MADRID.- La sordera posnatal es toda aquella pérdida de audición que se detecta fuera del periodo perinatal, es decir, en niños de 2,3 y 4 años, y que no se ha podido detectar con el cribado neonatal, por lo que es clave el papel de los colegios para alertar de si los niños tienen problemas auditivos y poder tratarlos a tiempo para así evitar su progresión, según advirtió el presidente de la Comisión para la Detección Precoz de la Sordera, el doctor Faustino Núñez Batallas.
"Este tipo de sorderas se pueden detectar o bien desde la sospecha de familiares, que ha sido el caso más evidente, o con la sospecha del profesorado. Pero también se pueden detectar en las revisiones pediátricas o dentro de lo que es el ámbito escolar con los programas de salud escolar", explicó el doctor Faustino Núñez Batallas, durante el acto de presentación de la campaña 'Que lo Escuche Todo el Mundo' con el lema '#DaElSalto', lanzada este viernes por FIAPAS con el fin de fomentar la detección precoz de la sordera en niños.
"La sordera posnatal ocurre niños de 2,3,4 años en los que detectamos que no oyen de manera correcta. Es un reto y un disgusto porque piensas 'para qué sirve el cribado neonatal', pero este solo detecta las sorderas congénitas, las neonatales, y hay sorderas que son tan leves que los aparatos no son capaces de detectarlas y luego progresan en el tiempo", relató el doctor Núñez.
Según detalla el experto, este tipo de sorderas pueden ser por un problema genético, o porque ha habido una infección por citomegalovirus que "el niño oía normal cuando nació, pero después desarrolló años más tarde o meses más tarde la sordera". "Luego hay otras más evidentes que son las sorderas adquiridas, como un niño que ha tenido infecciones, que se ha caído y se ha pegado en la cabeza, etc", explicó
Por otro lado, el doctor resaltó que la falta de detección precoz de las sorderas posnatales también se debe a "los fallos en el sistema de detección precoz de la sordera congénita", como son los "fallos organizativos, que no llevan a los niños a hacer el cribado o que se han perdido en el proceso".
Así, el experto insistió que la detección precoz de la sordera es coste-efectiva ya que, según un estudio publicado en junio de 2024, que se llevó a cabo en Suecia, sobre los motivos por los cuales apareció una sordera en la consulta, el principal motor de la consulta fue "la detección activa mediante pruebas a una población, es decir, el cribado en niños al inicio de la escuela".
"En la edad en la que entran al colegio, se hicieron unas pruebas y aparecieron el 40 por ciento de las sorderas que eran posnatales. Las familias y pediatras solo habían detectado o alertado del 10 por ciento", señaló, destacando que "si no existen unas pruebas activas que busquen en una población aparentemente sana un problema auditivo, va a quedar desapercibido".
En este sentido, aseveró que estos problemas auditivos pueden ser de media gravedad, de gravedad leve o unilaterales, pero "van a tener un impacto posterior en el desarrollo del niño, sobre todo en fracasos escolares, en problemas de lectura, etc".
Por su parte, el subdirector adjunto de Cooperación Territorial e Innovación Educativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional, Eladio Sánchez, comentó que "la escuela genéricamente es un entorno privilegiado para la detección y atención temprana de este tipo de circunstancias", aunque esta detección debe "traspasar al ámbito social y sanitario" para tener una coordinación multidisciplinar.
Como parte de la campaña 'Daelsalto', FIAPAS compartió el testimonio de una maestra y logopeda, quien explica que "no detectar una sordera de forma temprana afecta globalmente porque no solo afecta al habla o el lenguaje, es que con el lenguaje se construye el pensamiento, se madura y se reflexiona".
"Si no se diagnostica de forma temprana y nos encontramos en cursos con mayor carga lectiva esto les va a afectar porque además los niños no son conscientes de que están perdiendo información porque tú le preguntas si se ha enterado y te dice que si, porque él no sabe que de lo que se ha enterado a lo que se le ha dicho hay una parte de información que se ha perdido", detalla.
Así, la maestra explica que uno de los síntomas puede ser que el niño mire mucho la boca de la otra persona al hablar, porque "es una señal de que se está apoyando en algo para entenderte". "Además, los niños a veces discuten con los compañeros o no se integran y simplemente es porque no se han entendido", apunta destacando que, una vez obtienen el diagnóstico y empiezan a se tratados con audífonos o logopeda, su forma de ser cambia ya que "se relajan, no discuten, son niños más alegres, cariñosos y sociables".
FUENTE: Con información de Europa Press