A través de una infografía, el portal web La Razón.Net detalla el flujo de droga desde Venezuela hacia el continente. En el trabajo periodístico que se encuentra en la edición impresa del medio de comunicación, se afirma que la DEA se encuentra tras la pista del Cartel de los Soles, principal red de narcotráfico enquistada en el seno del Alto Mando de las Fuerzas Armadas de Venezuela.
En el submundo del narcotráfico latinoamericano, las fronteras nacionales no son más que líneas imaginarias. Durante la última década, los servicios de inteligencia y múltiples investigaciones judiciales han documentado una estrecha colaboración entre el Cártel de Sinaloa, la poderosa organización criminal mexicana, y el Cártel de los Soles, un entramado criminal incrustado en las altas esferas del poder militar venezolano. Esta alianza ha servido como un eje logístico y político del narcotráfico internacional, facilitando el tráfico de toneladas de cocaína desde Sudamérica hacia Estados Unidos, Europa y África.
Como se sabe, el Cártel de los Soles no es un cártel tradicional, sino una red conformada por oficiales de alto rango de las Fuerzas Armadas venezolanas —especialmente de la Guardia Nacional Bolivariana—, señalados por Estados Unidos y otros gobiernos como facilitadores del narcotráfico. El nombre proviene de las insignias doradas (soles) que distinguen a los generales del ejército venezolano. Esta organización ha sido acusada de operar en colaboración con grupos armados como las FARC, el ELN y otras redes criminales locales. Las rutas parten desde pistas clandestinas en el sur de Venezuela (Zulia, Apure, Bolívar y Amazonas), pasando por puertos clave como La Guaira y Puerto Cabello, o vía aérea hacia Centroamérica, desde donde la mercancía sigue rumbo a México y, finalmente, al mercado estadounidense o europeo. La DEA, en múltiples operaciones, ha documentado que el Cártel de Sinaloa envía emisarios y pilotos a Venezuela para coordinar cargamentos con protección militar, lo cual reduce los riesgos de interdicción y garantiza estabilidad en el tráfico. En algunos casos, incluso se ha reportado que armamento y dinero en efectivo regresan a Venezuela como pago, cerrando así un ciclo de corrupción y complicidad transnacional.
Diversos informes del Departamento de Estado de EE. UU., la DEA y la ONU han señalado esta cooperación. Uno de los casos más emblemáticos es el del general venezolano Hugo “El Pollo” Carvajal, quien recientemente se declaró culpable en Estados Unidos por cargos de narcotráfico y narcoterrorismo. En su testimonio, Carvajal habría confirmado vínculos operativos entre la cúpula militar venezolana y cárteles mexicanos, en especial Sinaloa, incluyendo rutas, cargamentos y sobornos. Asimismo, exmiembros de las FARC, ahora testigos protegidos, han afirmado que operaban en coordinación directa con miembros del Cártel de los Soles para negociar con representantes de Sinaloa, en operaciones que movían hasta 10 toneladas de cocaína por semana. Beneficios para Sinaloa: Rutas poco vigiladas, seguridad estatal encubierta y capacidad de distribución hacia África y Europa vía Venezuela.
Para el Cártel de los Soles: Dinero en efectivo, acceso a redes de distribución internacionales y protección política por alianzas con actores armados ilegales como las FARC. Esta alianza ha sido un factor clave en el aislamiento internacional del régimen de Nicolás Maduro. La vinculación de altos oficiales venezolanos con cárteles internacionales ha servido de fundamento para sanciones, acusaciones por narcoterrorismo y la pérdida de credibilidad diplomática. También ha generado tensiones en la región. Colombia, Panamá y Brasil han expresado preocupación por el flujo de drogas y armas desde Venezuela, situación que se ha agravado por la migración forzada y el avance de grupos armados en las zonas fronterizas. La colaboración entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de los Soles demuestra cómo el narcotráfico ha evolucionado hacia una estructura transnacional,donde organizaciones criminales y sectores corruptos del Estado se entrelazan para maximizar ganancias y evadir controles. Esta alianza no solo fortalece el poder de ambos cárteles, sino que representa una amenaza directa a la seguridad regional y a la soberanía de los Estados democráticos.
Maduro y Cabello en la mira
El 25 de junio de 2025, Hugo Armando Carvajal —exjefe de contrainteligencia militar bajo Hugo Chávez y figura estratégica durante el gobierno de Maduro— se declaró culpable en una corte federal de Nueva York por cuatro cargos: conspiración de narcoterrorismo, conspiración para importar cocaína y violaciones de armas. De la revisión de los cuatro cargos criminales formulados al “Pollo” Carvajal, por lo cuales se declaró culpable la presente semana, expediente 1:11- cr-00205 que cursa ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York se evidencia que los cargos 1º y 3º, (Conspiración e intento de introducir en EE.UU.,armas y cocaína para distribuir las ganancias con las FARC) ocurrieron entre los años 1999 y 2014, mientras que a perpetración, de los delitos 2º y 4º que también se le imputan (Conspiración de la ley de narcóticos de EE.UU, introducción y distribución de cocaína en EE. UU., y uso e introducción de armas y otra clase de objeto de destrucción relacionados con el tráfico de cocaína) ocurrieron entre 1999 y 2019, es decir, que Carvajal continuó cometiendo los crímenes 2º y 4º hasta mucho después de haberse separado de la Dirección de la Contrainteligencia Militar, cuando fue electo diputado en las planchas del partido oficialista, PSUV, por el período 2016- 2021. La caída en desgracia del “Pollo” con la “revolución”, luego de haber recibido tratamiento de héroe por parte de Maduro, a su regresó de Aruba, habría sido por un “tumbe” contra el propio Maduro y Diosdado Cabello.
FUENTE: LaRazon.net