MIAMI.- La enfermedad de Parkinson, considerada la segunda patología neurodegenerativa, después del Alzhéimer, es una condición que se caracteriza por el deterioro progresivo de las neuronas del cerebro, vinculado a los llamados Trastornos del Movimiento.
Alrededor de 10 millones de personas en el mundo padecen Parkinson, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y se estima que su prevalencia se duplicará, llegando a afectar a unos 20 millones de personas en 2050.
Con motivo del Día Mundial dedicado a promover conciencia sobre esta enfermedad, que se conmemora cada 11 de abril, la terapista de lenguaje especialista en Parkinson, Martha Suárez Torres, en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS explicó que esta dolencia “se trata de un cuadro sindrómico multifactorial que se da a nivel cerebral y afecta el sistema dopaminérgico, destruyendo las neuronas del cerebro productoras de dopamina; la dopamina es un neurotransmisor cerebral que es clave en el control de los movimientos del cuerpo”.
Agregó que debido a que el Parkinson es una afección neuromotora, “provoca el daño del circuito que controla la coordinación de movimientos e influye en el equilibrio, el habla, el poder caminar, la voz y la coordinación”.
Suárez precisó que esta patología se puede presentar de tres formas: el Parkinson de inicio juvenil, que es diagnosticado hasta los 20 años, el de inicio temprano, que se detecta a partir de los 21 años hasta aproximadamente los 45 años, y el idiopático de inicio tardío que aparece luego de los 50 años en adelante.
A su vez, expresó que a pesar de que el Parkinson es más prevalente entre los mayores de 65 años, “aproximadamente el 15 por ciento de las personas diagnosticadas tienen menos de 50 años”.
Detalló que los diagnósticos de inicio tardío continúan teniendo el porcentaje más alto con un 60 %, “pero también se presentan en edades más temprana con una incidencia más baja”.
Diagnóstico
En cuanto al diagnóstico, la experta miembro voluntario y colaborador de la Asociación Civil venezolana Parkinson Caracas, que estará realizando actividades durante el mes de abril para concientizar acerca de esta enfermedad, expuso que el Parkinson se manifiesta por la triada clínica de “temblor en reposo, rigidez muscular y dificultad de movimientos, que son las características más evidentes”.
Sin embargo, aseveró que en su evolución pueden aparecer síntomas premotores como la pérdida de olfato que no se recupera, la depresión, la constipación o estreñimiento y los trastornos del sueño, que pueden aparecer inclusive varios años antes del comienzo de los síntomas motores.
Al respecto, dijo que la depresión es un síntoma premotor, “que aparece varios años antes que los síntomas motores, y ya es una manifestación de la enfermedad de Parkinson".
Añadió que otros síntomas discretos del Parkinson son “la falla en la escritura, la alteración de la voz, la pérdida del balance de los brazos y cambios en la forma de caminar".
Destacó que los síntomas motores no son indicios iniciales de la enfermedad, puesto que cuando estos se presentan es porque ya han pasado 10 años de degeneración.
Por otra parte, Suárez destacó que actualmente no hay una prueba específica para diagnosticar la enfermedad de Parkinson. “El diagnóstico lo realiza un neurólogo, basado en los antecedentes médicos, una revisión de los síntomas y exámenes neurológicos y físicos como una resonancia magnética (RM) del cerebro, una imagen del transportador de dopamina (DaTscan) o análisis de sangre”, apuntó.
Causas y factores
La especialista en enfermedades neurodegenerativas especificó que el envejecimiento continúa siendo el principal factor de riesgo para el desarrollo del mal de Parkinson, debido al envejecimiento de la población.
Por otra parte, puntualizó que existe un porcentaje entre el 5 y 10% genético, que suele ser el Parkinson de inicio juvenil en edad temprana.
A pesar de que se desconocen las causas exactas del Párkinson, considera que puede deberse también a una combinación de factores genéticos y a la exposición recurrente sin protección a condiciones ambientales tóxicas como los plaguicidas, la contaminación atmosférica y los disolventes industriales que podrían aumentar el riesgo de padecer Parkinson.
Tratamiento
En ese sentido, enfatizó que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero existen dos tipos de tratamiento. Los de primera línea que se suministran a través de medicamentos que intentan reemplazar directamente la dopamina y mejorar la función de las áreas del cerebro afectadas.
Adicionalmente, se encuentran los de segunda línea que son más novedosos y eficaces, recomendados en caso más avanzados cuando la medicación ya no es eficaz. Estos incluyen al ultrasonido de alta intensidad, las bombas de infusión y la cirugía llamada "estimulación cerebral profunda", en la que con electrodos y un marcapasos se activa a las neuronas.
Mencionó que, además, existen otras alternativas no farmacológicas para detener la neurodegeneración y mantener la calidad de vida de quienes padecen Parkinson como la terapia de lenguaje, la fisioterapia y la terapia ocupacional.
¿Es prevenible el Parkinson?
Aseguró que hasta ahora no se conoce ningún factor de prevención para evitar el desarrollo del Parkinson. Sin embargo, recomienda mantener un estilo de vida saludable que incluya una buena alimentación basada en una dieta antiinflamatoria, una buena rutina de sueño y hacer ejercicios físicos regularmente.
Indicó que, aunque para muchas enfermedades como el cáncer, la diabetes y las afecciones cerebrovasculares, el consumo de cigarrillo es un factor de riesgo, distintos estudios han evidenciado que en el caso del Parkinson se puede considerar un “factor protector", al promover la estabilidad y mantenimiento de las neuronas dopaminérgicas.
Finalmente, resaltó la importancia de realizar la detección de manera temprana y establecer un tratamiento adecuado para ralentizar la enfermedad y mejorar la vida de los pacientes con Parkinson.
@Lydr05
FUENTE: ENTREVISTA