BOGOTÁ.- Al menos 215 activistas de los derechos humanos fueron asesinados el año pasado en Colombia, la cifra más alta desde que se iniciaron los registros en 2016, reveló este lunes la Defensoría del Pueblo.
BOGOTÁ.- Al menos 215 activistas de los derechos humanos fueron asesinados el año pasado en Colombia, la cifra más alta desde que se iniciaron los registros en 2016, reveló este lunes la Defensoría del Pueblo.
"No solo se trata de cifras, hay que pensar en 215 familias duramente golpeadas y en las comunidades afectadas que se quedan sin las personas que luchan por sus derechos", dijo el jefe de la Defensoría, Carlos Camargo, en un video enviado a la prensa.
Desde que Colombia firmó la paz en 2016 con la entonces guerrilla de las FARC se han registrado un total de 1.113 homicidios de activistas, según la entidad que vela por las garantías fundamentales.
"En 2016 fueron asesinados 133, en 2017 la cifra llegó a 126, en 2018 el registro fue de 178, en 2019 fueron 134, para el 2020 subió a 182 y en 2021 alcanzó las 145 víctimas mortales", precisó la Defensoría en un boletín.
El organismo estatal determinó que entre los muertos el año pasado hay 47 representantes indígenas, 18 líderes campesinos o agrarios y ocho sindicalistas.
Los departamentos con mayor número de casos fueron Nariño (35), Cauca (26), Antioquia (22) y Putumayo (22), corredores del tráfico de drogas en el mayor productor de cocaína del mundo.
A lo largo de más de medio siglo de guerra interna los homicidios contra los líderes son recurrentes. Organizaciones sociales denuncian que guerrilleros que siguen alzados en armas, miembros de grupos narcotraficantes y agentes estatales estarían detrás de las muertes.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, asegura apostar por una salida negociada del conflicto con los distintos grupos armados para desactivar la violencia que siguió al histórico acuerdo de paz.
Sin embargo, desde comienzos de año rige una tregua de alto al fuego entre el gobierno y las disidencias de las FARC, que se apartaron del pacto, la mayor banda narco conocida como el Clan del Golfo y las Autodefensas de la Sierra Nevada de origen paramilitar.
Además, Petro negocia la paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida en Colombia.
"Esperamos que los diálogos con el ELN y el cese bilateral con otros grupos armados ilegales, signifique también una disminución de las acciones contra líderes", dijo Camargo.
Colombia es uno de los países más peligrosos del mundo para los activistas, según oenegés como la internacional Global Witness, que en su último informe de 2021 lo señala como el segundo más letal para los ambientalistas (33 muertos).
FUENTE: Con información de AFP