LIMA.- El diálogo que sostendrán el próximo martes el presidente Pedro Pablo Kuczynski y la principal líder de oposición, Keiko Fujimori, podría abrir un nuevo escenario en el Perú, donde hay problemas por los choques entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Con Kuczynski y Fujimori cara a cara por primera vez tras casi un año de Gobierno, se podría lograr, según analistas, que los dos poderes marchen juntos al menos en temas como la reconstrucción del país (después del fenómeno meteorológico que causó destrozos este año) y la lucha contra la corrupción.
Pero no todos comparten el optimismo: "Ese diálogo será solo un breve respiro para el Gobierno en un prolongado proceso de fragilidad que continuará", afirmó el politólogo Santiago Mariani.
"Que Fujimori busque demostrar que quiere cerrar un año de conflicto no significa que los siguientes meses sean más tranquilos. Pueden venir nuevas crispaciones", advirtió a su vez Arturo Maldonado.
Fujimori, que se negaba a dialogar con Kuczynski y que impulsa una fuerte oposición con su partido de derecha radical Fuerza Popular (FP), que tiene mayoría absoluta en el Congreso, sorprendió el lunes al pedir un diálogo sobre "temas medulares".
La reunión es necesaria porque "a la desaceleración evidente de la economía se suma un ambiente político de creciente crispación", dijo en una carta la hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori, quien propuso como mediador del diálogo al líder socialcristiano Luis Bedoya Reyes, de 98 años.
"El Perú debe avanzar para generar la seguridad y el empleo que deseamos. Esto solo se logrará si las principales fuerzas políticas se ponen de acuerdo", respondió Kuczynski.
El encuentro será en Palacio de Gobierno por decisión de Kuczynski, quien descartó la presencia de un mediador.
Desde que empezó Gobierno de derecha liberal, FP ha puesto trabas y ha disparado su artillería contra los ministros, al punto de que ha logrado la salida de tres, mientras otros se mantienen en la mira, incluido el presidente del Gabinete, Fernando Zavala.
El Gobierno se mostraba vacilante y sin reflejos para resistir la ofensiva. Por eso sorprendió que fuera Fujimori la que asumiera la iniciativa de diálogo, algo que para analistas es una buena jugada política en momentos en que se le tilda de obstruccionista.
"Sorprende que la invitación salga de quien está arrinconando al rival. Uno esperaría que quien invoque al diálogo sea quien está arrinconado", dijo Maldonado.
"Es un paso importante que le quita iniciativa al Ejecutivo y deja en mala posición al presidente, pues el diálogo debió ser convocado por él. Con esto, ella (Keiko) contrarresta las críticas de que está en las sombras sin ánimos de conversar", añadió el analista Enrique Castillo.
Para Castillo, la actitud de Keiko también tiene que ver con la supuesta lucha por el liderazgo en el interior de FP, pues contrarresta a su hermano menor, el parlamentario Kenji Fujimori, que se apartó de la línea oficial del partido para ser más conciliador.
"(Keiko) les quita las luces a su hermano y logra lo que él no pudo hacer: dialogar con el presidente", argumentó Castillo.
El diálogo quedó planteado a tres semanas de que Kuczynski cumpla el primero de cinco años de mandato y en medio de rumores crecientes, pero sin confirmar, de un posible indulto para Fujimori padre, quien desde 2007 purga una pena de 25 años de cárcel como autor mediato de 25 asesinatos y dos secuestros.
FUENTE: dpa