sábado 19  de  abril 2025
CUBA

Navidad, privilegio de unos pocos en Cuba

La oferta de alimentos y bebidas típicas de estas celebraciones se encuentra exclusivamente en las tiendas en divisas a las que muchos no tienen acceso
Diario las Américas | IVÁN GARCÍA
Por IVÁN GARCÍA

ESPECIAL
@DesdeLaHabana

LA HABANA.- A las once de la mañana, con una temperatura que rondaba los 30 grados Celsius, cientos de personas que esperaban en la cola de la tienda en dólares ubicada en 5ta y 42, Miramar, al oeste de La Habana, intentaban escapar del Sol, refugiándose en los frondosos árboles o debajo de alguna carpa descolorida. Reinaldo, 56 años, lleva casi cuatro horas en la cola. De una mochila saca un pomo plástico de agua y se empina un trago largo para aplacar la sed. Por si lo pilla la hora de almuerzo, también se trajo de casa un bocadito de mortadella y un litro de jugo de melón.

Suda a chorros y con un pañuelo se seca el sudor. Después de cerciorarse de que no hay policías por los alrededores, se baja el nasobuco, respira aire fresco y en su teléfono móvil se pone a teclear por WhatsApp, para avisar a la gente de su grupo que, en la tienda, además de cerveza alemana y holandesa, hay queso gouda uruguayo, frijoles negros y turrones. También avisa que la cola es lenta y extensa.

El aviso popular

A falta de un sitio oficial donde los cubanos se enteren de lo que ofertan las tiendas, mercados y agros estatales, los habaneros han creado diversos grupos en las redes sociales donde se avisan de los productos en venta o los que se prevén venderán en los próximos días. “No es fácil salir sin rumbo ni información a comprar en la capital. Uno debe averiguar primero si en esas tiendas hay lo que tú quieres o necesitas. No embarcarte por gusto. Eso sí, no escapas de las colas de cinco o seis horas bajo un sol que mete miedo”, se lamenta Reinaldo.

En CUC, nada

En cualquier cola que usted haga en Cuba, siempre encontrará personajes como María Cristina, una especie de catálogo improvisado que de memoria se conoce las tiendas de La Habana y sabe dónde van a vender desde manzanas y uvas hasta adornos navideños. “Ni vayan a las tiendas en pesos convertibles. No hay nada. En algunos mercados han sacado cerveza Cristal y Bucanero, pero tienes que ir con una SWAT (brigada de policías) si quieres comprar. La matazón es de padre y señor mío”, dice en alta voz.

La misma música

El 16 de diciembre, víspera de San Lázaro, María Cristina estuvo en el Santuario, en El Rincón. “Fui con mi familia, oramos por nosotros y por los cubanos. Este 2020 ha sido terrible. Pandemia, crisis económica, escasez. Pero 2021 no pinta mejor. El nuevo ordenamiento con los precios de los alimentos que no paran de subir y el tarifazo eléctrico no augura nada bueno. Los cubanos tenemos que hacernos un despojo. Tenemos tremendo Osogbo arriba (lo negativo en la religión yoruba). Cada cual busca su culpable: el bloqueo, los yanquis, dirigentes ineptos, un sistema que no funciona. Pero la verdad es que no salimos adelante. Llevamos 62 años escuchando el mismo discurso, las mismas promesas y la misma música, como si fuera un disco rayado”.

Vivian, ama de casa, lleva varios días recorriendo las tiendas MLC (moneda libremente convertible). “Mi hermana vino de Miami y me dejó dólares para que pudiéramos celebrar las Navidades. En el mercado del reparto Naútico, en el municipio Playa, compré un pavo congelado, arroz de grano largo, frijoles negros, cerveza y sidra. Ya hasta el arroz hay que comprarlo en dólares, el que dan por la libreta es un asco. Turrones no he conseguido".

Nochebuena prohibida

Al menos los que tienen dólares o una abultada billetera, a pesar de la escasez, pueden cenar con su familia el 24 de diciembre, con pavo o carne de cerdo. Ese segmento de la población es minoritario: para la inmensa mayoría de los cubanos, la Nochebuena no es una prioridad. “¿Navidades? Si el arbolito lo vendí en 40 chavitos (cuc) para comprar comida. Si me pagan el adelanto de los mil pesos, podré comprar la carne de puerco que van a vender por la libreta. A ellos (los del régimen) les da igual que el pueblo pueda cenar o no en Nochebuena. A ellos lo que les importa es que el 31 de diciembre la gente espere la llegada del año, porque el 1 de enero coincide con el triunfo de la revolución”, confiesa Mayra, oficinista.

Una docena de personas consultadas por DIARIO LAS AMÉRICAS dijeron que no pensaban hacer ninguna celebración. El motivo principal: falta de dinero, los elevados precios de los alimentos, las largas colas y el desabastecimiento generalizado. Sandra, una de las encuestadas, se considera una 'sin dólares'. “Trabajo en la lavandería de un hospital. Con mi salario de 600 pesos (unos 25 dólares) poco se puede comprar. Tampoco puedo comprar mucho con el sueldo nuevo de 2.100 pesos. La carne de puerco, cuando aparece cuesta entre 55 y 75 pesos la libra. Los frijoles negros están entre 35 y 50 pesos la libra y el arroz de calidad a 30 pesos la libra. ¿Qué Navidad se puede celebrar así? El que no tiene dólares en Cuba vive como un pordiosero”.

Según un funcionario de comercio interior, el régimen autorizó la venta de carne de cerdo a los núcleos familiares. “Una pieza de costilla, pernil o lomo. Cada núcleo presenta la libreta de racionamiento y su carnet de identidad y le venden un trozo de unas ocho libras, de carne de cerdo ahumada y cruda. Pero aún no ha llegado a todos los municipios de La Habana y es probable que no alcance para todo el país. El precio es de 45 pesos la libra. También por la libreta se espera que vendan pescado bueno, como pargo o rabirrubia. Y, a partir del lunes 21 de diciembre, está previsto abastecer las tiendas en dólares, en cuc y en pesos, con cerveza, pollo, salchichas y otros alimentos”.

Los “sindólares”

Hildelisa, madre de dos hijos, ya compró carne de cerdo ahumada en un mercado estatal. “Me costó 600 pesos, tuve que pedir dinero prestado. En la carnicería están esperando la carne cruda, al mismo precio. La carne la dividiré en dos partes, una para el 24 y otra para el 31. Además de carne de puerco, comeremos arroz blanco, yuca con mojo, ensalada de tomates y va que chifla. Ah, y frijoles negros, si se ablandan porque los que dieron por la bodega son unos balines (duros). ¿Turrones, cerveza, manzanas? No, mi’jo, eso es pa'los que tienen parientes en la yuma [EEUU]”.

Faltan unos días para que finalice 2020 y apenas existe ambiente navideño en La Habana. Si en 2018 los negocios privados colocaban árboles gigantescos repletos de colores y luces, ahora brillan por su ausencia. “La pregunta que debemos hacernos es si la mayoría de los negocios particulares, sobre todo los gastronómicos y de hospedajes, podremos sobrevivir al desabastecimiento, al aumento de la tarifa eléctrica y a las nuevas reglas de juego que por lo general penalizan a los emprendedores privados. Creo que no”, afirma Guillermo, dueño de una paladar en Nuevo Vedado.

Un amplio número de cubanos de a pie coinciden con él. En estas Navidades no hay mucho que celebrar en Cuba.

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