Se llama Ariel Maceo Téllez, es escritor, fotógrafo, y por aquello de vivir en una isla cercada más por la censura que por el mar, se ha convertido en un activista que hace arte fuera de los entresijos del oficialismo de Cuba.
Se llama Ariel Maceo Téllez, es escritor, fotógrafo, y por aquello de vivir en una isla cercada más por la censura que por el mar, se ha convertido en un activista que hace arte fuera de los entresijos del oficialismo de Cuba.
Vemos esta transición en las nuevas generaciones de periodistas, artistas y profesionales independientes. Pienso, rápido y por encima, en el biólogo Ariel Ruiz Urquiola, en la periodista Mónica Baró, o en el artista de la plástica Luis Manuel Otero Alcántara.
Por estos días, Maceo usa la creación como una forma de enfrentar los cambios que impone la cuarentena. Ariel es egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, de La Habana; graduado de la Escuela de Fotografía Creativa de la Habana (EFCH); y tiene un posgrado en Literatura.
Sus libros de poesía “Último cumpleaños” y “¿Sabes quiénes son los monstruos?” Se publicaron en Argentina y España, respectivamente. Ha recibido varios premios literarios, y ha participado en exposiciones de fotografía tanto en la isla como en el exterior. Escribe para ADN Cuba, entre otros sitios.
Esta es una conversación/chat/entrevista de WhatsApp, desclasificada para lectura pública. Perdonen lo coloquial.
GD. Qué curioso que nos cruzamos hace años en la Escuela de Fotografía Creativa de La Habana, por eso me parecías conocido. Pero como yo soy despistada, no recordaba bien.
AM. Tú sabes, la Habana que es pequeña.
GD. Así es, y una Habana que fotografías, una Habana donde constantemente encuentras historias. Me gustan las texturas que usas, esa edad, ese tiempo que se puede ver en las estructuras.
Además de fotógrafo eres escritor, y como artista al fin, necesitas expresarte, sea con la imagen o la palabra. En Cuba, esa creatividad, digamos, esa libertad, te ha generado varios problemas. ¿Cierto?
AM. El tipo de arte que hago, sea en la fotografía o en la escritura, es un arte provocador. Me gusta que el espectador pueda dialogar con la obra, que la cuestionen, que se sientan avergonzados, que la odien, que la amen, pero sobre todas las cosas, que no se sientan indiferentes con ella.
Me gusta que mi obra pase el "qué linda" y logre transmitir al menos lo que yo entiendo sobre lo que es la realidad, en este caso, la realidad de mi país. Mis poemas, mis fotos, tratan de mostrar la realidad de un país que se muere. Nuestra isla es un barco a la deriva que se estrella todos los días, y eso es lo que yo entiendo.
Por supuesto, al realizar un arte, digamos, irreverente, que se salga de los cánones establecidos por las instituciones culturales del país, eso ha hecho que sea cuestionado y también censurado.
GD. Hay un cerco, pero surge una nueva comunidad, quizás más underground, donde se crea con más soltura, o desafiando al oficialismo.
AM. Lo bueno es que cuando uno empieza a realizar arte independiente, al margen de las instituciones culturales, se pone a buscar referentes, y en esa búsqueda, nos reunimos varios amigos escritores y decidimos armar un grupo de poesía en el 2016.
Y todo estuvo bien, salvo que el gobierno en su afán de tratar de controlar cada aspecto del cubano, se inventó un decreto ley para tratar de doblegar al arte cubano, así que nosotros como jóvenes artistas decidimos tomar acción y volver a refundar al grupo Demóngeles, y ahí comenzaron los verdaderos problemas con la policía política cubana.
Fui arrestado e interrogado en varias ocasiones. [Uno de los arrestos por la policía del régimen fue por exigir una Ley de Protección Animal en una publicación en su muro de Facebook.]
Si quieres me vas preguntando para contestarte, que si no me vuelvo una cotorra.
GD. Jaja. No pasa nada, justo te iba a preguntar sobre eso. Eres coordinador del grupo Demóngeles. ¿De qué se trata?
AM. Demóngeles es un grupo artístico que se fundó en el 2006 y estuvo activo hasta el 2011 más o menos, que la Seguridad del Estado tras una oleada de represión logró desarticularlo y exiliar a su líder.
Estaba formado por jóvenes poetas, pero también artistas plásticos, músicos, reunía en sus filas a jóvenes de diferentes manifestaciones. Demóngeles siempre trabajó de manera independiente, sin dinero. Sólo a pulmón. Así hacían festivales de poesía, conciertos, performances, obras de teatro, actividades para niños, y también colaborando con otros grupos del movimiento independiente como Omni Zona Franca, Cabeza de piñón, y Matraca.
GD. Pero sigue activo.
AM. A razón del Decreto 349 [firmado por el gobernante Miguel Díaz-Canel, y que prohíbe a las personas realizar actividades artísticas sin permiso del Ministerio de Cultura], decidimos reactivar Demóngeles. Y yo pasé a ser uno de los coordinadores del grupo, aunque en realidad todos nos dividimos las tareas y todos somos coordinadores. Desde ese entonces nos unimos a la campaña contra el 349 junto a otros artistas independientes.
GD. Y periodistas independientes también.
AM. Así es, intelectuales también. Le agradecemos mucho a Amauri Pacheco OmniPoeta por dedicarnos un "Festival de poesía sin fin". Desde ese entonces colaboramos con el Movimiento San Isidro, creando una alianza para exigir los derechos culturales de Cuba.
GD. Soy como una ladilla, si te cansas me dices y seguimos en otro momento.
AM. Jajajajajaj típica periodista. No te preocupes.
GD. Sigo. No te estás quieto: haces fotos, tienes proyectos, eres muy activo en las redes. Y al chismear en tus páginas encuentro Oncrítika Ediciones, “una alternativa para esos escritores a los que el gobierno comunista les niega la posibilidad de ver sus libros publicados”. ¿Cuándo nació y cuál es el enfoque de esta editorial?
AM. Desde que activamos Demóngeles hemos hecho varias cosas, y comenzamos a sacar ideas que estaban guardadas. Una de ellas era un editorial, donde con pocos recursos pudiéramos publicar libros de todos esos jóvenes artistas que sufren la censura del régimen cubano. Y bueno, Abu Duyanah (otro de los coordinadores del grupo) y yo, nos ganamos una beca para hacer una residencia artística en Chile, y ahí gestamos la idea.
GD. ¡Qué bien! ¿Cómo fue esa experiencia de la beca?
AM. Era la primera vez que viajaba, así que imagina la experiencia. Me sirvió sobre todo para entender tantas de las cosas que el cubano promedio no puede ver, por el simple hecho de estar encerrado dentro de una isla bajo el control represivo de un régimen comunista. Fue fenomenal. A nuestro regreso nos pusimos mano a la obra y comenzamos a trabajar el proyecto de la editorial, que ya hoy va dando sus frutos.
GD. Una pregunta quizás loca, quizás rara. ¿Tienes algún parentesco con Antonio Maceo? [Fue un patriota cubano, de padre venezolano y madre cubana, que luchó por la independencia de Cuba frente a España en el siglo XIX.]
AM. La verdad, no sé. Pero al parecer mi parentesco proviene de la primera familia que tuvo Marco Maceo cuando llegó a Cuba. Antes de casarse con Mariana Grajales, estuvo con una mujer y tuvo varios hijos. Y eran de apellido Maceo Téllez. Como yo.
GD. Mira esto qué curioso. Guillermo Fernández Mascaró, que fue médico de Maceo, estuvo casado con una tía abuela materna mía, Zulima. Aquí sale en la foto, es el señor muy viejo, y mi abuelo Mario, también médico, es el del pantalón bien alto, algo muy a la moda alrededor de 1956, ja ja ja. El nieto de Mascaró integró la Brigada 2506. Bueno, creo que me estoy alejando del tema.
AM. ¡No te puedo creer! ¡Dios! No me imagino usando ahora mismo el pantalón por ahí.
GD. Qué cheo, sí. Ya entrando en la cuarentena. ¿Cómo ha impactado en tu rutina, en tus planes, la crisis de la pandemia y las limitaciones que se suman a las ya existentes?
AM. Sí, voy a buscar café y a encender un cigarro
(20 minutos después)
Bueno, el COVID-19 nos ha golpeado muy fuerte, nos ha confinado a estar en casa, así que puedo decirte que el arte me ha salvado. Los escritores somos bichos solitarios, parece un cliché, pero es real. Por lo que he aprovechado la cuarentena para crear y trabajar en mis proyectos.
Al estar todo el tiempo en casa decidí hacer listas y trabajar en base a ellas. Lo primero fue la editorial. En estos momentos ya estuviéramos lanzando nuestros primeros libros, pero no pudo ser, por lo que decidí comenzar a trabajar en las redes sociales de la editorial para lograr que la gente se interese en nuestra literatura, que conozca sobre nuestros libros. Pronto estaremos online para dar lecturas de poesía, presentar libros, y ponerlos a disposición de la gente.
Lo siguiente fue comenzar a trabajar en mis propios libros. Un libro de poesía que trata sobre las fases del dolor. Poemas muy personales que siempre me ha costado escribir y que ahora estando en cuarentena y conociéndome, le he dado rienda suelta a la mente para escribir sobre un Yo que la gente no ha visto. Son poemas que hablan directamente de mis sueños, mis frustraciones, mis alegrías, mis miedos. Y ahora en cuarentena casi lo tengo terminado.
El otro proyecto que retomé es un libro de cuentos eróticos basado en los signos zodiacales. 12 historias de mujeres. Es curioso porque no sé mucho sobre el tema y me la paso preguntando entre mis amistades para ir armando un libro con historias eróticas, del cual ya he tenido la suerte de publicar uno de los cuentos.
Tercero, mi primera novela. Una tarea difícil, porque escribir una novela no es cosa de juego, y más una novela cuya trama principal es la censura del fútbol en Cuba, eliminado por completo. Jeje, la historia me gusta, por lo que poco a poco he comenzado a trabajar en ella y tengo 8 capítulos terminados.
Cuarto, ejercicios. Decidí hacer ejercicios para mantener activo el cuerpo, así que me he puesto a saltar suiza [saltar la cuerda].
Quinto, salir a hacer los mandados de la casa cuando hace falta. Así es como voy lidiando con esta pandemia que nos tiene terriblemente confinados.
GD. Creo que no te voy a molestar más por hoy, pero seguimos en contacto.
AM. Salí un momento a la calle, ahorita te escribo para añadir par de líneas a la entrevista. Empezó a llover.
GD. Aquí está super nublado.
AM. Y aquí, ojalá y siga lloviendo por buen rato.
@GrethelDelgado_