Feria Internacional de La Habana: una puesta en escena para vender humo

La 39va Feria Internacional de La Habana se desarrollará hasta el sábado 11 de noviembre en Expocuba.

Los jerarcas del régimen recorrieron la feria intentando atraer nuevas inversiones económicas para una Cuba empobrecida, cuando la realidad es que el "sector privado" de la isla es controlado por el ejército cubano, a través del conglomerado GAESA, un monopolio de empresas estatal que opera con absoluto secretismo y está por encima de todo control o auditoría-

GAESA es un conglomerado de empresas perteneciente al Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar) que controla hoteles, agencias de viajes, transportación marítima, inversiones inmobiliarias, tiendas, estaciones de gasolina, elaboración de explosivos, servicios financieros y de telecomunicaciones, importaciones y exportaciones, entre otros negocios.

El gigantesco holding liderado por militares y funcionarios cubanos maneja los sectores claves y más lucrativos de la economía cubana, y se expande al mundo en compañías offshore que supuestamente sirven para evadir las sanciones de Estados Unidos, pero también para mover recursos sin ninguna fiscalización.

Castrismo detrás de GAESA

El consorcio controla el 90% del mercado dolarizado y la captación de la divisa circulante en el país a través de tres fuentes fundamentales: las tiendas MLC (TIENDAS Panamericanas, TRD Caribe, la red de gasolineras, etc.); FINCIMEX, para captar las remesas que llegan del exterior, y GAVIOTA, con su red de más de 110 hoteles (absorbe más del 70% de lo que genera el mercado hotelero) y sus servicios colaterales (renta de autos, restaurantes).

Mediante GAESA, el régimen cubano ha puesto en marcha construcciones millonarias en la Isla, muchas de ellas han quedado inconclusas.

Según el viceprimer ministro y titular de Comercio Exterior del régimen, Ricardo Cabrisas, en la feria se han congregado este año 800 empresas de más de 60 países.

A través de estas "ferias Internacionales", el régimen busca promover a las MIPYMES, que "son una fachada de GAESA para tratar con mercados que no confían en ellos", han perdido todas sus líneas de crédito, han perdido proveedores por impago, reseña Diario de Cuba.

El historiador cubano Oscar Grandío, aseguró que mientras la pobreza y la represión aumentan en la Isla, el régimen se esconde detrás de un supuesto sector privado para tener acceso a los mercados internacionales y mantenerse en el poder, reseñó Diario de Cuba.

"Emprendedores vitrinas"

Grandío afirmó que la dictadura trata de sortear las sanciones de EEUU a través del empoderamiento de un supuesto sector privado en Cuba, y asegura que esto explica la reconversión de exmilitares y funcionarios estatales o sus familiares en emprendedores vitrinas, siendo el régimen el que se beneficia de esa flexibilización.

"El éxito de la estrategia de darle libertad y concesiones a un sector privado, que en realidad esconde a la élite política en Cuba, implicará el desmantelamiento total del Estado como garante de derechos mínimos", resaltó Grandío.

Asimismo afirmó que "Nadie puede emprender en Cuba sin la bendición del régimen".

Venta de "humo"

Grandío, profesor de economía jubilado, asegura que “las ferias comerciales en Cuba forman parte de las puestas en escenas que tanto le gustan al régimen. Es una forma de vender humo. Pero las leyes y estructuras económicas nuestras no están diseñadas para atraer a inversores extranjeros. Al contrario. Los espantan, sobre todo cuando se hacen públicos casos de empresarios que han sido procesados o les han incautados sus negocios”.

"Nadie puede emprender en Cuba sin la bendición del régimen. Esto hace que el modelo sea fallido desde lo legal, lo ético, lo político y lo económico. Se basa en la exclusión de quienes se oponen al régimen, y esto es un tipo de apartheid. El enriquecimiento de estas empresas fachada le permite a la élite política mantenerse e invertir los capitales remanentes en más hoteles o repatriarlos", afirma afirma el historiador Diario de Cuba.

En este entramado, la pieza clave es GAESA que, considera Grandío, busca maximizar sus ganancias y convertir a la ciudadanía cubana en clientes de pago.

Empresarios cubanoamericanos

Cabrisas destacó lo que llamó “valentía” de un grupo de compañías de Estados Unidos, cuyo gobierno mantiene sanciones contra el régimen comunista de la isla que prohíben el comercio —y que fueron endurecidas durante el gobierno del expresidente Donald Trump—, excepto en sectores como la alimentación y la medicina.

Es el segundo año que se presentan firmas de dueños cubanoestadounidenses, un sector que por razones políticas no tenía acceso al mercado local, pues aunque las leyes les permitían invertir en la isla, sus solicitudes para asentarse eran sistemáticamente denegadas.

“El activo más grande que tiene nuestro país es su diáspora y nos tienen que dar una bienvenida; nosotros queremos llegar aquí a invertir, queremos ser parte de este proceso de apertura económica”, dijo Hugo Cancio, gerente de la firma Katapulk, que comercializa alimentos y electrodomésticos en Cuba. Katapulk fue la primera empresa de un cubano-estadounidense aceptada por la Cámara de Comercio del régimen castrista.

Mientras tanto, la asistencia de visitantes es raquítica en un país donde la pobreza es casi generalizada y conseguir alimentos para llevar a la mesa es un desafío diario.

La Feria Internacional de La Habana concluye el sábado 11 de noviembre.

FUENTE: AP/Diario de Cuba/martinoticias.com/DLA