LA HABANA.- El régimen de Cuba, a través de sus agentes carcelarios, ha aumentado la represión contra Lizandra Góngora, la presa política que fue condenada a 14 años de prisión por participar en las protestas del 11J, en demanda de libertad para la isla.
La dictadura castrista se ha enseñado en Góngora, es la mujer con la mayor condena en la isla por demandar un cambio político y mejores oportunidades para los cubanos.
Góngora, se encuentra recluida en Los Colonos, la cárcel de máxima seguridad, ahí le permiten realizar llamadas telefónicas cada tres días por un espacio de 15 minutos, lo que representa una odisea para ella debido a las malas comunicaciones y la falta de privacidad, sus conversaciones telefónicas son escuchadas por la capitana encargada de la prisión.
La información fue denunciada por el esposo de Góngora, Ángel Delgado, al portal web Radio Televisión Martí.
“Cuando yo estoy llamando y hablando con Lizandra, cada un minuto y pico se cae la llamada, para que no le dé tiempo a hacer las denuncias que ella hace por teléfono”, detalló Delgado.
De igual manera se le prohíbe a la presa política el contacto con sus hijos y suma ya dos meses sin tener contacto con ellos. “Los niños están en una edad de desarrollo en la que necesitan a su madre”, aseguró Delgado.
La confiscación de alimentos y la falta de atención médica también son parte de las artimañas del régimen para mantener aislada a Góngora quien no recibe la totalidad de los alimentos que envía su familia.
El tratamiento psiquiátrico también está ausente. Durante el 2022 la cubana presentó fuertes crisis nerviosas y aún no cuenta con el control médico que necesita. "Volvió a salirle la erupción que le sale en la piel del estrés que tiene. Me estaba diciendo que se iba a plantar (huelga). Lo que tienen con lizandra es lo último, es el abuso más grande. Respecto a Lizandra lo violan todo, es la única mujer con 14 años de privación de libertad en Cuba. Ese seguimiento que tienen contra ella la Seguridad del Estado y el jefe de prisiones de la isla, visitándola, tratándola de controlar, se suma a las presiones. Es difícil vivir aquí afuera, dime tú 14 años preso, con el seguimiento ese que le tienen arriba a Lizandra”, relató el esposo.
FUENTE: REDACCIÓN