En 2023, Carvajal, quien fuera jefe de la contrainteligencia militar durante el chavismo, terminó siendo extraditado a los Estados Unidos, luego de varios años de detención en España. Si bien al principio de su proceso judicial se había declarado no culpable, a mitad de este año modificó su declaración, por lo cual se cree que ha estado proporcionando datos sobre rutas, movimientos de dinero y nexos entre altos funcionarios del régimen venezolano y grupos delictivos de la zona, todo esto buscando una pena menor. Su aporte está sirviendo, a juicio de analistas, para unir cabos sueltos en investigaciones que están en curso por el Departamento de Justicia, la DEA y otras entidades federales.
Negociaciones selladas
El retraso en la sentencia de Carvajal —ahora prevista para noviembre— no solo respondería a razones procesales, sino a una fase de verificación de datos considerados estratégicos, asegura un experto consultado por DIARIO LAS AMÉRICAS.
“Se le ha dado tiempo, primero para confirmar varias cosas que pudo haber dicho. Entonces, si se confirma, con seguridad 100% su sentencia será más leve. No la van a dejar gratis, libre, pero le van a dar mucho menos años”, explicó José Adán Gutiérrez, comandante retirado de la Marina de los Estados Unidos a este rotativo.
De acuerdo con el analista, Carvajal no solo estaría entregando información, sino que su testimonio se usa como base de operaciones que las agencias estadounidenses afinan con extremo cuidado.
“Creo que, en estos momentos, incluyendo las operaciones que se han aprobado en la CIA, es simplemente una confirmación para que después no haya lugar para equivocarse”, explicó.
La posición que ocupó “El Pollo” durante años le dio acceso directo a información sobre movimientos financieros, redes de protección y estructuras paralelas al Estado venezolano.
“A la altura donde él estaba, sabe básicamente todo. Sabe nombres, sabe operaciones, sabe métodos, y esto es como un sueño realizado para las agencias nuestras”, indicó Gutiérrez.
Según el oficial retirado, las declaraciones del antiguo jefe de inteligencia del régimen venezolano representan una oportunidad única para que Washington construya casos sólidos contra funcionarios y operadores vinculados al narcotráfico, en un momento donde la presión militar para combatir el narcotráfico ha llevado a EEUU a tener presencia militar en las aguas del Caribe.
“Con eso (la información que revele Carvajal) van a poder no solamente sustentar legalmente el caso en contra de los corruptos en Caracas, sino que van a poder saber dónde precisamente llegar, quién juega qué papel, dónde está el dinero, cuáles son los métodos, cuáles son los procesos”.
Además, detalla, que, para las agencias estadounidenses, el valor de lo que Carvajal ha contado es incalculable.
“Es casi como si el mismo (Nicolás) Maduro nos estuviera contando, porque este señor estaba tan cercano al liderazgo, que sabía con exactitud, no solamente lo que estaba pasando, sino lo que estaban haciendo para contrarrestar que se les fuera a capturar o que se descubrieran sus operaciones. Es una inteligencia invaluable”.
Desde el punto de vista legal y de cooperación internacional, el comandante retirado Jesús Romero coincide en que Estados Unidos puede haber usado la información de Carvajal para fortalecer procesos judiciales y estrategias de inteligencia.
“Yo no soy un fiscal ni un abogado, pero he trabajado en casos donde este tipo de información llega a manos de la fiscalía. En la mayoría de los casos, cuando la información beneficia los intereses de Estados Unidos, los fiscales la utilizan para negociar sentencias reducidas o para estructurar casos mayores. Si el Pollo Carvajal aportó datos útiles, eso lo ayudaría ante el juez, y al mismo tiempo serviría al gobierno norteamericano para ir tras objetivos de más alto nivel”, explicó.
Romero aclara, sin embargo, que buena parte de los detalles sobre la cooperación del exjefe militar siguen siendo secretos. “Nadie aquí en Estados Unidos ha leído exactamente cuál es la naturaleza de su negociación, porque ese es un archivo sellado. Cuando esos documentos se abran, sabremos qué fue lo que realmente entregó”.
El exoficial también considera posible que Carvajal haya servido como pieza en el engranaje de inteligencia estadounidense. “Es muy posible que haya habido discusiones entre el Pollo Carvajal y la DEA o alguna otra agencia. Pero la información que se usa para operaciones actuales no proviene solo de él; se combina con datos de informantes en tiempo real, incluso de México o de otros países de la región”.
Presión regional
Para Romero, más allá de la cooperación judicial, el impacto de testimonios como el de Carvajal se refleja en la política exterior. “El Departamento de Justicia podría usar esa información para demostrar la relación del Cartel de los Soles con otras organizaciones y evidenciar que figuras como Carvajal y Clíver Alcalá actuaron bajo conspiración. Pero gran parte de esos datos ya son viejos. Lo importante ahora es cómo la inteligencia actual de Estados Unidos se apoya en esa base para sus operaciones en el Caribe y Sudamérica”.
Desde la perspectiva operativa, según explica José Gutiérrez, EEUU no maneja el caso solo como una causa judicial, sino como parte de su estrategia para desarticular un entramado con características de grupo terrorista.
“Ahora son catalogados como terroristas. Entonces ya no va a ser necesariamente que a ver si se le puede arrestar cuando sale del país, sino que legalmente Estados Unidos se ha adjudicado el poder de tener que extraer a esta gente si se le tiene que extraer. El poder de atacarlos en el mismo país donde están operando”, explicó.
La administración de Donald Trump ya ha aplicado esa línea de acción en otros contextos regionales. “Lo vimos, por ejemplo, con la reunión del secretario Marco Rubio y la presidenta de México, donde no fue ninguna reunión amistosa con pastelitos y cafecitos, sino que se le dijo a la presidenta: ‘nosotros sabemos esto y estamos esperando que usted tome acción’. La relación de seguridad cambia y la soberanía se la tiene que ganar”, agregó.
Esa combinación de inteligencia, presión diplomática y cooperación judicial es la que hoy mantiene bajo escrutinio a Caracas y sus aliados. “Toda esta fuerza de tarea y todo este poderío que está enfrentándose a Venezuela es por información concreta, como la que se le está sacando a este señor (Hugo Carvajal)”, señaló Gutiérrez.
Romero, en sintonía, considera que el papel de Carvajal y de otros exmilitares detenidos podría extenderse más allá de sus condenas. “Cuando estos individuos colaboran, lo hacen para salvar su pellejo, no por patriotismo. Pero su testimonio puede servir para armar casos contra otros líderes del Cartel de los Soles, contra miembros de las FARC o del crimen organizado en México. Esa información es fundamental para estructurar casos criminales y sostenerlos en cortes federales”, sostuvo.
Mientras tanto, el exjefe de inteligencia venezolano espera que su colaboración con la justicia estadounidense le permita una reducción sustancial de la pena y mejores condiciones carcelarias. Para Washington, en cambio, su testimonio es más que una declaración: es una pieza que puede consolidar años de investigación y exponer, con nombres y detalles, cómo el narcotráfico y el poder político se entrelazaron en Venezuela y, según reportes, por la región.