MANAGUA.-JOSUÉ BRAVO
Especial
Exaliados de Daniel Ortega reiteran que la fecha es “un buen día para recordarle que los días de su régimen corrupto y vendepatria están terminando”
MANAGUA.-JOSUÉ BRAVO
Especial
El sandinismo celebra el 37º aniversario de la caída del somocismo, la dictadura que gobernó Nicaragua durante 45 años, en medio de un cuestionado proceso electoral que acusa al actual presidente Daniel Ortega de haber convertido a la llamada revolución sandinista en un sistema similar al derrocado por las armas en 1979.
Los sandinistas, repitiendo el discurso del Gobierno, celebraron la fecha el 19 de julio y dijeron festejar un año más de libertad, paz, unidad y victoria con el gobierno que preside el comandante Ortega y la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.
En tanto, disidentes sandinistas, y quienes empuñaron las armas contra la dictadura somocista, como la exguerrillera sandinista, dicen que ahora “que conmemoramos el momento en que salió del poder el último de los Somoza, es un buen día para recordarle a Ortega que los días de su régimen corrupto y vendepatria están terminando”.
Entre ellos destaca la exguerrillera Dora María Téllez, que estuvo el 22 de agosto de 1978 en el comando sandinista que tomó por asalto el Palacio Nacional e hizo rehenes a los legisladores afines al expresidente y dictador Anastasio Somoza Debayle.
Según recogió el rotativo nicaragüense La Prensa, Téllez, fundadora del disidente Movimiento Renovador Sandinista (MRS), “los nicaragüenses sabremos ponerlo en su lugar (a Ortega) y establecer la democracia, la justicia, la honradez”.
Luego añadió: “Ortega ha traicionado la sangre de los caídos, mancillado su memoria, vendido los ideales por los que lucharon miles de combatientes. Se ha enriquecido mientras los excombatientes y retirados del Ejército están pasando penurias”.
Sostuvo que Ortega “es dueño de riquezas mientras miles de jóvenes tienen que emigrar para buscar empleos y oportunidades”.
“Ortega ha establecido un régimen que humilla a miles de nicaragüenses, que nos margina y nos confisca nuestros derechos”, denunció.
Téllez recordó que la dictadura somocista cayó por la voluntad y la decisión de la mayoría del pueblo nicaragüense, “el mismo pueblo que se hará cargo de pasar a Ortega al basurero de la historia”.
“Me enorgullece ahora, como entonces, estar del mismo lado de la vida. Luchando contra una dictadura”, concluyó.
Celebración
Como ha sido usual desde que Ortega asumió de nuevo el poder en 2007, el Gobierno preparó una megacelebración con un enorme derroche de recursos públicos, a favor de una celebración partidista.
El domingo 17 de julio el sandinismo celebró la huida del país de Somoza Debayle hace 37 años, dos días antes del triunfo de la revolución popular; con actividades recreativas, como carnavales en municipios con alcaldes sandinistas y fiestas populares en esos mismos lugares, dinero salido de recursos públicos.
El Gobierno sandinista decretó feriado nacional el martes 19 de julio, con derecho a descanso, salario y asueto el miércoles 20 de julio para el sector público.
El Gobierno instaló banderolas metálicas llenas de bombillos entre los árboles de lata que están en el Paseo del Estudiante, en el Malecón de Managua, lugar del gran acto de la celebración el 19 de julio.
Las 15 banderolas metálicas que simulan ondear conforme el viento procedente del lago de Managua, onderaon a lo ancho del lugar que queda en la parte trasera del amplio entarimado, donde sobresalían las camisas coloridas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Es un despilfarro de dinero, son recursos de los impuestos de los nicaragüenses y que se vayan a despilfarrar en actividades político partidistas es un crimen. Condeno este tipo de excesos”, indicó a la prensa local, Alfredo Gutiérrez, sobre el escenario donde será la celebración.
Aquel 19 de julio de 1979 culminó la lucha armada contra los Somoza, que habían gobernado bajo la bota militar a Nicaragua durante más de cuatro décadas. La histórica entrada a Managua de miles de combatientes que lucharon por la libertad representó un hito y quedó inmortalizada en imágenes de televisión y fotografías.
La euforia de una multitud copó la que se convertiría desde ese momento en la Plaza de la Revolución, ubicada entre el Teatro Nacional Rubén Darío y la Catedral de Managua, en el viejo centro histórico de esta ciudad.
La guerra contra los Somoza había dejado unos 50.000 muertos y desde ese momento gobernó el país la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional. El periodo revolucionario terminó en el país con la derrota electoral del gobierno sandinista en 1990, con una Nicaragua en banca rota, bloqueo económico y decenas de miles de muertas a causa de una guerra contra el primer gobierno de Daniel Ortega financiada por Estados Unidos.
La revolución llegó a Nicaragua con la esperanza de liberación, cambio social y democratización. Después de 10 años de revolución y guerra civil, el 25 de febrero de 1990 el sandinismo fue derrotado en un proceso electoral. Posteriormente el Gobierno de Violeta Barrios negoció el desmontaje del modelo revolucionario, implementándose un programa de reformas neoliberales que prevalece hasta hoy.
Para el analista Oscar René Vargas, otrora aliado de Ortega, dice que en el frente sandinista de ahora “es una nueva clase, son gente a la que le gustó el dinero. Y ya no son los mismos” del tiempo del derrocamiento se Somoza.
“Es que ya no plantean la revolución, plantean cómo vivir y cómo acumular dinero. Había una cosa que hablábamos cuando estábamos en el Frente en los años sesenta: “Que el Frente era el club más exclusivo de Nicaragua”, porque para entrar vos colgabas la vida. Es decir, tu cuota para ser socio era tu vida. Ahora no. Los chavalos que van a las manifestaciones, ninguno está dispuesto a dar la vida. Nosotros sí”, dijo Vargas en entrevista con el diario La Prensa.
“Yo no creo que estemos en ninguna etapa de la revolución. La revolución se terminó en el noventa y cuidado antes. Cuando la desigualdad social se ha incrementado, cuando la pobreza se mantiene, cuando hay despilfarro de dinero no hay ninguna etapa de la revolución. Cuando vos ves que la educación no es lo más importante para formar gente para el futuro, no estás en ninguna etapa de la revolución”, añadió.
Como ha sido dinámica desde su inicio, el 37º aniversario es comandado por Daniel Ortega, quien con seguridad será reelegido por cuarta vez y así gobernar por tercer mandato consecutivo, en un cuando menos controvertido proceso electoral en el que eliminó “legalmente” a la oposición.
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