasta junio de 1821 que a Centroamérica las noticias de la Independencia de México, bajo los términos establecidos en el Plan de Iguala de Agustín de Iturbide.
El 15 de septiembre de 1821, en una reunión en la Ciudad de Guatemala, los representantes de las provincias centroamericanas declararon su independencia de España y conformaron una Junta Gubernativa provisional, presidida por el antiguo Capitán General español, Gabino Gaínza. La noticia de la independencia llegó a San Salvador el 21 de septiembre.
El Estado de El Salvador se dio su propia Constitución el 22 de junio de 1824, siendo jefe de Estado, el independentista Juan Manuel Rodríguez.
Al día de hoy El Salvador es una nación de 21.041 kilómetros cuadrados, con una población cercana a los 7 millones de personas. Así como en el resto de países de la región, celebran los salvadoreños con día feriado nacional, desfiles escolares y otras actividades estatales, la independencia de España cada 15 de septiembre.
Así como en el resto de países que integran el llamado Triángulo del Norte de Centroamérica (Honduras y Guatemala) El Salvador necesita de transparencia, lucha contra la corrupción y reclamemos eficiencia en el gasto público.
Aunque el país mantiene una tendencia en el descenso en los homicidios durante este año, sigue siendo un país atrapado por la inseguridad que genera el narcotráfico y las pandillas.
Los homicidios en El Salvador disminuyeron un 9,8 % entre enero y agosto de este año, respecto al mismo período de 2015, considerado el año más violento en la historia reciente del país.
En los 8 meses transcurridos de 2016, y tras el lanzamiento en abril pasado de una ofensiva estatal contra las pandillas, las muertes violentas alcanzaron 3.837 frente a las 4.253 de los 8 primeros meses de 2015, de acuerdo con un informe estadístico de la Policía.
En el plano económico, el país no atraviesa gran momento. El Producto Interno Bruto (PIB), que expresa en términos monetarios la producción total de un país, ha estado inflado al menos desde 2005. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2015 la economía salvadoreña produjo bienes y servicios por un monto de 22.000 128 millones de dólares y no por los 2.000 850 millones que registra el actual gobierno como dato oficial.
A pesar de esta muestra de manipulación en cifras para maquillar el deterioro económico, se prevé que para 2016 el país registre un crecimiento del tres por ciento, el mayor de los últimos seis años, según el Banco Central de Reserva (BCR), Óscar Cabrera.
Otro de los grandes retos para el salvador, es la transparencia en la función pública. Luego del fallecimiento en mayo de este año del expresidente Francisco Flores (1999-2004), señalado de desviar fondos de la cooperación de Taiwán durante su gobierno, dos exmandatarios más son acusados de corrupción. Mauricio Funes (2009-2014), hoy asilado en Nicaragua, y Elías Antonio Saca (2004-2009).
FUENTE: ESPECIAL