La carne de res es prohibitiva en la isla. Sanciones hiper severas y un férreo control gubernamental sobre el ganado vacuno y sus criadores marcan la triste realidad alimenticia en todo el territorio nacional. En medio de estas paradojas, aflora también la desigualdad en los accesos y lasprioridades del estado, peo por sobe todo, la ineficiencia. Según un artículo de Diario de Cuba, más de 41.000 reses murieron solamente en la provincia de Camagüey en el 2020 como resultado de la desnutrición y el mal manejo del rebaño. En pocas palabras una muestra inequívoca de la debacle del sector ganadero en la provincia que aporta una cuarta parte de la leche y la carne de vaca que anualmente se producen en el país.
Diario de Cuba subraya que la muerte de los animales coincide con una de las peores hambrunas que azota a ese territorio, incapaz de revertir el desastre pecuario a pesar de recibir 36 millones de euros del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), adscrito a la Organización de Naciones Unidas (ONU). Los ganaderos camagüeyanos quedaron debiendo a la industria estatal 11 millones de litros de leche, tendencia que prevalece en los meses de enero y febrero de 2021. De igual forma, incumplieron la entrega de carne —según las autoridades— por negligencias y cuestiones organizativas.
El Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) se escuda en los efectos de la "intensa sequía" y explica que si un animal deja de beber agua por 24 horas pierde el 10% de su peso corporal y en 72 horas está en condiciones de depauperación, la realidad apunta hacia el descontrol de la ganadería.
Diario de Cuba sostiene que desde el mes de septiembre de 2020 se vislumbraba el deterioro productivo, que tendría mayores consecuencias por la insolvencia del país para garantizar la importación de alimentos en medio de la pandemia de COVID-19 y que por esa fecha, las autoridades intentaron revertir el decrecimiento de la producción de leche con el doble ordeño y la extensión del tiempo de extracción a más de 270 días, con los inconvenientes que eso tiene para la gestación de las reses y la salud de sus crías.
Entre otros datos citados en el trabajo periodístico se subraya que las tierras improductivas no se rescinden y la multa ante la muerte de un animal —por causa prevenible— es de 30 pesos, el hurto y el sacrificio ilegal se sanciona hasta con 20 años de prisión.
La crisis tiene sus orígenes en 1960, cuando comenzó el decrecimiento indetenible de la eficiencia y los rendimientos. En la actualidad, una libra de queso blanco cuesta 70 pesos y la de carne de res 150. De esta región salen los productos derivados de la ganadería que abastecen el mercado negro de Varadero y La Habana, destaca Diario de Cuba.
Camagüey garantizaba casi el 40% de la leche de toda la Isla. Ahora no pasa del 22%. Ganaderos consultados por DIARIO DE CUBA reconocieron que durante el último decenio han muerto en el territorio alrededor de 15.000 reses por año, fundamentalmente por hambre, abandono que ilustra hasta dónde el Estado compromete la soberanía alimentaria.
FUENTE: DIARIO DE CUBA