jueves 28  de  marzo 2024
Cuba

El régimen mantiene a las familias cubanas como rehenes para atraer dólares

Las recientes medidas adoptadas por la Casa Blanca que reducen el monto de las remesas harán mella en la entrada de divisas a la isla, sin embargo, economistas opinan que la dictadura siempre se las ingenia para hallar un rejuego
Diario las Américas | IVÁN GARCÍA
Por IVÁN GARCÍA

Especial
@DesdeLaHabana

LA HABANA.- Luego de que cerró el negocio para comprar un viejo Ford de 1954 con carrocería reluciente, motor de Audi alemán y sistema de freno japonés, Mario se comunicó por WhatsApp con su hermano que vive en la Florida y le pidió que le enviara una parte del dinero.

“Es un ‘bisne’ [negocio] a dos bandas. Compramos autos que posteriormente rentamos a turistas o utilizamos para ‘botear’ [ofrecer servicio de taxis] en el transporte público de La Habana. A veces también los revendemos”, explica y ofrece algunos detalles:

“Un ‘almendrón’ [automóvil antiguo] de la marca Ford como ese, en perfecto estado técnico, no baja de 30 a 35.000 pesos convertibles (cuc) o puede rondar los 40.000. De un tiempo a acá las personas que los venden quieren recibir su dinero preferentemente en dólares. Cuando mi hermano me manda dinero, por lo general grandes sumas, me lo hace llegar a través de las agencias particulares existentes en Miami. En 24 horas me entregan el dinero en la casa, en cuc o dólares”.

A pesar de que durante el segundo mandato del presidente Barack Obama se autorizó enviar por la Western Union hasta 10.000 dólares, según Elisa, empleada bancaria, "cuando se trata de sumas importantes, las personas prefieren utilizar agencias particulares. Desde hace tres años, las oficinas centrales de Western Union fiscalizan los grandes envíos y si éstos se repiten a una misma persona lo investigan. La información que tengo es que esas medidas son para evitar el lavado de dinero. A muchos cubanos residentes en Estados Unidos no les gusta girar dinero a Cuba por la Western Union. Optan por las agencias privadas”.

Eduardo, economista, cree que las nuevas disposiciones de la administración de Donald Trump para reducir el envío de dólares a la Isla tendrán poco impacto en las familias cubanas. “Por canales bancarios oficiales, como Western Union y Fincimex (siglas de la Financiera Cimex S.A., con sede en La Habana, creada en 1995 para la gestión de tarjetas de crédito y la administración de remesas desde el exterior), se giran pequeñas o medianas cantidades, 200 a 500 dólares como promedio. Con esta nueva restricción se mantendrán las remesas inferiores a 300 dólares mensuales, que suelen ser destinados a la alimentación y gastos domésticos. Pero cuando hablamos de 10.000 dólares, cantidad mínima para reparar una vivienda o abrir un negocio en Cuba, esos dólares seguirán llegando en el bolso de mano de los emigrados o se enviarán por agencias particulares radicadas en Estados Unidos".

Lucía, de una agencia de envío de dinero en Miami que personalmente lleva el dinero a casa de los clientes en la Isla, asegura que "desde mediados de 2018, la gente se olía que con Trump las cosas iban a empeorar. Hace dos años, en una jornada entregaba 5.000 o 6.000 dólares. Ahora tengo días de entregar hasta 15.000 dólares. Actualmente, muchos prefieren cobrar en dólares y no en pesos cubanos convertibles”.

La ventaja que tiene la Western Union es que descuenta solo un 3 por ciento al dólar, mientras las agencias particulares descuentan entre el 7 y el 10 por ciento. A dos expertos consultados lo que les llama la atención es la lenta respuesta de la autocracia cubana ante una medida que se venía venir.

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El pago de los servicios de telefonía celular y el acceso a Internet desde el exterior es una de las vías por las que el régimen cubano continúa recibiendo dólares.

El pago de los servicios de telefonía celular y el acceso a Internet desde el exterior es una de las vías por las que el régimen cubano continúa recibiendo dólares.

En un artículo publicado en el portal OnCuba, el economista Omar Everleny sugería al gobierno de Miguel Díaz-Canel diez medidas que incidirían en mejoras económicas para el país. Una de ellas, la derogación del absurdo 'impuesto revolucionario' del 10 por ciento al dólar estadounidense.

Consuelo, contadora de una empresa turística, afirma que solo por este impuesto "la economía cubana pierde cientos de millones de dólares al año. Probablemente la cifra supere los 1.000 millones, porque la totalidad de los emigrados cubanos que vienen de visita, que gastan cifras tres o cuatro veces superiores a los turistas extranjeros, prefieren canjearlo en el mercado negro donde siempre el dólar se ha cotizado mejor. Hace seis meses, los cambistas particulares pagaban el dólar entre 95 y 96 centavos por cada dólar. En estos momentos se compra a uno por uno, y algunos lo compran a 1.02 y 1.05. Pero después de esta vuelta de tuerca del gobierno estadounidense, dentro de un par de meses el dólar se cotizará entre 1.10 y 1.20 frente al peso convertible, y no dudo que hasta más caro".

El encarecimiento del dólar lo provocó el aumento de cubanos que se dedican a importar mercancías por cuenta propia. Cifras conservadoras apuntan a que entre 6 y 10.000 compatriotas compran pacotillas, electrodomésticos y piezas de automóviles en Panamá, México y Rusia, entre otros países.

Everleny y otros economistas consideran que además de suprimir el 'impuesto revolucionario' al dólar, el régimen debiera abrir zonas francas de comercio, a precios mayoristas, para que los cubanos puedan comprar esos productos sin tener que viajar fuera del país. “Con esa zonas francas, las arcas del gobierno se verían beneficiadas con aproximadamente 2.000 millones de dólares anuales. Esa es la cifra que se calcula gastaron los cubanos dedicados al negocio de las mulas”, considera un economista habanero.

De acuerdo con varios encuestados, la nueva medida de reducir las cifras de remesas no afectará a quienes reciben dinero para sus emprendimientos privados. Solo cambiaría la forma de hacérselo llegar a Cuba. Lo que sí es casi seguro es que el castrismo verá reducida sus entradas en divisas en alrededor de 2.000 millones de dólares, si a los recortes de remesas sumamos una menor entrada de turistas y la eliminación de los viajes en cruceros.

Pero en opinión de Carlos, sociólogo, “el gobierno cubano sabe nadar en esas aguas y a cada prohibición le inventa un rejuego financiero utilizando cuentas en paraísos fiscales o moviendo las divisas con empresas pantallas. Recuerda que parte del contrabando de petróleo, oro y compra de insumos y alimentos de Venezuela pasa por Cuba. Utilizarán esa limitación como campaña publicitaria para culpar a Trump de las penurias económicas y las afectaciones que pueda tener la población. Pero a corto plazo quitarán el impuesto al dólar y abrirán zonas de negocios mayoristas que les permitirá recaudar mayor cantidad de dólares. También crearán nuevas estrategias para que los emigrados cubanos incrementen el pago de las cuentas telefónicas e internet a sus parientes en Cuba”.

La dictadura verde olivo sabe que tiene a un rehén valioso: la familia. Y por sus familiares en la Isla, los emigrados cubanos buscarán la manera de seguir enviándoles los dólares de la supervivencia. Aunque por carambola, ese dinero seguirá yendo a las arcas del Estado porque para hacer las compras, la única opción es la de ir a las tiendas que el propio estado administra.

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