Como anticipamos en el artículo anterior hoy nos dedicaremos a analizar la información oricular de los sueños.
Como anticipamos en el artículo anterior hoy nos dedicaremos a analizar la información oricular de los sueños.
Creer en el poder predictivo de los sueños es tan viejo como la historia escrita, en muchas culturas antiguas un sueño que advertía acerca de una inundación, pestilencia, terminación de una dinastía o guerra se trataba con solemnidad y respeto. Desafortunadamente la ciencia racionalista nos ha llenado con un profundo escepticismo, aunque las historias acerca de los sueños predictivos son extremadamente comunes.
No existe una teoría en el método de interpretar los sueños. Por lo que hemos visto se concluye que las visiones oníricas pueden ser expresiones de sentimientos y deseos reprimidos durante la vigilia o proyecciones de los otros cuerpos del individuo donde los sueños aparecen como experiencias supernaturales, proféticas y avisos de acontecimientos inminentes que pueden causar dolor o felicidad.
Soñar con muertos es un sueño bien común y no siempre significa lo mismo. Frecuentemente los sueños son el medio por el cual nuestros seres queridos que han muerto se comunican con nosotros. Parece que es más fácil escucharlos a través de nuestro sueño, más por nuestro propio bien que el de ellos. En ocasiones ellos vienen para dejarnos saber que están bien, que no nos preocupemos. Sin embargo otras veces, existe algo que quedo pendiente entre nosotros y la persona fallecida, probablemente algo que no dijimos y que se ha convertido en un obstáculo y con esta visita se limpian estos bloqueos o aclaran dudas.
En otras ocasiones estas personas fallecidas se presentan en sueños para darnos una advertencia que necesitamos oír.
Desde tiempos inmemorables se cree que los sueños en los que aparecen las personas desencarnadas son símbolos importantes que no deben ser ignorados.
El hecho que no exista experiencia científica de que los seres fallecidos puedan visitarnos en sueños, no significa que sea imposible.
El mundo de los sueños es un puente de comunicación entre los vivos y la dimensión espiritual, por el cual es más fácil para los espíritus establecer comunicación con nosotros. La forma de comunicarse de un espíritu varia, en algunos casos puede ser una conversación sentados en nuestra cama o pueden mantenerse de pie delante de nosotros. Aunque yo he tenido casos que han soñado que los están llamando por teléfono. Estos sueños son muy vividos y podemos sentir una sensación de frío.
Yo he tenido experiencias de familiares fallecidos que me han contactado en mis sueños y también sueños predictivos. El más impresionante fue cuando yo tenía doce años y soñé con mi abuela, ella estaba saludable en ese entonces, el sueño tenía mucha fuerza y realismo. Yo estaba sentada en mi cama y ella entraba a mi cuarto y me decía que venía a despedirse de mí. Ese sueño quedo fielmente grabado en mi mente y lo recordé por muchos años al detalle. Por mucho que trate de darle sentido en aquel momento nunca lo encontré. Cinco años más tarde mi abuela falleció repentinamente y a las dos noches ese mismo sueño se repitió. Fue exactamente a los diecisiete años que me empecé a interesarme por la interpretación y significado de los sueños.
En todos los libros sagrados y textos que tratan de los sueños hay ejemplos abundantes de sueños proféticos que se cumplieron en la vida real. Al analizar semejantes sueños es evidente que se clasifican en dos diferentes categorías: premoniciones y predicciones. Lo que diferencia la premonición de la predicción es que la primera es una deducción sobre lo que puede suceder tomando en cuenta datos que uno posee, mientras que la segunda es conocer lo que sucederá sin nada que justifique dicho conocimiento.
No existe lugar a dudas de que el inconsciente posee toda la información que nos concierne (pensamientos, deseos, forma que reaccionamos a los estímulos externos etc.) el cerebro los analiza como una computadora y puede anticipar hechos y nuestra conducta más probable, esto no significa predicción, sino advertencia de algo que puede suceder. Un ejemplo son los sueños que nos previenen de enfermedades que están incubándose o de sueños en que vemos suceder cosas relacionadas con nuestra vida cotidiana.
Muchos sueños precognitivos han predicho eventos de la vida real, por ejemplo, muchas personas reportaron haber soñado con el atentado del 9/11 antes que ocurriera. Una mujer americana escribió que su esposo, el cual murió en esta tragedia, estuvo prediciendo su fatal destino; específicamente la noche del 4 de septiembre/2001 soñó con su muerte y le comento a su esposa que el moriría primero que ella, después durante los siguientes días se despedía diciéndole “tú sabes: cuando nos vamos para el trabajo no sabemos si vamos a regresar. Dos meses más tarde, esa misma mujer recibió la visita en sueños de su esposo y él le dejo saber que estaba bien, que no sufriera.
En otros artículos hablaremos de los viajes astrales, donde nuestro cuerpo astral sale de nuestro cuerpo físico. Por lo general no recordamos estos viajes que hacemos cada noche, ya que en este plano estamos semi-inconscientes. Si hemos perdido a un ser querido es muy probable que él se encuentre en este plano y aproveche nuestra visita para poder comunicarse con nosotros, convirtiéndose en un medio muy sencillo para ambos.
Aunque los familiares muertos con los que soñamos, usualmente no se dejan tocar, en el 2016 falleció una tía mía que todavía quiero mucho, al mes se apareció en un sueño, ella me abrazo y pude sentir su calor, lo cual me lleno de felicidad, esta fue una despedida, porque tampoco pude estar presente el día de su muerte.
En nuestras mentes siempre llevamos a nuestros seres querido y ellos de una forma u otra cuando quieren trasmitirnos un mensaje especial, nos visitaran cuando estemos durmiendo.
No hay barrera para el amor, y la muerte es una línea imaginaria entre dos mundos, como las líneas que separan las aguas territoriales de dos países.