Un alto funcionario del Departamento de Estado confirmó a Martí Noticias que la estrategia de Estados Unidos hacia Cuba tiene dos prioridades firmes: ejercer presión directa sobre la estructura de represión del régimen y brindar apoyo al pueblo cubano. Washington no tiene interés en negociar con el régimen de La Habana, el cual, según la fuente, es un régimen colapsado que solo busca mantener el control político.
El funcionario, una figura central en el diseño de la política cubana, fue contundente al señalar que el problema de la isla no radica en su relación con Estados Unidos, sino en las decisiones internas de sus líderes. Calificó al régimen cubano como una administración de ancianos sin ideas, que carece de un plan viable para el país, detalla Martí Noticias.
La crisis ha tenido consecuencias devastadoras para la demografía del país. El éxodo sin precedentes de jóvenes cubanos, que ha provocado la pérdida del 13% de la población en solo dos años. Enfatizó que esta huida masiva no se debe a un atractivo especial de Estados Unidos, sino a la desesperación de la gente por escapar de la isla a cualquier destino.
Sobre la migración, la postura de Washington es firme: se mantienen los vuelos de deportación y no se permitirá que La Habana utilice a sus ciudadanos como herramienta de presión política.
Respecto a las medidas económicas, la defensa de las sanciones son claras. Estas van dirigidas exclusivamente contra el aparato militar y de seguridad de la isla. El funcionario aseguró que es el propio régimen quien impide el comercio con "cubanos privados genuinos", no Estados Unidos. Tildó de "narrativa cansada" la insistencia de La Habana en culpar al embargo, señalando que el problema es que el sistema socialista "no produce nada".
FUENTE: Redacción