MIAMI.- El régimen cubano podría estar trazando un plan de “mayor envergadura para aislar o hacer callar” al opositor y realizador independiente Rolando Rodríguez Lobaina, tras su regreso del reciente viaje de trabajo que realizara a EEUU y que utilizó para tener encuentros con legisladores cubanoamericanos y activistas exiliados que respaldan la labor del periodismo independiente y la oposición en la isla.
En declaraciones a DIARIO LAS AMÉRICAS, Lobaina hizo la denuncia vía telefónica desde el oriente de Cuba, en donde reside y realiza su labor en defensa de quienes disienten de la dictadura.
Rodríguez Lobaina, quien fundó y dirige la agencia de audiovisuales Palenque Visión, encargada de producir videos cortos y documentales que recogen el testimonio de los atropellos a los que es sometido el pueblo, sostuvo que su “sospecha” tiene como sustento un “incremento” en la vigilancia que realizan “agentes de la Policía Política” y por lo cual se siente asediado.
El opositor explicó que durante más de 20 años en la “orilla de la oposición” ha logrado identificar a quienes son "simples vigilantes del sector o personas que trabajan con los CDR (los llamados Comités de Defensa de la Revolución), [que fungen como entidades de control político en los vecindarios]".
Pero, en este caso —según dijo—, “los que me vigilan día y noche, y van detrás de mí a todas partes, que algunos amigos también los han visto, son agentes de la Policía Política que uno reconoce por la forma de vestir, por el pelado que usan [corte de cabello] e incluso, por la forma de mirar”.
“Yo sé que quieren hacerme algo”—, advirtió Lobaina. “Porque la intención del régimen es que no siga en mi labor por toda la isla”, y se refirió a una advertencia específica que le habría hecho un activista identificado como William Tamayo Ramayo, quien le informó que “mi casa está sitiada por efectivos de la Policía Política”.
En ese mismo sentido, Rodríguez Lobaina escribió este jueves un mensaje en su cuenta de la red social Facebook, en el que asegura que “amanece enrarecido el ambiente” y menciona que “ya he visto secuaces (militares) dando vueltas”, a quienes les pide que “no jueguen a las escondidas”.
Además, en la misma publicación en la que diferentes personas lo exhortan a seguir adelante con su lucha, se puede leer que “días difíciles se acercan para el Movimiento Contestatario en Cuba”, y afirma que “no hay miedo, no hay nada que perder y sí mucho que ganar: la libertad”.
En sus declaraciones, el realizador aseguró que en el lugar donde vive en Guantánamo “no hay ningún tipo de solidaridad hacía mí, ni nadie me va a alertar de nada que puedan estar planeando en mi contra porque aquí están las casas de muchos militares de alto rango, con los que no tengo ninguna relación”.
“Estos militares y el mismo régimen nos ven como provocadores y, en el pasado, he sufrido robos extraños en mi casa, de donde se han llevado mis equipos de trabajo, y nadie ha logrado ver nada”, anotó.
El mes pasado, tras un viaje de trabajo que realizó a Estados Unidos, Lobaina, como se le conoce popularmente, fue detenido en el sector habanero del Vedado en el marco de “un aparatoso despliegue de efectivos de la Seguridad del Estado”, con oficiales vestidos de civil, según relató el mismo opositor.
Al momento de su detención en mayo pasado, DIARIO LAS AMÉRICAS logró contactar a su esposa Aliannis Astray, quien aseguró que “algunos activistas nos habían advertido que había una misma persona desde temprano merodeando la casa”, en donde se alojó el opositor temporalmente, en la capital cubana.
Durante el arresto, que se prolongó por más de seis horas, Rodríguez Lobaina contó que fue conminado a hablar de su relación y reuniones en Miami con el también opositor cubano exiliado Santiago Álvarez, quien está al frente de la organización Rescate Jurídico, y es señalado por la dictadura castrista de “instigar actos violentos” en su contra.
De acuerdo con el testimonio de Lobaina, las autoridades cubanas lo acusan de estar organizando un “movimiento de lucha”, por lo que habría sido “amenazado” con aplicarle “severas sanciones” contempladas en los artículos 98 y 99 del Código Penal, por hechos relacionados con “rebelión y sublevación o acciones violentas contra de la revolución”.