MIAMI.– En un país donde la carne y sus derivados se han vuelto inalcanzables para la mayoría de los hogares, una empresa estatal de Cuba dejó perder más de 200 kilogramos de productos cárnicos en la provincia de Las Tunas.
Una combinación de apagones prolongados, fallas en el sistema de refrigeración, escasez de combustibley descuido humano, provocaron la pérdida de los alimentos
MIAMI.– En un país donde la carne y sus derivados se han vuelto inalcanzables para la mayoría de los hogares, una empresa estatal de Cuba dejó perder más de 200 kilogramos de productos cárnicos en la provincia de Las Tunas.
El incidente ocurrió en el centro de elaboración de la Empresa de Comercio y Gastronomía de Jobabo, donde una combinación de apagones prolongados -que en algunos casos se extendieron hasta 26 horas-, fallas en el sistema de refrigeración, escasez de combustible para alimentar el grupo electrógeno y falta de control, provocaron la pérdida de casi un cuarto de tonelada de alimentos, según informó la emisora oficial Radio Cabaniguán, citada por el Diario de Cuba.
Entre los productos que se echaron a perder se cuentan 72 kilogramos de picadillo, 42 kilos de masa para croquetas, 26 kilos de mortadela, 21 kilos de masa deshuesada y más de 13 kilos de queso, además de 34 libras de carne de res decomisada por la Policía y 22 libras de camarón.
El director de la Unidad Empresarial de Base, Carlos Labrada Rodríguez, reconoció a la emisora municipal que la combinación de apagones, falta de combustible y un desperfecto en la nevera generaron la situación. “Realmente es doloroso que estos productos se hayan echado a perder, más hoy como está la situación del pueblo”, admitió.
La carne y el pescado en Cuba se venden a precios prohibitivos en el mercado informal, mientras la población sufre de escasez crónica de proteínas. El hecho ha despertado indignación, pues en lugar de destinar los productos a la venta rápida o incluso a donaciones, la decisión fue incinerarlos por orden de inspectores de higiene.
Vecinos que se enteraron del incidente cuestionaron por qué las neveras no se revisan con más frecuencia y por qué los alimentos no fueron puestos a disposición del pueblo antes de su descomposición. “Hasta pudieron haberse donado. Para que se echaran a perder, donarlo o (venderlo) personas que vinieron ese día a comprar para el consumo animal”, dijo Labrada.
Aunque al final los inspectores optaron por destruir los productos en un arroyo de la zona ante el riesgo de que fueran consumidos debido a que no estaban en el porcentaje de descomposición para consumo animal.
El funcionario explicó que ahora cuentan con suficiente combustible para encender el grupo electrógeno cada dos horas, lo que consume alrededor de 30 litros de diésel diarios, sin embargo, reconoció que los envíos de la Unión Cuba Petróleo (CUPET) no siempre son estables.
Los prolongados apagones en Cuba, que en municipios como Jobabo superan las 20 horas diarias, han detonado protestas ciudadanas en distintas provincias. Sin embargo, el régimen cubano no han ofrecido soluciones sostenibles al déficit eléctrico ni a la escasez de combustible que alimenta al sistema de respaldo, sino que ha respondido al descontento ciudadano con mayor represión.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba