lunes 17  de  marzo 2025
PROTESTAS

Represión y sangre a costa del canal interoceánico en Nicaragua

NICARAGUA.- Según grupos ambientalistas, unas 30 mil personas serían afectadas con las expropiaciones en el centro y sur del país si se hace un proyecto que aún sigue siendo duda, por el secretismo con que el gobierno lo maneja

 

NICARAGUA.- JOSUÉ BRAVO-Especial DLA

Ni los eventuales daños al lago de Nicaragua, mucho menos la “entrega de la soberanía a los chinos”, la duda sobre su viabilidad económica, la falta de financistas o el oscuro juego geopolítico como trasfondo.

Nada de estos elementos señalados por grupos ambientalistas y la oposición política pudo calar tanto en una parte de la población que rechaza el canal interoceánico, como el temor de los campesinos a las expropiaciones de sus propiedades ubicadas en lo que será la ruta del proyecto.

El miedo de quedar sin nada motivó a campesinos y agricultores del centro y sur del país a protestar en las calles con el desenlace conocido por muchos.

El desalojo policial violento de los manifestantes de El Tule y Tola, comunidades de las provincias sureñas de Río San Juan y Rivas, respectivamente; la madrugada del 24 de diciembre; ensombreció la víspera de la navidad en Nicaragua.

Temen perder sus tierras

Unos dos mil manifestantes que no quieren el canal por la eventual pérdida de sus terrenos, fueron reprimidos con saña por la policía, dejando a cerca de 50 campesinos con parte de sus dirigentes detenidos, una cantidad similar de heridos entre ciudadanos y policías; y denuncias de los pobladores de que el Ejército de Nicaragua en pleno desalojo impidió el acceso a servicio de salud a los afectados.

A la fecha hay 6 detenidos en celdas de máxima seguridad en Managua, la capital nicaragüense, quienes junto a los liberados por presiones políticas y de grupos de derechos humanos, serán acusados en los tribunales en un eventual juicio en el cual el objetivo principal, será sentar un precedente para sembrar el miedo, con el afán de evitar futuras sublevaciones contra el proyecto. La lucha de los campesinos es más que justa.

La ley 840 creadora del canal interoceánico, ofrece pagar al precio del catastro (costo al que fueron registrada cuando las adquirieron) las propiedades a expropiar y no al valor del mercado. Eso significa la pérdida de sus terrenos, viviendas y de la actividad agrícola de la cual muchos subsisten. Según grupos ambientalistas, unas 30 mil personas serían afectadas con las expropiaciones en el centro y sur del país si se hace un proyecto que aún sigue siendo duda, por el secretismo con que el gobierno lo maneja.

Gobierno promete pagar precios justos 

En su afán de calmar los ánimos de los campesinos, el presidente Daniel Ortega y el dueño de HKND, la empresa china concesionaria del canal, Wang Jing; manifestaron que pagarán precios justos por unas 90 mil manzanas de tierras donde será la ruta y no hablaron de expropiaciones, el término al que muchos temen, sino de compensación monetaria, intercambio de terrenos o una casa a cambio del lote donde los campesinos viven.

Todo eso se resolverá, dijeron, a inicios de 2015. De momento los campesinos se han retirado de las calles por temor a represiones, pero siguen quejándose sobre el futuro de sus propiedades. Así se lo comunicaron al vocero de la Comisión del Gran Canal Interoceánico, Telémaco Talavera, quien se reunió por primera vez con cientos de campesinos de la colonia La Fonseca, a 28 kilómetros de Nueva Guinea, en la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS). 

El proyecto lo llevan los chinos 

Líderes campesinos de 36 comunidades exigieron derogar la ley 840 y entre la indignación, le recordaron a Talavera como meses atrás un grupo de chinos acompañados custodiados por oficiales del Ejército midieron sus parcelas sin antes haberles consultados.

En ese momento solo les indicaron a los campesinos que por ahí pasaría el canal, sin dar mayores detalles y a las familias que construían o hacían remodelaciones a sus viviendas les indicaron que se abstuvieran de continuar porque pronto se construiría la obra sobre sus propiedades. De ahí empezaron las primeras marchas, con respaldo de ambientalistas y algunos políticos de oposición; a pesar del acoso gubernamental para evitarlas.

La queja de los campesinos es un fiel ejemplo de la división que existe en Nicaragua en torno a este proyecto, del cual una parte liderada por el gobierno cree en él y lo defiende como una panacea a los problemas económicos de Nicaragua, porque la empresa china habla de la creación de 50 mil empleos solo para su construcción. Sus críticos lo ven surrealista, mucho menos lo hallan rentable por su enorme costo de construcción de 50 mil millones de dólares.

Lo atribuyen a una artimaña más de Ortega para jugar con el sentimiento de los nicaragüenses y seguirse perpetuando en el poder. “Ortega ha ignorado las protestas y reclamos, a espaldas totalmente de los intereses nacionales (…) a sangre y fuego se pretende imponer la ignominiosa entrega de Nicaragua”, denunciaron organizaciones civiles en un pronunciamiento de rechazo luego del desalojo violento a los campesinos.

El 22 de diciembre el gobierno y HKND inauguraron el inicio de las obras del proyecto, pero más allá de un acto simbólico fue otro ejemplo de un proyecto mal concebido, con roces de certidumbre pero con más elementos de dudas. Un proyecto que el mismo gobierno, por su discreción de manejar todo asunto, lo puso a navegar entre la utopía y la realidad. Al menos es lo que hasta el momento se aprecia. La inauguración fue el inicio de aperturas de caminos que según el gobierno, servirán para llevar la maquinaria para abrir la zanja del canal. El acto fue con la parafernalia que caracteriza al gobierno, pero sin presentar estudios ambientales que respalden su desarrollo. Tales estudios estarán, según HKND, hasta inicios o mediados del 2015.

Daños e impacto ambiental 

De parte de la empresa china y el gobierno se desconoce las implicaciones al Lago de Nicaragua y resto del ambiente. Los ecologistas agremiados al grupo Cocibolca, el mismo nombre del lago de Nicaragua, se queja de que aún no hay resultados de los estudios de impacto ambiental, social y cultural; tampoco los estudios de factibilidad financiera, económica y comercial. Denunciaron asimismo que sigue sin presentarse la justificación técnico-científica y financiera que sustente la ruta elegida.

El canal atravesará 18 ecosistemas, el Corredor Biológico Centroamericano y el lago Cocibolca, el mayor reservorio de agua del istmo. El día de la inauguración del inicio de las obras, Wang Jing habló por primera vez con los medios de prensa. Aseguró que el proyecto no estaba inmerso en ningún juego geopolítico de China y que se financiaría mediante bolsa, la cual no precisó. El líder opositor, Eduardo Montealegre, asegura que las declaraciones del empresario chino demuestran que no tiene el capital para desarrollar la obra y por lo tanto, no es sostenible financieramente para Nicaragua. Montealegre ve difícil que una empresa nicaragüense entre en las principales bolsas de valores del mundo como la de Nueva York, Estados Unidos; de Londres, Inglaterra,;de Hong Kong o en la de Fráncfort, Alemania; y que nadie querrá invertir en una empresa desconocida. Otra duda es sobre la mano de obra que se usaría en el desarrollo del canal. Los chinos por naturaleza usan obreros de su país.

 

El canal interoceánico sigue siendo el eterno sueño

En Nicaragua se tiene la esperanza de que sean, al menos una parte, nicaragüenses quienes laboren en las construcciones. Hoy por hoy el canal interoceánico sigue siendo el eterno sueño de los nicaragüenses, quienes agobiados por el desempleo y la pobreza, buscan una oportunidad para el desarrollo.

Ese sentimiento sabe manejarlo bien Daniel Ortega, quien hace alarde mencionando las virtudes de su mega obra para mantener adeptos. La idea de su construcción data desde 1534. El de ahora tendrá una longitud aproximada de 278 kilómetros, 105 de ellos por el Lago Cocibolca. Contará con exclusas en el Pacífico y en el Caribe, con una anchura de unos 520 metros, incluyendo las bahías laterales, y una profundidad que variará entre los 27 y los 30 metros. Permitirá el paso de buques con capacidad de hasta 25,000 contenedores o 400,000 toneladas y petroleros de hasta 320,000 toneladas.

Su realidad está por verse. HKND asegura que en el primer trimestre de 2015 resolverá el problema de las propiedades, empezará a licitar el diseño preliminar y se completará el estudio de impacto ambiental. Después de la mitad el año se licitará las obras del proyecto y se iniciarán las excavaciones. Al finalizar 2015 se harán licitaciones y construcción de las primeras exclusas, según el empresario Wang Jing.

 

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