Miles de personas marcharon este sábado en Ciudad de México y en otras partes del país en el aniversario de la desaparición de 43 estudiantes, mientras que el presidente Enrique Peña Nieto, muy cuestionado por las familias, reiteró su compromiso con "la verdad y la justicia" en este caso.
Con carteles con la foto de sus hijos, los padres de 43 estudiantes encabezaron la marcha que avanzó desde las inmediaciones de la residencia presidencial de Los Pinos hasta la Plaza del Zócalo en la capital.
También hubo manifestaciones en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, entre otros estados, así como expresiones de solidaridad en otras ciudades del mundo, como París y Buenos Aires.
Durante varias horas una larga procesión de manifestantes con carteles que decían "Nos faltan 43" y exigían justicia avanzó por la principal avenida de Ciudad de México, mientras policías de tránsito acompañaban la marcha y policías antimotines vigilaban la protesta a distancia, en calles aledañas.
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"Ayotzi vive, Ayotzi vive. La lucha sigue, sigue", corearon los manifestantes que caminaron detrás de los padres en su avance hacia el Zócalo. Ahí se convocó para el 16 de octubre a una asamblea en Ayotzinapa para decidir las próximas acciones.
"Vivos se los llevaron, vivos los queremos", "no están solos, no están solos", fueron algunas de las consignas que se gritaron.
"Tengo hijos y no me gustaría que a ellos les hicieran lo mismo", dijo a DPA Teresa Acevedo, una mujer de 65 años que participaba por primera vez en una marcha por Ayotzinapa.
Por el momento no hay información oficial sobre el número de personas que se movilizaron en la capital, pero según el diario "El Universal" se reunieron unos 25.000 manifestantes.
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Al margen de la marcha, que fue pacífica, un grupo de jóvenes encapuchados que iba en la retaguardia rompió cristales de algunos comercios, lanzó cohetones y pintó consignas en muros en el centro histórico de la ciudad.
Además, arrojaron bombas de pintura roja y verde a las instalaciones del Senado. Hubo varios detenidos, según medios locales.
En Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, algunos jóvenes lanzaron bolsas con pintura roja a la sede del Congreso local como parte de las protestas.
Los estudiantes de la escuela rural del magisterio de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero (sur), fueron perseguidos y secuestrados por policías en la ciudad de Iguala, 200 kilómetros al sur de Ciudad de México, el 26 de septiembre de 2014.
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La policía los entregó después al grupo criminal Guerreros Unidos, que según algunos detenidos los asesinó e incineró en un basurero, aunque esta versión ha sido puesta en duda por un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que durante seis meses hizo su propia investigación.
"A un año de distancia de los trágicos hechos en Iguala, reitero el compromiso del Gobierno de México con la verdad y la justicia", escribió Peña Nieto en su cuenta de Twitter, horas antes del inicio de la marcha.
El presidente, que por la tarde-noche viajó a Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas, aseguró que su gobierno trabajará para que en el caso Ayotzinapa, por el cual hay 111 detenidos, "los culpables respondan ante la ley".
