Las elecciones municipales de Brasil del próximo octubre serán claves para conocer el futuro de la política del país y tendrán un papel fundamental en el porvenir de sus partidos políticos, dijo este martes un grupo de expertos.
Los partidos políticos, el Congreso y el Senado brasileños están sumidos en un "descrédito absoluto", que desencadena en una "situación delicada" del poder ejecutivo, afirmó el investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud en la conferencia "Certezas e incertidumbres en el futuro de Brasil", organizada en Madrid por este centro y la Casa de América.
"Un regreso de Dilma Rousseff a la presidencia pondría en graves dificultades al sistema político" de Brasil, manifestó Malamud, quien cree que el país latinoamericano va a necesitar una "profunda reforma política".
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), fue suspendida del cargo de presidenta de Brasil el pasado 12 de mayo por supuestamente haber maquillado los balances de las cuentas fiscales y actualmente está a la espera de que el Senado la someta a un proceso de destitución.
Mientras tanto, la Jefatura de Estado recayó en el entonces vicepresidente de Rousseff, Michel Temer, representante del Partido Movimiento Democrático de Brasil (PNMB).
Además de la crisis política de Brasil, el país vive una crisis económica caracterizada por el descenso de la producción de materias primas y una crisis ética o moral, representada por la investigación de la "corrupción" en las contrataciones de la empresa petrolera estatal brasileña Petrobras, entre otros casos, dijo el redactor del semanario británico The Economist, Michael Reid.
El sistema presidencial brasileño "funcionó muy bien" en sus inicios, pero actualmente tiene problemas, afirmó el periodista británico, quien también alabó que las instituciones democráticas de Brasil son ahora "muy fuertes" y que su justicia ya no está "al servicio de los poderosos".
Por su parte, el decano de la Facultad de Económicas y Empresariales de la universidad española ICADE, Alfredo Arahuetes, defendió que probablemente 2016 será para Brasil "el año de la resistencia", pues la adversidad a la que se ha enfrentado ha sido "muy grande".
De hecho, Arahuetes recalcó que ningún país en condiciones normales aguantaría "una caída de las exportaciones del veinticinco por ciento", como sí lo ha hecho Brasil.
El país latinoamericano debe acometer, según Arahuetes, un ajuste de la política fiscal a medio plazo y hacerla "más armoniosa para alcanzar la estabilidad", pues en el contexto actual de Brasil no se puede "insistir en un ajuste a corto plazo".
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