Las tensiones políticas y la incertidumbre están levantando nubarrones sobre la economía peruana, que hasta hace poco navegaba sin ser afectada por los recurrentes conflictos entre gobierno y oposición en Perú.
Las tensiones políticas y la incertidumbre están levantando nubarrones sobre la economía peruana, que hasta hace poco navegaba sin ser afectada por los recurrentes conflictos entre gobierno y oposición en Perú.
La supuesta "falta de rumbo" o "impericia" del gobierno izquierdista del presidente Pedro Castillo y los intentos de la oposición que controla el Congreso de destituirlo han generado un clima que desincentiva las inversiones en una economía que busca recuperarse de los efectos nocivos de la pandemia, según expertos.
"¿Quién va a invertir en un país si no sabe si la próxima semana puede haber otro presidente?", dice el economista y consultor Joaquín Rey.
Los choques entre el Legislativo y Ejecutivo llevaron a Perú a tener tres presidentes en cinco días en noviembre de 2020. En poco más de cuatro años el país ha tenido cinco mandatarios.
Además, en ese tiempo por el Congreso han pasado seis mociones de "vacancia presidencial" (destitución) -la última contra Castillo hace dos semanas-, como las que llevaron a la caída de Pedro Pablo Kuczynski (derecha) en 2018 y Martín Vizcarra (centro) en 2020.
"Anteriormente hubo vacancias presidenciales y no entrábamos en una recesión, porque la economía iba por un canal separado a la política, pero hoy día estamos viendo un impacto muy grande de la política en la economía", afirma Rey.
En marzo, los alimentos subieron 3,41% en promedio en el país, la mayor variación mensual en 26 años, según cifras oficiales.
"Siempre compro por mayor porque me sale más económico, pero hoy no me alcanzó el dinero, así que me he quedado sin [comprar] azúcar, sin arroz y sin tallarines", dice Marisol Gamarra, de 39 años, en el mercado mayorista de Santa Anita, al este de Lima.
Los comerciantes rechazan ser culpados por las alzas.
"Dicen que los comerciantes mayoristas ganan un montón de plata ¡no!", indica Carmen Guevara, quien vende zapallos en Santa Anita.
"Yo para invertir en la chacra y sembrar este zapallo, tengo que darle semilla, tengo que darle abono para que él [un camionero] pueda traerme el producto [al mercado]. Todos los comerciantes hacemos eso", agrega
María Valencia, quien vende pollos en ese mercado, señala que "el precio se eleva por muchos factores: el insumo de los alimentos [de las aves], el transporte, al incrementarse el combustible, también repercute en todos los productos".
Para contener las alzas y apaciguar los ánimos, el gobierno eliminó el impuesto a los combustibles y elevó 10% el sueldo mínimo a 1.025 soles (277 dólares). Además, el Congreso derogó el tributo a las ventas de pollo, huevos, fideos, harina, azúcar y carnes.
La eliminación de impuestos reducirá la recaudación fiscal, en un año en que el Estado debería invertir más por la falta de inversión privada, afirma Rey.
Pero González Izquierdo cree que el gobierno optó por "dar una aspirina". "Porque [los peruanos] tenemos un tremendo dolor de cabeza" con las alzas de precios.
FUENTE: AFP