miércoles 16  de  abril 2025
POLÍTICA

Uribe advierte renacer de paramilitarismo tras el paro en Colombia

El exmandatario colombiano alerta que hay vacíos de autoridad en regiones de Colombia que podrían ser el caldo de cultivo para el resurgir del paramilitarismo tras el paro en esa nación
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI. - Las autodefensas o grupos paramilitares surgieron como una forma de ejercer justicia por cuenta propia para enfrentar a la guerrilla en diferentes regiones colombianas, en algunos casos bajo la mirada miope de las Fuerzas Armadas y, en otros, con su complicidad, según analistas de este fenómeno en Colombia.

Álvaro Uribe llegó al poder en 2002 y meses después inició el proceso de desmovilización y desarme de 34 bloques de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El punto cúspide se dio con la extradición del jefe paramilitar Salvatore Mancuso a Estados Unidos.

Hoy, en su condición de expresidente y líder del Partido Centro Democrático, Uribe advierte de un asunto que tendría un significado similar a ‘revivir un muerto’: la posibilidad de que resurja el paramilitarismo a través del paro nacional que se mantiene en vigor en Colombia desde hace más de un mes.

Para el exmandatario, el vacío de autoridad en departamentos como Cauca y en la ciudad de Cali, entre otros lugares, con bloqueos y actos violentos supuestamente financiados por el narcotráfico, podría ser la chispa que prenda nuevamente la llama de las autodefensas en ese país.

¿Por qué estamos viendo un país con los ánimos tan caldeados?

Hay un tema social y otro de violencia. Sobre el tema social es muy importante que la opinión pública internacional sepa que este país entre 2001 y 2013 bajó la pobreza del 51% al 27%. En ese periodo de tiempo encontramos dos mandatos que yo presidí. En el 2013 todas las decisiones económicas que se tomaron en 2010, después de mi segundo gobierno, llevaron a que la economía se desacelerara, como también la inversión, y a que no hubiera crecimiento per cápita y se congeló la reducción de la pobreza. Eso encontró el presidente Duque. En este gobierno se introdujeron unas reformas, mejoró sustancialmente la economía en 2019 con la reducción de impuestos. Entre enero y febrero de 2020 las cosas iban bien, llegó la pandemia y causó un enorme daño. La pobreza subió del 27% al 42.5%. El Gobierno inicialmente no quiso tramitar una reforma tributaria. Después presentó una que generó mucha controversia. El primer partido en oponerse fue el nuestro. Ahora estamos a la espera de que haya una reforma tributaria en la que solamente pague el sector más pudiente del país para ampliar las políticas sociales. Hay una protesta justa por la pobreza porque se necesitan más acciones sociales para enfrentar los estragos de la pandemia. Pero el segundo tema es el de la violencia, que lleva más de un mes destruyendo el país y que tiene una gran relación con el tema internacional y con el narcotráfico. En el 2013 este país había logrado un récord bajo de coca con 42 mil hectáreas. Luego se anunciaron unas decisiones desde La Habana, que el narcotráfico para las FARC sería delito político, sin cárcel, sin extradición y con elegibilidad política, sin fumigación y con erradicación [de cultivos] voluntaria. Eso nos llevó a pasar a 209.000 hectáreas. ¿Cómo nos sorprende la violencia en Cali si cerca de esta ciudad, en el departamento del Cauca, la coca les produce a los narcotraficantes 1.200 millones de dólares al año? Aquí ha habido una violencia financiada por el narcotráfico. Desde que llegó el presidente Duque le anunciaron que le paralizarían su gobierno con violencia en las calles y lo han cumplido. ¿Qué quiere esta gente? Quiere ganar con la violencia las elecciones del año próximo y el Gobierno apenas empezó a aplicar acciones de autoridad hace unos días cuando llevábamos un mes de destrucción. Y esto hace correr el riesgo de que los vacíos de autoridad vuelvan a generar tendencias de autodefensas que terminan en organizaciones criminales de paramilitarismo, que se desmontaron en los gobiernos que yo presidí.

¿Los bloqueos en algunas ciudades de Colombia, y en el caso específico de Cali por su cercanía con las áreas cultivadas con coca, ya están permitiendo brotes de paramilitarismo en Colombia?

Por lo pronto hemos visto en las redes sociales civiles armados, lo que uno podría decir en legítima defensa, pero si el vacío de autoridad sigue eso va evolucionando hacia organizaciones privadas de autodefensas y termina en organizaciones criminales. Por eso el reclamo nuestro de que tiene que haber autoridad transparente pero muy firme. Pero además allí hay otro punto y es cómo han desacreditado a las Fuerzas Armadas. Es preciso decir que no es cierto lo que han dicho, que Colombia lo que tiene es una violencia oficial. Este es un Estado democrático que garantiza la protesta. Hay unas Fuerzas Armadas democráticas, respetuosas de la Constitución, que primero las sometieron a un tratamiento similar al del grupo narcoterrorista FARC, en La Habana. Después las han sometido a una justicia que impuso la extrema izquierda. También vemos una narrativa para anular nuestra Fuerza Pública. Ahora vemos a la Policía colombiana desarmada. Son muchos los vejámenes a los policías y los violentos saben que pueden abusar porque hay una Policía sin armas. Algunos dicen que ha habido excesos. Sí, pero no han sido ni sistemáticos ni generales y que se están sancionando. Pero si sigue el vacío de autoridad hay un gran riesgo para este país.

Usted ha hablado de un vacío de autoridad. Utilizando un término muy colombiano, ¿al presidente Iván Duque le ha faltado 'berraquera' [enjundia, firmeza] para afrontar el paro?

De eso no le falta, lo que no entiendo es cómo se han demorado tanto para ejercer autoridad. Lo que le genera fraternidad a un país es garantizar autoridad para que no haya violencia, que genera odio. Se necesita seguridad y avanzar en lo social de manera urgente. Alguien me decía que por qué tengo miedo de que la izquierda llegue al poder, si no van a expropiar como en Venezuela. Creamos que no van a tener un socialismo de línea dura como en Venezuela, pero imponen un socialismo de línea blanda de tantas restricciones a las libertades y a la empresa privada, que la vuelven inoperante. Yo veo muy debilitado al Gobierno ante la opinión pública y al partido, y por supuesto bastante deteriorada mi reputación, bastante afectada mi capacidad de intervenir en la vida pública, no obstante, a que algo le serví y le serví bien a este país.

¿Se siente víctima, doctor Uribe?

No víctima, pero me siento bastante inútil porque muchas de las cosas que propuso este partido para ganar las elecciones de 2018 no se están cumpliendo. Ojalá se enmienden en lo que falta de Gobierno.

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@danielcastrope

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