miércoles 27  de  marzo 2024
SALUD

Diabetes: El exceso de azúcar en la sangre

Este trastorno metabólico es resultado de la incapacidad de nuestro organismo para producir o usar de forma eficiente la hormona llamada insulina, encargada de regular los niveles de glucosa
Por BELÉN GONZÁLEZ

La diabetes es un trastorno metabólico grave que afecta a entre un cinco y un diez por ciento de la población mundial, caracterizado por la presencia de elevadas concentraciones de glucosa, o sea azúcar en la sangre, como resultado del desajuste en la producción de insulina o por una resistencia a la acción de esta hormona.

La insulina, que se produce en el interior del páncreas, permite a las células usar la glucosa de la sangre como fuente de energía, pero cuando este proceso se altera, el azúcar que no se metaboliza y se acumula en el torrente sanguíneo, provocando una serie de complicaciones de salud que afectan especialmente el corazón, los riñones y las arterias de los miembros inferiores.

Todo esto sucede porque la diabetes, además del desajuste en la producción y uso de la insulina, provoca anormalidades en el metabolismo de los lípidos, las proteínas, las sales minerales y los electrolitos. Se trata de una condición que prevalece durante toda la vida, cuya frecuencia aumenta significativamente con la edad, el exceso de peso y la vida sedentaria, y que es considerada la séptima causa de muerte en los Estados Unidos.

La mayor preocupación en torno a la enfermedad es el aumento en el número de casos, no en vano la Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2030 habrá aproximadamente unos 370 millones de diabéticos en el mundo. En este sentido, otro elemento de alarma es el hecho de que las estadísticas permiten inferir que por cada paciente diabético conocido existe otro no diagnosticado.

Enfermedad conocida

No se trata de una enfermedad moderna, pues la diabetes se conoce desde antes de la era cristiana, como confirma el papiro de Ebers, descubierto en Egipto, y que data del siglo XV a. C. Un documento considerado la primera referencia escrita sobre el trastorno y en el que se describe con detalle su sintomatología.

Además de los egipcios, los griegos, los chinos, los hindúes y los persas habrían identificado la diabetes, entre ellos el reconocido médico griego Galeno, quien en el siglo II se refirió a esta dolencia; mientras que en el siglo XI, otro hombre de ciencia, Avicena, la mencionó en su famoso Canon de medicina.

Muchos años después, el inglés Thomas Willis, pionero en materia de anatomía, fisiología y neurología, demostró que el conjunto de síntomas era en efecto una enfermedad. Y en el año 1910, Sir Edward Albert Sharpey-Schafer, quien introdujo el término “azúcar en la sangre”, confirmó que la diabetes era provocada por la falta de insulina.

La ciencia sigue investigando este trastorno metabólico en busca de una cura, y fue así como Sir Frederick Grant Banting y su equipo logró producir insulina extrayéndola del páncreas de vacas. El tratamiento comenzó a emplearse en humanos en el año1922. Más tarde, en 1936, Sir Harold Percival Himsworth clasificó la diabetes en dos grandes grupos: la tipo 1 y la tipo 2.

Viviendo con diabetes

Una de las características de la diabetes es que, en algunos casos, este trastorno puede ser asintomático, o estar diferenciado en función al tipo diabetes, pero en líneas generales, los síntomas son: necesidad frecuente de orinar, sed excesiva, pérdida de peso sin causa conocida, hambre excesiva, cambios bruscos en la visión, hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies.

Igualmente se pueden experimentar cansancio extremo, resequedad en la piel, problemas para cicatrizar, infecciones recurrentes, así como náuseas, vómitos o dolores de estómago. Estos últimos síntomas son característicos cuando se trata de un caso de diabetes insulinodependiente o cuando la enfermedad se manifiesta repentinamente.

Datos de la American Diabetes Association señalan que 30,3 millones de estadounidenses, lo que equivale aproximadamente al 9,4 % de la población, sufre diabetes, enfatizando que de ese total 7,2 millones de personas viven con la enfermedad sin saberlo.

Soluciones al asunto

Esta condición de por vida, independientemente del tipo de diabetes que se enfrente, debe seguir un esquema de tratamiento basado en tres pilares: la dieta, el ejercicio físico y la medicación, y cuyo objetivo es mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad, a fin de minimizar el riesgo de complicaciones.

Las personas con diabetes tipo 1 reciben fármacos hipoglucemiantes orales e insulina, pero estas medidas no siempre es necesarias en quienes padecen diabetes tipo 2, especialmente si mantienen un control estricto de peso y siguen una rutina de ejercicio físico.

Adicionalmente se recomienda a los pacientes con diabetes el uso de medicamentos para estimular el páncreas a producir y liberar más insulina, así como inhibidores de la producción y liberación de glucosa en el hígado.

En cuanto a la alimentación, el objetivo es centrar la dieta en el consumo de frutas, verduras, granos integrales, es decir, alimentos ricos en fibra y bajos en grasas y calorías. Lo ideal es reducir los productos de origen animal, los carbohidratos refinados y todos aquellos productos que contengan azúcar en exceso.

Por otra parte el ejercicio busca disminuir el nivel de azúcar en la sangre, y aumentar la sensibilidad a la insulina, lo más recomendable en función a la edad y condición de salud general del paciente es caminar, nadar o andar en bicicleta. Lo más importante es hacer de la actividad física parte de su rutina diaria, en la que invierta al menos 30 minutos o más, durante cuatro días a la semana como mínimo.

La diabetes en cifras

  • El número de personas con diabetes en el mundo se ha cuadruplicado en los últimos 35 años.
  • En el mundo, 422 millones de personas sufren diabetes, siendo la tipo 2 la más frecuente.
  • Anualmente se diagnostican 1,5 millones de nuevos casos de diabetes en el país.
  • Alrededor de 12 millones estadounidenses con 65 años de edad o más son víctimas de este trastorno metabólico.
  • La incidencia de diabetes en los hispanos que viven en Estados Unidos ronda el 12,1%, siendo los estadounidenses de origen mexicano y los puertorriqueños los grupos más afectados.
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