lunes 21  de  abril 2025
innovación

Consejos para comprar lápices USB

Los dispositivos en los que se puede llevar todo tipo de información son muy variados, especialmente por la velocidad para la transferencia de datos

El primer lápiz USB salió al mercado en el año 2000. Desde entonces, es difícil imaginarse la vida sin esas pequeñas memorias de datos que se pueden llevar en el bolsillo del pantalón. No es de extrañar, ya que con esos dispositivos se puede transportar casi todo, desde los trabajos escritos para la universidad hasta la colección de fotos. Sin embargo, no todos los lápices son iguales.

Por eso, el consumidor debería tomar en cuenta algunos criterios a la hora de comprar una memoria USB. Por ejemplo, las diferencias de velocidad entre los diversos modelos son enormes, sobre todo cuando se trata de la escritura de datos.

"Todo es posible entre dos y 450 megabits por segundo", dice Boi Feddern, redactor de la revista alemana de computación"c't". Esto se debe a que existen diferentes estándares de USB: los lápices con la versión USB 1.x son los más lentos.

Esta conexión la tienen las computadoras viejas. Actualmente están notablemente más extendidas las memorias USB 2.0 o la variante más moderna y más rápida, la USB 3.0.

La variante más reciente también es la más rápida cuando se trata de la lectura de datos:"La velocidad teóricamente máxima de la memoria USB 2.0 es de 480 megabits por segundo y la de un lápiz USB 3.0 es de 4.000 megabits por segundo", explica Manuel Fischer, experto de la Asociación Alemana para la Tecnología de la Información (Bitcom).

Sin embargo, solo se trata de máximos teóricos, porque en la práctica la velocidad del lápiz USB 2.0 es de solo 320 megabits y la del USB 3.0 de 2.400 megabits."Aunque hasta ahora solo muy pocos lápices agotan esa velocidad, los nuevos sticks que se venden en las tiendas solo son los USB 3.0", dice Feddern.

También los dueños de computadoras más viejas pueden usar sin problema los lápices más modernos: como la memoria USB 3.0 es compatible con software anterior, estos lápices también funcionan en conexiones para la versión anterior 2.0, si bien la velocidad es más reducida, explica Feddern.

Por tanto, cuando se compra un lápiz nuevo, se puede elegir tranquilamente un modelo que da soporte a una memoria USB 3.0.Sin embargo, el estándar en sí no garantiza una rápida transferencia de datos:"La velocidad que se alcanza en la práctica depende de la computadora, de la conexión, del lápiz y, eventualmente, del cable que se use.

El elemento más débil limita la velocidad", dice Fischer. Por esta razón, existen hasta cierto punto claras diferencias entre los productos de los diferentes fabricantes, explica el experto.Otra diferencia es la capacidad de almacenamiento, desde luego.

La oferta es enorme. Incluso ya se pueden conseguir lápices de un terabyte."Si usted solo quiere trasladar un par de textos de una computadora a otra, cualquier lápiz es adecuado", dice Fischer. Sin embargo, quien quiere transportar de un lugar a otro toda su colección de fotos necesita bastante más capacidad de almacenamiento.

Por eso, en caso de duda, el usuario debería verificar previamente la capacidad de la carpeta de imágenes, por ejemplo, y luego comprar el lápiz adecuado.Como regla general, los lápices muy pequeños y los muy grandes cuestan más.

"Actualmente son recomendables los lápices de entre ocho y 128 gigabytes. Una capacidad de almacenamiento inferior o superior a esos valores es desproporcionadamente cara", explica Boi Feddern.

Los lápices muy veloces también son más caros 

Los modelos de velocidad media generalmente cuestan en la actualidad entre 40 y 80 céntimos de euro (entre 0,54 y 1,10 dólares) por gigabyte.

También la cantidad de extras determina el precio. Actualmente, sin embargo, muchas de esas extras prácticamente son estándar, señala la revista alemana"PC Welt", que sometió a un test 22 modelos.

Por ejemplo, casi todos tienen una lucecita que indica si el lápiz está escribiendo o leyendo datos. Por el contrario, muy pocos fabricantes agregan software para copias de discos duros o el almacenamiento gratuito en la nube.

En cambio, casi todas las empresas ofrecen garantía, si bien con plazos de duración diferentes.

Según Feddern, diez años de garantía debería ser el mínimo.Incluso si la garantía es de larga duración, los usuarios deberían manipular los lápices con mucho cuidado para evitar la pérdida de datos.

"Si usted lleva frecuentemente consigo el lápiz, debería asegurarse de que los contactos están bien protegidos", recomienda Manuel Fischer. La mayoría de los fabricantes ofrecen sus lápices con correderas o tapas.

Ambas variantes tienen desventajas", dice Feddern:"Las tapas fácilmente se pierden y las correderas fácilmente se estropean".

En opinión del redactor de la revista"c't", es cuestión de gusto si el usuario elige una u otra variante.
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