jueves 2  de  enero 2025
ENTREVISTA

"Todo el mundo habla del 'milagro' de la República Dominicana"

Víctor Bisonó Haza, ministro de Industria y Comercio de Dominicana, pone de relieve que su país ha tenido una transformación económica de grandes dimensiones

Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI. - En un entorno donde la discusión sobre el desarrollo económico y la estabilidad política se vuelve cada vez más relevante en América Latina, República Dominicana emerge como un caso de éxito, frecuentemente referido como un “milagro” en el contexto regional.

Este término, escuchado incluso en foros internacionales como la cumbre de Concordia, celebrada la semana que concluye en Miami, encapsula la transformación económica y social que ha vivido ese país caribeño bajo la administración del presidente Luis Abinader, según dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS Víctor Bisonó Haza, ministro dominicano de Industria, Comercio y MiPymes.

Bisonó Haza atribuye este “éxito” a una estrategia bien definida que incorpora el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas (MiPymes), la expansión de las zonas francas y una mayor integración en la economía global, factores que conjuntamente han revitalizado la confianza empresarial y estimulado el crecimiento económico.

El “milagro dominicano”, de acuerdo con el ministro, se refleja en rubros como la industria del tabaco, que ha visto un aumento considerable en sus exportaciones, pasando de 900 millones de dólares a 1.300 millones en tres años, gracias a políticas de incentivo y una estrategia de desarrollo agrícola.

El titular de la cartera industrial y comercial también subrayó la responsabilidad asumida por su país al ofrecer apoyo a Haití, en momentos en que las infraestructuras haitianas están colapsadas y los canales logísticos internos se encuentran bloqueados por la violencia que azota a esa nación que comparte el territorio de la isla La Española con Dominicana.

- ¿Cómo está la salud financiera de su cartera y qué proyectos se adelantan para seguir fortaleciendo la economía de su país?

Estuvimos participando en el evento de Concordia en Miami, en una mesa con líderes que conocen muy bien la región, y se hablaba del milagro de la República Dominicana. Esto no es más que la fortaleza y la visión de un presidente como Luis Abinader que, en base a la democracia, a la participación y a la alianza público-privada compacta un país, se pone a trabajar y salimos hacia adelante. A principios del gobierno en 2020, estaba todo el mundo cerrado, no existía el tradicional movimiento turístico. Sin embargo, crecimos un 12% del Producto Interno Bruto [PIB]. Esto quiere decir que la industria, el comercio, nuestras zonas francas, nuestras Mipymes y una visión bien orientada hacia la demanda de un mundo globalizado dio la oportunidad de tener confianza y de que los sectores económicos pudieran relanzar un país con todas las posibilidades, contando con una población de 10 millones de habitantes, cinco de ellos menores de 50 años con deseos de trabajar en un país política y socialmente estable. Cuando la gente tiene trabajo, está más tranquila y menos propensa a meterse en problemas. Esto es un reflejo de lo que ya se anticipa en primera vuelta con unos números que pudieran rondar el 70%.

-República es considerado el primer destino turístico del Caribe. ¿Cuáles son las mayores fortalezas en el renglón que usted orienta?

Desde que llegamos al gobierno, identificamos nichos de desarrollo. El presidente promulgó el decreto 588-20 para la industrialización de la República Dominicana y que todos los sectores entendieran que tenemos que trabajar en un solo sentido, porque vivían de espaldas la zona franca que celaba a la industria. Al principio, encontramos a la zona franca vendiendo 80.000 millones de pesos a la industria, hoy vende 130.000 millones de pesos porque se complementa con el encadenamiento productivo. También encontramos una industria del tabaco que exportaba 900 millones de dólares y en tres años tiene exportaciones por 1.300 millones de dólares. Para esto, se convocó a una mesa de relanzamiento de la industria del tabaco y comenzamos a sembrarlo en mayor volumen y en zonas donde incluso no había estos cultivos después de identificar las tierras y la necesidad, todo complementado con agricultura, MiPymes, participación de la mujer, financiamiento, dentro de una estrategia que incluye a la zona franca y de ahí a la exportación. En el campo de la industria, tenemos el ejemplo de Frito Lay, una marca global que se focaliza en República Dominicana y triplica su producción. Antes nos compraba 7.000 toneladas de papa, pero hoy siembra 21.000 toneladas de ese producto, y también compra plátano que antes no sembraba. Ahora hay una agroindustria que siembra y produce estos alimentos, y esa compañía los exporta, gracias al diseño de una política de integración. Lo mismo pasa con la zona franca. En 2020 teníamos 5.000 millones de dólares en exportación; en 2023 subimos a 8.000 millones dólares porque pusimos la mirada en nichos de crecimiento en dispositivos médicos, en electrónica y en productos de alta gama. Somos número uno de grandes compañías de Estados Unidos que se han instalado en República Dominicana. Cuando comenzó el COVID, la primera muestra rápida en el mundo se hizo en nuestro país, subcontratada por JB. Somos el segundo proveedor de los Estados Unidos en hilo de sutura médica. Las máquinas que separan el plasma de la sangre las producimos en República Dominicana. Todos estos buenos números no incluyen la minería en donde también tenemos grandes nichos. República Dominicana mantiene también un liderazgo en exportación de productos más tradicionales como el aguacate, el banano y el cacao, cuya exportación a Europa ha subido en números muy importantes. También tenemos muchas frutas tropicales que llegan a Israel y Japón. Asimismo, hemos avanzado hacia una economía de servicios. Nos hemos convertido en un ‘hub’ logístico en las Américas con ocho puertos internacionales y aeropuertos que conectan a más de 150 ciudades del mundo.

-La isla La Española nos presenta a dos países muy diferentes: República Dominicana y Haití ¿La crisis de sus vecinos haitianos ha tenido alguna repercusión en la economía dominicana?

Lamentamos lo que está sucediendo en Haití. El presidente Abinader ha asistido a foros internacionales a apoyar los reclamos de los mismos haitianos para que les pongan más atención, les den ayuda, y no solamente para estabilizar Haití, que es lo que se ha intentado en otras ocasiones, sino para que lo ayuden a que esa estabilización se traduzca en reformas integrales que le permitan tener un mejor futuro. Desde ese punto de vista, en República Dominicana no hay una solución para el problema haitiano. El problema haitiano lo tienen que resolver los haitianos. Nosotros, como cualquier país limítrofe, debemos tener mucho cuidado por la historia y la dinámica natural de dos países que hacen frontera. En cuanto al comercio, República Dominicana le ha dado todo el apoyo posible a Haití, ya sea por conducto humanitario o a nivel portuario porque sus puertos están colapsados, y esto debido a que no puede llegar ningún barco porque las bandas criminales están afectando también el movimiento de carga. Entonces, ¿por dónde llega? Llega por República Dominicana. Nosotros les facilitamos a los haitianos el tránsito, la estadía y que vengan a la frontera, a nuestros mercados, a comprar y abastecerse. Eso representa también, con el optimismo que nosotros lo vemos, además de la asistencia, un movimiento para las industrias de República Dominicana que pueden producir no solamente para la región del Caribe, sino también para Haití.

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@danielcastrope

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