LIMA.- Un equipo médico legal de la Fiscalía se trasladó a la sede de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales de Perú, donde el expresidente Pedro Castillo permanece detenido para realizarle un examen toxicológico, según dijeron fuentes al diario El Comercio.
La prueba se va a llevar a cabo como parte de la investigación preliminar contra Castillo, quien está acusado de un delito de rebelión, por un intento de golpe de Estado contra el Congreso.
Esta noticia se dio a conocer después de que varios allegados al político hayan puesto en cuestión el estado en el que se encontraba el expresidente en el momento de leer el discurso con el que disolvió la Cámara y convocó elecciones anticipadas.
Horas antes, el congresista Guido Bellido, que fue el primer jefe de gabinete del Gobierno de Castillo, aseguró que este "no se encontraba en sus facultades" en ese momento y planteado que podría haber sido un movimiento "inducido", por lo que demandó una prueba toxicológica.
Entre tanto, el exministro de Defensa de Perú, Gustavo Bobbio, aseguró que ninguno de los miembros del Gabinete ministerial conocía las intenciones del expresidente de disolver el Parlamento e instaurar un Gobierno de excepción.
Bobbio, último nombramiento de Castillo y quien apenas ocupó la cartera de Defensa cuatro días, se desmarcó de las últimas decisiones del mandatario, que finalmente le acarrearon su destitución y detención.
"Si lo hubiera preparado conmigo, en primer lugar hubiera tenido que estar de acuerdo y sin duda no hubiera hecho algo tan torpe", señaló Bobbio en declaraciones a la emisora peruana RPP, donde reconoció que los ministros estaban "atónitos" viendo la deriva del mandatario.
El exministro incidió en que durante su corto periplo como encargado de Defensa dio indicaciones claras al alto mando militar para mantenerse en todo momento "dentro de la absoluta gobernabilidad y respeto a la Constitución".
Confirmó que, tras el decreto de Castillo, llamó al comandante general de Ejército para que cerrara los cuarteles a fin de evitar posibles enfrentamientos o incidentes con la población civil.
Bobbio reconoció que la declaración de Castillo fue "una torpeza total", si bien trató de comprender su modo de actuar como el de "alguien harto de que fastidien a su familia". "Fue un 'ya no doy más' y expresión lo que él deseaba", dijo.
FUENTE: Con información de Europa Press