
El líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) fue detenido cuando se disponía a participar en las movilizaciones espontáneas que se celebraron el 11 de julio en varias ciudades de la isla
El líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) fue detenido cuando se disponía a participar en las movilizaciones del 11 de julio. Al mes siguiente, la Fiscalía reveló que debía cumplir una condena de más de cuatro años de cárcel dictada en 2020 por un caso de agresión y que se sustituyó inicialmente por arresto domiciliario.
Tanto su familia como organizaciones opositoras han denunciado que Ferrer permanece recluido en condiciones precarias y sin apenas comunicación con el exterior. Su familia pudo efectuar el viernes su segunda visita, en la que Ferrer transmitió a su mujer y su hija "que no sabe si para la próxima lo encontrarán vivo o muerto".
"Está muy mal físicamente y no sabe cuanto tiempo más pueda resistir", publicó la hermana del disidente, Ana Belkis Ferrer, en redes sociales, con una serie de mensajes en los que también denunció que las autoridades impidieron participar en la visita a otro hijo de Ferrer como "castigo" por manifestarse el 15 de noviembre.
La organización Prisoners Defenders, vinculada a la oposición, acusó por su parte al "régimen" cubano de estar "matando" al líder de la Unpacu, que estaría sufriendo todo tipo de abusos y no recibiría atención médica. Por este motivo, pidió al Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, que interceda ante las autoridades de la isla.
En septiembre pasado, la organización había denunciado que Ferrer estaba en una situación de completa indefensión.
En anteriores declaraciones, Ferrer había expresado que su estado de salud “está bastante afectado, bastante deteriorado”.
José Daniel Ferrer se encuentra en prisión, en espera de juicio, desde el 11 de julio pasado por participar en las manifestaciones pacíficas de ese día en Santiago de Cuba.