CARACAS.- El médico toxicólogo, José Trujillo, denunció que los indígenas en el estado Bolívar, al sur de Venezuela, están contaminados con altos niveles de mercurio, producto de la minería ilegal promovida por la dictadura de Nicolás Maduro.
CARACAS.- El médico toxicólogo, José Trujillo, denunció que los indígenas en el estado Bolívar, al sur de Venezuela, están contaminados con altos niveles de mercurio, producto de la minería ilegal promovida por la dictadura de Nicolás Maduro.
“En un estudio reciente elaborado para un proyecto periodístico del Correo de Caroní se demostró que el 35% de los indígenas poseen niveles de mercurio en su organismo por encima de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud y todo esto por la avaricia e indiferencia”, señaló Trujillo.
El especialista advirtió que el oro de sangre no solo produce un daño ecológico y a la biodiversidad, sino que también daña y contamina los ríos que surten agua a las poblaciones aledañas.
Ante este crimen ecológico, cultural y social cometido por el régimen de Maduro, urgió a los organismos internacionales competentes a que realicen una visita a Venezuela y detengan esta situación.
Por su parte, la ONG SOS Orinoco publicó en octubre de 2021 el informe de una investigación que reveló que la alarma por mercurio y la minería, en su mayoría ilegal, al sur de Venezuela y en especial alrededor de la cuenca del río Caroní no es una situación nueva, sino que ha sido estudiada, analizada y reconocida a distintos niveles de la institucionalidad venezolana.
Destacó que la actividad minera y el uso del mercurio es reconocida y señalada como una de las grandes amenazas a la biodiversidad del país, según señala textualmente el Primer Informe de País para la Convención sobre diversidad biológica.
"La minería de oro y diamantes aluviales, sobre todo la ilegal, es la causante del deterioro de ecosistemas tan frágiles como la Amazonia y parte de Guayana, donde se ubican los mayores reservorios de Diversidad Biológica en el país. La contaminación con mercurio y la devastación causada por las bombas de prospección, con la deforestación para la implantación de dichas minerías de oro y diamante, son las causantes de la destrucción de numerosos hábitat, de especies, que difícilmente podrían recuperarse, pues no existen ni tecnologías ni políticas de restitución de hábitat intervenidos, y mucho menos sabemos si éstos han sido dañados irreversiblemente", señala la investigación.
Asimismo, destaca la importancia de que esta situación sea atendida para garantizar la cantidad y calidad del agua necesaria para la generación de la energía hidroeléctrica.
Agrega que en la cuenca del Caroní se está ejerciendo una actividad minera "tanto en tierra como en el lecho de ríos y quebradas, utilizando equipos de alto poder degradante (maquinaria pesada, monitores hidráulicos y dragas tipo misil), generando gran impacto a los recursos naturales (suelos, agua, vegetación y fauna entre otros) debido a la deforestación, movimiento de tierra, utilización de sustancias tóxicas como el cianuro y el mercurio con acumulación de desechos sólidos y derivados de hidrocarburos".
FUENTE: Nota de Prensa/Centro de Comunicación Nacional