LA HABANA.- Cuba sigue siendo un destino atractivo para los traficantes de droga y durante el 2017 los intentos de introducir esas sustancias, tanto para usar a la isla como puente hacia otros destinos como para estimular el consumo individual, se incrementaron notablemente, según reconocen autoridades de la Aduana en el país caribeño.
En declaraciones a medios oficiales, Camilo Barrios, director de Enfrentamiento de la Aduana, confirmó que hasta noviembre último se habían detectado 94 casos, lo que significa la mayor cifra en los últimos cinco años.
De acuerdo con un despacho de la agencia de nocitias EFE, las autoridades aduaneras incautaron 57,3 kilos de estupefacientes en ese periodo, en todos los casos por vía aeroportuaria.
Desde enero a noviembre hubo 29.916 infracciones en frontera, 5.663 más que el año pasado.
De esos casos, 94 estuvieron relacionados con drogas: 38 con tráfico de estupefacientes y 56 con el consumo personal de estas sustancias, detalló el funcionario.
Las maneras de introducir drogas en la isla van desde su ingestión, esconderla en alimentos, impregnarla en hojas de papel y llevarla adherida al cuerpo, hasta ocultarla en compartimentos de equipajes o en el interior de un equipo de aire acondicionado.
Para las autoridades de la isla, este incremento está estrechamente relacionado con el aumento de la cifra de visitantes al país, toda vez que Cuba ha experimentado en los últimos años un auge turístico que le permitió el año pasado batir su récord y superar los cuatro millones de viajeros.
También han ido en aumento las operaciones aéreas y la llegada de cruceros y yates a las marinas internacionales, ssobre todo luego del deshielo provocado por el entonces presidente Barack Obama.
Un reporte publicado en noviembre último por Diario de Cuba llamaba la atención sobre lo sencillo que era comprar cocaína en La Habana. Solo es preciso tener "los contactos y el dinero necesarios. Un gramo puede costar 70 CUC (moneda equivalente al dólar), aunque se encuentra muchas veces solo con un 30% de pureza. El resto del gramo es completado normalmente con otras sustancias, como la Lidocaína (un anestésico local)".
La propia nota incluye el testimonio de un joven consumidor habitual para quien ese mercado es "un robo, pero es lo que hay. Hace un par de años era un 30% de porquería y 70% de polvo (cocaína), pero la gente se pone avariciosa. Lo 'fula' es que cuando te la metes al momento sueltas los coágulos de sangre por la nariz, al menos en mi caso".
FUENTE: Con información de EFE