LA HABANA. - Obispos y miembros de la Sociedad Civil de Cuba coincidieron en la necesidad de crear un escenario propicio para el diálogo nacional en el que se pueda rescatar a la isla de los fuertes embates a los que está sometida por el régimen castrista que encabeza el designado Miguel Díaz-Canel.
En declaraciones a Martí Noticias, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, Monseñor Emilio Aranguren, Obispo de la Diócesis de Holguín, remarcó la importancia del diálogo esclarecedor.
“En Cuba utilizamos el dicho ‘hablando nos entendemos’. Es importante, por tanto, tener la disposición y el espacio para conversar sobre el bien común, que es propiamente lo nuestro, por eso considero que lo importante es tener la disposición. Como es lógico, la Iglesia Católica lo desea, y está dispuesta, para intercambiar con cuantos grupos integramos la sociedad", afirmó.
Cuba está sumergida en una crisis económica y política, mientras los cubanos demandan un cambio de ruta en el país.
Añadió también que un estado laico está integrado por grupos intermedios, y cada grupo "tiene su punto de vista, también sus criterios, y eso es lo que hace falta conversar, que es lo que, verdaderamente, logra el bien común", afirmó.
Iglesia dispuesta a cooperar
Por su parte, el Arzobispo de Santiago de Cuba Dionisio García Ibáñez, evaluó que “por el bien de este pueblo, la iglesia, de la misma manera que ayuda a otras personas, está dispuesta siempre a cooperar, pero eso significa también que las partes quieran y se les pida”.
Las declaraciones de los obispos, coinciden con las hechas la semana pasada por el Secretario Adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, el padre Ariel Suárez, al medio estadounidense NBC, reseña el portal web Martí Noticias.
En la entrevista, Suárez afirmó que la Iglesia católica está disponible para facilitar el diálogo nacional, si los distintos actores políticos” lo acuerdan, para encontrar una solución a la crisis que vive el país.
Suárez recordó las protestas que sacudieron el extremo oriental del país en marzo pasado.
Clamor en las calles
“En las protestas del 17 de marzo pasado, este dolor se convirtió en un grito, en un grito que fue escuchado y que ha sido aceptado, digamos, por todos los niveles del país”, señaló Suárez. “Ese grito reflejaba angustia, reflejaba desesperación, y que la gente pedía, evidentemente, una situación diferente a la que estaban atravesando”, agregó.
El 17 de marzo pasado, cientos de pobladores de la capital santiaguera, del municipio El Cobre en la misma provincia y de Bayamo, en la provincia Granma, salieron a las calles a pedir alimentos, medicinas y el fin de los constantes cortes del servicio eléctrico.
Los problemas que reclamaron los manifestantes tuvieron un alivio momentáneo, pero siguieron sin resolverse, pese a las promesas del régimen.
La entrevista de Suárez presta atención a la declaración difundida, tras las demostraciones de marzo, por la diócesis de Holguín, que encabeza Aranguren.
“Como iglesia, nos corresponde apoyar la creación de espacios de diálogo donde puedan participar los diferentes sectores de la sociedad, para encontrar caminos que nos ayuden a seguir adelante con una disposición tranquila y esperanzada”, advierte el comunicado.
Llamado a la militancia de la fe
Por su parte, el padre José Conrado, quien oficia en la ciudad de Trinidad, al centro de la isla y es reconocido por su postura de verticalidad frente la régimen de la Habana, mientras realizaba una visita al sur de la Florida, llamó a los feligreses católicos de la diáspora a retomar la militancia de la fe, no guardar silencio ante las injusticas y unirse en oración al pueblo de Cuba para pedirle a Dios el valor de acometer las acciones necesarias para recuperar a Cuba.
Durante una misa oficiada el sábado 20 de abril en la Iglesia católica de San Miguel Arcangel, el padre Conrado pidió no permanecer indiferentes ante el mal que se apropia de pueblos, además del cubano, también del nicaragüense y del venezolano, todos víctimas de la acción de falsos líderes y clamó para que los católicos exiliados acompañen en oración a sus hermanos de fe en sus respectivos países.
FUENTE: REDACCIÓN/Martí Noticias