Cuando las articulaciones comienzan a fallar... el impacto sobre la calidad de vida es profundo. El dolor constante, la limitación del movimiento y la pérdida de autonomía transforman actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o dormir en desafíos agotadores. Son estas señales las que alertan sobre un daño estructural que podría requerir una solución definitiva: el reemplazo articular.
También conocidos como artroplastias, estos procedimientos de alta precisión sustituyen una articulación dañada (como la rodilla, la cadera o, en menor medida, el hombro) por una prótesis que imita su funcionamiento natural. Esta intervención permite restaurar la movilidad, eliminar el dolor y mejorar radicalmente la calidad de vida de quienes la reciben.
¿Cuándo considerar un reemplazo articular?
La indicación más común es la artrosis avanzada, una enfermedad degenerativa que desgasta el cartílago articular, dejando los huesos en contacto directo. También se realizan reemplazos articulares en casos de fracturas complejas, lesiones deportivas crónicas, necrosis avascular o secuelas de enfermedades reumatológicas.
Los síntomas que deben encender las alertas incluyen:
· Dolor persistente, incluso en reposo o durante la noche
· Dificultad para caminar o estar de pie por tiempos prolongados
· Inflamación, rigidez o deformidad visible de la articulación
· Falta de respuesta a tratamientos conservadores como medicamentos, fisioterapia o infiltraciones
La decisión de realizar un reemplazo debe tomarse con un equipo especializado, luego de una evaluación clínica, imagenológica y funcional completa.
Según la International Society of Arthroplasty Registries, cada año se realizan más de tres millones de reemplazos articulares en el mundo, siendo las prótesis de rodilla y cadera las más frecuentes. Se estima que para 2030, solo en Estados Unidos, se realizarán más de 1,2 millones de reemplazos de rodilla anuales.
La tecnología ha transformado estos procedimientos. Hoy se utilizan prótesis personalizadas, navegación quirúrgica por computadora y protocolos de recuperación acelerada. Estos avances permiten una cirugía más precisa, menos dolor postoperatorio y una rehabilitación más rápida, marcando una diferencia real en la experiencia del paciente.
A pesar de ser procedimientos probadamente efectivos, en muchos países el acceso está restringido por largas listas de espera, altos costos o limitaciones en la cobertura. Por esta razón, el reemplazo articular se ha convertido en una de las razones más frecuentes para el turismo médico.
En América Latina, Colombia se ha posicionado como un destino de primer nivel para estos tratamientos, combinando calidad médica certificada, tecnología de vanguardia y costos significativamente más accesibles para el paciente internacional. En este contexto, la Fundación Valle del Lili, en Cali, se destaca como centro de referencia nacional y regional en ortopedia y traumatología.
* La Dra. Ana Cristina Arboleda dirige la oficina internacional de la Fundación Valle del Lili, entidad privada sin ánimo de lucro, con 43 años de historia. Considerado el mejor hospital de Colombia durante cuatro años consecutivos, según Newsweek. https://valledellili.org/