En Estados Unidos, miles de inmigrantes viven con la preocupación constante de cómo un proceso migratorio puede afectar no solo su futuro personal, sino también su estabilidad financiera y su patrimonio.
Muchos se preguntan: ¿Qué sucede con mis bienes si estoy en proceso de deportación? ¿Puedo seguir comprando propiedades en Florida si soy venezolano?
En Estados Unidos, miles de inmigrantes viven con la preocupación constante de cómo un proceso migratorio puede afectar no solo su futuro personal, sino también su estabilidad financiera y su patrimonio.
Entre ellos, propietarios de viviendas y compradores extranjeros enfrentan preguntas urgentes: ¿qué sucede con mis bienes si estoy en proceso de deportación? y ¿puedo seguir comprando propiedades en Florida si soy venezolano?
Para aclarar este panorama, conversamos con dos expertos en la materia: Loreley Fajer, destacada bróker inmobiliaria y CEO de Fajer International Realty, especializada en compradores internacionales en el área residencial y comercial, y Chris Robert Tinton, abogado con amplia experiencia en bienes raíces, ley de negocios, inmigración y la resolución de problemas.
Sus respuestas ofrecen una guía clara para quienes buscan protegerse en tiempos inciertos.
De acuerdo con el abogado Chris Robert Tinton, uno de los errores más frecuentes entre los inmigrantes es asumir que estar en proceso de deportación significa perder automáticamente sus propiedades.
“Eso no es así”, explica. “La propiedad privada es un derecho que en Estados Unidos está protegido principalmente por la 5.ª y la 14.ª Enmienda de la Constitución, pero su manejo requiere de atención y acciones estratégicas”.
Cuando una persona recibe una notificación de deportación, sus bienes —incluyendo viviendas, inmuebles de inversión o propiedades en alquiler— no quedan confiscados ni congelados.
Sin embargo, la situación sí puede complicarse si no se toman decisiones informadas.
No realizar transferencias precipitadas de propiedad, ya que no es necesario.
Designar legalmente a un administrador o apoderado, quien se encargará de mantener al día el pago de la hipoteca, y los impuestos al condado, para que esta no entre en un proceso de ejecución por falta de pago. Una vez ordenado esto, entonces evaluar si es conveniente transferir la titularidad de la propiedad a una LLC, un trust o hacer la venta de la misma.
Lo importante es consultar a un abogado especializado, ya que cada caso es distinto, y a un realtor que los puede asistir en la venta de la propiedad si así lo desean. Tinton subraya que cada decisión debe tomarse con asesoría profesional para que la solución no termine siendo peor que el problema.
Desde la óptica del real estate, Loreley Fajer explica que las personas en procesos legales suelen actuar por miedo y vender apresuradamente. “Y muchas veces esa no es la mejor opción”, señala.
Una propiedad bien administrada puede continuar generando ingresos aun si el dueño se encuentra fuera del país temporalmente o en litigio migratorio.
En los últimos meses, la comunidad venezolana ha mostrado preocupación por nuevas regulaciones y decisiones judiciales en Florida que afectan la compra de propiedades por parte de ciertos extranjeros. Esto ha generado confusión y temor entre quienes desean invertir.
El abogado Chris Robert Tinton aclara que las restricciones no aplican de manera uniforme a todos los venezolanos. Generalmente existen excepciones para personas físicas, entre ellas: un comprador extranjero, como persona física, puede adquirir una propiedad residencial de hasta 2 acres si:
(1) no se encuentra a menos de 5 millas de una instalación militar;
(2) posee una visa estadounidense válida (no de turista)
o (3) documentación de asilo; y la compra se realiza a su nombre.
Hay alternativas legales que permiten realizar inversiones de forma completamente segura, ya sea a título personal, mediante empresas (LLC) o estructuras adecuadas según el caso.
Para Loreley Fajer, la respuesta es sí, siempre que se haga con información clara y acompañamiento profesional. “El mercado inmobiliario en Florida continúa siendo atractivo para inversionistas extranjeros”, señala.
“Pero ahora más que nunca, es necesario hacerlo con un equipo legal y de bienes raíces que conozca las regulaciones actuales”.
Identificar zonas con crecimiento, propiedades aptas para inversión y estructuras legales correctas es parte esencial del proceso.
Tanto Tinton como Fajer coinciden en un mensaje crucial: ni la deportación ni las nuevas regulaciones deben ser motivo de pánico, sino señales para actuar con asesoría profesional de expertos.
Proteger un patrimonio y tomar decisiones inteligentes es posible incluso en situaciones complejas. La clave está en no enfrentar estos escenarios en soledad y buscar guías especializadas capaces de acompañar cada paso del proceso.
Para más información: @fajerinternationalrealty 786-636-5222 / @the.legal.bodyguard (305)209-1009
