El 1 de junio marcará un antes y un después en la historia política de México. Ese día, los ciudadanos tendrán la oportunidad de seleccionar directamente a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La oportunidad está en las urnas. México tiene más de 26 millones de jóvenes entre 18 y 29 años con capacidad de votar
El 1 de junio marcará un antes y un después en la historia política de México. Ese día, los ciudadanos tendrán la oportunidad de seleccionar directamente a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Se trata de un paso fundamental para fortalecer nuestra democracia y abrir espacios a una justicia más transparente y legítima, pero sobre todo, representa una oportunidad única para que la juventud mexicana ejerza su derecho al voto con un impacto real en la transformación del país.
Es nuestra oportunidad de buscar un giro positivo para nuestro país. La juventud mexicana, con su energía, visión de futuro y determinación, tiene en sus manos la posibilidad de impulsar un cambio profundo en la estructura judicial del país.
¿Por qué son tan relevantes estos comicios? Porque el sistema judicial en México enfrenta desafíos que han debilitado la confianza ciudadana. Por ejemplo, como indica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2023, el 22% de las personas adultas dijo que la corrupción era uno de los tres problemas que más les preocupaba, y el 83.1% de la población consideró frecuente la corrupción.
Según el Índice de Percepción de Corrupción, de Transparencia Internacional, México se ubica en su peor puesto (140) en la historia en torno a la corrupción, con solo 26 puntos.
Además, un reporte de 2024 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación reveló que el 37.4% de los puestos dentro del Poder Judicial están ocupados por personas con vínculos familiares o de amistad con otros funcionarios, un hecho que evidencia una estructura viciada donde el mérito y la capacidad han quedado en segundo plano ante el amiguismo y el nepotismo.
En este contexto, que el pueblo elija a sus jueces y magistrados representa la ruptura con un esquema elitista que históricamente ha permitido que los mismos grupos de poder sigan controlando la justicia.
Los jóvenes han sido protagonistas en las transformaciones políticas más importantes del mundo, tanto desde el activismo digital como desde la movilización en las calles, demostrando que cuando se organizan, pueden hacer tambalear estructuras de poder que parecían intocables.
Ahora, la oportunidad está en las urnas. México tiene más de 26 millones de jóvenes entre 18 y 29 años con capacidad de votar. Si este sector de la población toma conciencia del poder de su voto y decide participar activamente en las elecciones, podrá definir el rumbo del país y sentar las bases para un sistema judicial más transparente, justo y eficiente.
Desde hace más de una década, he dedicado mi vida profesional a la promoción de políticas públicas que impulsen la participación ciudadana para construir un México más justo y con mejores oportunidades para todos. Como dijo el escritor Alfonso Reyes, el éxito político es “la realización del bien común con garantía de la posterioridad”.
Mi trayectoria en la comunicación política y la estrategia electoral me ha permitido trabajar en campañas clave de México. En 2015 tuve la oportunidad de participar en la campaña de Claudia Sheinbaum para la jefatura delegacional en Tlalpan, y posteriormente fui parte del equipo de comunicación y estrategia electoral en la campaña de Alfonso Ramírez Cuéllar y la Dra. Sheinbaum por Morena.
En 2016, me uní a la campaña por la gubernatura en Sinaloa, apoyando la estrategia comunicativa del candidato Jesús Estrada Ferreiro. Un año después, asumí la dirección de Comunicación Social de Morena en Sinaloa, donde fomenté iniciativas para conectar con la ciudadanía.
En 2018, fui parte del equipo de comunicación y estrategia digital durante la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, una experiencia que me permitió ser testigo de cómo la participación organizada puede cambiar el rumbo del país. Posteriormente, asumí la dirección del Instituto Municipal de Juventud en Culiacán (2018-2021), desde donde diseñé políticas públicas enfocadas en el empoderamiento juvenil y la inclusión de los jóvenes en la toma de decisiones.
En 2021, coordiné la estrategia de comunicación dirigida a la juventud en la campaña de Rubén Rocha Moya para la gubernatura de Sinaloa. Luego, en 2022, asumí la dirección del Instituto Municipal de Cultura en Culiacán, donde promoví el acceso a la cultura como un derecho fundamental para el desarrollo social.
Más recientemente, en 2023, fui enlace en el Distrito 07 federal de Claudia Sheinbaum, trabajando en la promoción de su candidatura. Y en 2024, fui designado vocero oficial en Sinaloa de la Dra. Sheinbaum, con la responsabilidad de atender medios y coordinar la estrategia digital en el estado.
Toda esta experiencia me ha enseñado no solo el valor del pueblo en las urnas para ejercer sus derechos, sino el compromiso de los políticos con la sociedad, una entrega incondicional que no debería basarse nunca en intereses personales, sino en la necesidad de la población. La política no se trata solo de discursos o promesas, sino de acción y resultados.
La transformación de México no vendrá por sí sola; requiere que cada ciudadano haga su parte, y eso comienza con algo tan fundamental como ejercer el derecho al voto. La justicia en México no puede seguir secuestrada por intereses de unos pocos.
Imaginen un México donde los jueces sean elegidos por su capacidad y honestidad, y no por sus conexiones políticas. Un país donde los jóvenes que estudian derecho, administración pública y ciencias políticas sean parte de un sistema de justicia en el que la equidad y la imparcialidad sean la norma, y no la excepción.
Este 1 de junio no solo representa una boleta. Es tu voz, tu futuro y tu oportunidad de transformar la justicia en México. La historia se escribe hoy, y la juventud tiene la pluma en sus manos.
Licenciado en Mercadotecnia por la Universidad TecMilenio. Máster en Marketing Político por la Universidad Autónoma de Barcelona. Promotor de Claudia Sheinbaum en Sinaloa.