Los cubanos Alex Otaola y Jorge Sánchez Grass, conductores del espacio Q’Monada, que se transmite a diario en el Facebook Live de DIARIO LAS AMÉRICA, hubieran brillado en cualquier ciudad del mundo, pero sus ojos se fijaron en Miami urbe para soñar sin límites y convertirse en figuras de referencia en los medios.
“Aunque Miami es una ciudad un poco distinta, enfocada hacia Latinoamérica y con algunas pinceladas de la cultura norteamericana, considero que es una plataforma de trabajo para este tipo de profesión porque la mayoría de los grandes medios tienen su sede aquí y es mucho más fácil,”, explicó Sánchez Grass, la cara seria de esta unión.
Por su parte, Otaola, con una personalidad irreverente y apasionada, confiesa que el ambiente de esta metrópoli lo ha conquistado.
“Aquí encontré justamente lo que tenía pensado. Había algo en mí que ya se sentía en confianza, incluso al poco tiempo de llegar. No vine con el pensamiento de ser una figura pública, pero en el plano profesional, Miami me ha regalado mucho más de lo que yo esperaba y quiero que continúe así”, comentó Otaola.
Sin embargo, aunque cuentan con el apoyo de la audiencia y sus nombres son reconocidos, ambos están convencidos de que el camino hacia el éxito está marcado por las ansias de aprendizaje.
“Siempre he tenido la costumbre de reinventarme y tener una formación integral. Creo que cada día que termina y no aprendimos algo nuevo, es una jornada perdida. Esta es la única manera de permanecer vivo y más aún con la dinámica que se está estableciendo aquí. Los medios están cambiando y asistimos a diario al entierro de muchas estructuras convencionales, por eso es muy importante entender cada plataforma y reinventarnos en cuanto a pensamiento y evolución”, expuso Sánchez Grass.
Desde Cuba llegaron a EEUU y la experiencia que acumularon durante sus años de vida les permite a diario conocer cuál es su papel dentro de la nueva sociedad que los recibió con los brazos abiertos.
“Los emigrantes debemos tener el propósito de seguir creciendo, especialmente cuando llegamos a un gran país como este, en el que todo lo que hiciste en una nación subdesarrollada y del tercer mundo no tiene peso en tu currículum porque estabas enajenado del mundo. Este es el lugar del mundo que has escogido para vivir y al que tienes que parecerte”, afirmó.
De la transición que han vivido aprehendieron lo esencial, y esas experiencias se convirtieron en valiosos consejos que hoy constituyen una herramienta útil para muchos jóvenes que quieren seguir sus pasos.
“Tienen que documentarse mucho, permearse del ambiente y desprenderse del lastre. No pueden creer que van a clonar una estructura porque les haya sido útil en otro momento. Hay que sumergirse y entender cómo funciona este país”, acotó Grass.
Gracias a la tenacidad y perseverancia, dos elementos que los han acompañado desde que partieron de la isla, comprueban a diario que lo esencial es saber hacia dónde se dirigen.
“Lo principal es no rendirnos. En nuestro camino encontraremos muchas personas que nos dirán que no somos buenos, pero no podemos guiarnos por ellos. Tenemos que luchar por nuestros sueños sin dejar de ser realistas y enfocarnos en una sola dirección.”, expresó Otaola.
Entre las añoranzas por su país y la nueva vida que emprenden en la Capital del Sol transcurren sus días y, poco a poco, se han adaptado a saborear un exquisito café cubano desde esta orilla.
“Miami es una ciudad amiga que, a pesar de extrañar mucho a la familia y vivir ese desarraigo, esa condición del expatriado, termina haciéndote sentir como en casa. Aquí tenemos la alegría que nos ayuda a hacer del exilio algo mucho más llevadero”, concluyó Grass.
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