Científicos de la Universidad de Columbia encontraron 240.000 partículas de nanoplásticos nunca antes vistas en cada litro de agua embotellada
Botellas de agua
UNSPLASHMIAMI.- Desde hace años se conoce que pequeñas partículas conocidas como microplásticos han aparecido en algunos lugares de la Tierra como el hielo polar, el suelo, el agua potable y los alimentos, causando efectos en el medioambiente y la salud de los seres humanos y otras especies.
Pero una nueva investigación realizada por científicos del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia ha mostrado que las personas que consumen agua embotellada pueden estar ingiriendo cientos de miles de diminutas partículas de plástico (nanoplásticos) no detectadas anteriormente.
Los microplásticos son fragmentos que se forman cuando los plásticos se descomponen en trozos cada vez más pequeños y van desde menos de un cuarto de pulgada hasta 1/25.000 de pulgada. Mientras que los nanoplásticos son partículas mucho más pequeñas, que miden menos de 1 micrómetro en comparación con un cabello humano que mide entre 70 y 75 micrómetros de ancho.
Para este estudio, el grupo de investigadores utilizó una nueva tecnología de microscopía de dispersión Raman estimulada, que se basa en sondear muestras con dos láseres simultáneos que están sintonizados para hacer resonar moléculas específicas.
Se centraron en siete plásticos comunes para ver cuántas partículas podían hallar en cada recipiente y probaron tres marcas populares de agua embotellada que se venden en los Estados Unidos, analizando partículas de plástico de hasta 100 nanómetros de tamaño.
Resaltaron que luego de que un estudio realizado en 2018 encontró un promedio de 325 partículas por litro, el plástico en el agua de botella se convirtió en un problema público en gran medida.
Esto abrió paso a los seguimientos que han encontrado cada vez más partículas en los recipientes de agua. Sin embargo, las buenas estimaciones se detuvieron en tamaños inferiores a 1 micrómetro, que se considera el límite del mundo nano.
En el mundo, se producen alrededor de 400 millones de toneladas métricas de plástico al año, de las cuales 30 millones se vierten al agua o a la tierra y muchos productos fabricados con plásticos que desprenden estas partículas.
Los resultados del estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences revelaron que un litro de agua embotellada contenía unos 240.000 fragmentos de plástico detectables, entre 10 y 100 veces más de lo estimado anteriormente.
Detectaron por primera vez entre 110.000 y 370.000 partículas de plástico en cada litro, de las cuales nueve de cada diez (90%) eran nanoplásticos. Sin embargo, los siete tipos de plástico sólo representaron alrededor del 10% de todas las nanopartículas encontradas en las muestras.
El análisis sugiere que muchas partículas entran en el agua cuando se abre o cierra repetidamente la tapa y el plástico se desgasta y también cuando la botella se expone al calor.
Uno de los más comunes era el tereftalato de polietileno (PET), con el que se fabrican muchas botellas de agua y es usado para hacer refrescos embotellados, bebidas deportivas y productos como ketchup y mayonesa. Pero estas realmente fueron superadas en número por las partículas de poliamida, un tipo de nailon utilizado en filtros de plástico destinados a purificar el agua antes de embotellarla.
Otros plásticos industriales también se encontraban comúnmente en el agua embotellada, entre ellos el poliestireno, cloruro de polivinilo y metacrilato de polimetilo.
Explicaron que las partículas nanoplásticas son tan pequeñas que a diferencia de los microplásticos pueden pasar a través de órganos como los intestinos y los pulmones directamente al torrente sanguíneo y eventualmente alojarse en el corazón y el cerebro. Además, pueden invadir células individuales y atravesar la placenta hasta los cuerpos de los fetos
Agregaron que a diferencia de la materia orgánica natural, la mayoría de los plásticos no se descomponen en sustancias inofensivas. Simplemente se muelen hasta convertirlas en partículas cada vez más pequeñas hechas del mismo material, sin límite teórico en cuanto a cuán pequeñas pueden llegar a ser.
El autor principal y estudiante graduado en química en Columbia, Naixin Qian manifestó que aunque estudios anteriores podrían proporcionar una estimación global de la nanomasa plástica en el agua embotellada, no pudieron contar las partículas individuales.
“Antes esto era sólo un área oscura e inexplorada. Los estudios de toxicidad simplemente adivinaban lo que había allí. Esto abre una ventana donde podemos mirar a un mundo que no estuvo expuesto a nosotros antes”, dijo en un comunicado de prensa Beizhan Yan, uno de los investigadores, químico ambiental del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.
"La gente desarrolló métodos para ver nanopartículas, pero no sabían lo que estaban mirando", añadió Qian.
El equipo de Qian planea analizar los niveles de nanoplásticos en el agua del grifo y las aguas residuales que también se ha demostrado que contiene microplásticos, aunque muchos menos que el agua embotellada.
También están ejecutando un proyecto para estudiar los microplásticos y nanoplásticos que terminan en las aguas residuales cuando las personas lavan la ropa. Creen que millones de partículas microplásticas y nanoplásticas terminan en las aguas residuales de cada carga de 10 libras de ropa, desprendiéndose de los materiales sintéticos de muchas prendas de vestir.
“Hay un mundo enorme de nanoplásticos por estudiar, en masa estos comprenden mucho menos que los microplásticos, pero no es el tamaño lo que importa, son los números, porque cuanto más pequeñas son las cosas, más fácilmente pueden entrar en nosotros", enfatizaron.
@Lydr05
FUENTE: Con información de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y La Vanguardia
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