sábado 14  de  junio 2025
SÉPTIMO ARTE

Academia incluye primicias para el cine asiático

Resulta difícil creer que todavía haya primeras veces en la Academia luego de 93 años de historia; sin embargo, este año hubo hitos para el cine asiático

Resulta difícil creer que todavía hayan primeras veces para los Premios de la Academia luego de 93 años de historia; sin embargo, este año hubo un puñado de hitos para actores y cineastas asiáticos.

Steven Yeun de “Minari” es el primer actor asiático-estadounidense nominado a Mejor actor. Riz Ahmed de “Sound of Metal” (“El sonido del metal”) el primer musulmán nominado a Mejor actor. Es la primera vez que hay dos nominados a Mejor actor de origen asiático. Youn Yuh-jung (“Minari”) es la primera mujer coreana nominada a cualquier premio de actuación. La directora de “Nomadland”, Chloé Zhao, es la primera mujer asiática nominada a Mejor dirección. Y con la nominación para el director Lee Issac Chung por “Minari” también es la primera vez que hay dos nominados asiáticos en esa categoría.

Los logros históricos ponen de relieve en qué puntos ha avanzado la organización y dónde queda trabajo por hacer, especialmente después de un año en el que los estadounidenses de origen asiático sufrieron un incremento de ataques racistas.

Nancy Yuen, autora del libro “Reel Inequality: Hollywood Actors and Racism” sobre desigualdad en la industria del cine, dijo que las nominaciones de este año son emocionantes. "Los actores están siendo reconocidos por papeles que no son degradantes, que no encajan en estereotipos problemáticos”, dijo. “Son seres humanos completamente complejos”.

Ese no siempre ha sido el caso de los actores asiáticos que han logrado llegar a la Academia. La primera y última vez que una mujer asiática recibió el premio de actuación fue en 1958, cuando la actriz japonesa Miyoshi Umeki ganó por su papel de reparto en “Sayonara”. En 1985, Haing Ngor se convirtió en el primer hombre asiático en ganar un premio como actor de reparto por interpretar al periodista camboyano Dith Pran en “The Killing Fields” (“Los gritos del silencio”). Y ninguno ha ganado en las categorías principales de actuación desde que Ben Kingsley, cuyo padre es indio, ganó por “Gandhi” en 1982. Yul Brynner, nacido en Rusia, ganó por “The King and I” (“El rey y yo”) en 1957.

A esto se suma el hecho de que múltiples cintas protagonizadas por asiáticos han ganado el Oscar a la Mejor película, pero no recibieron ninguna nominación en los apartados de actuación. En la historia de las cintas galardonadas como Mejor película esto ha pasado solo en 12 ocasiones, y tres de ellas tenían elencos predominantemente asiáticos: “The Last Emperor” (“El último emperador”), “Slumdog Millionaire” (“Quisiera ser millonario”) y “Parasite” (“Parásitos”) del año pasado. “Crouching Tiger, Hidden Dragon” (“El tigre y el dragón”) de Ang Lee y “Life of Pi” (“Una aventura extraordinaria”) fueron nominadas a Mejor película sin recibir una nominación de actuación.

“Creo que los asiático-estadounidenses y los asiáticos en la diáspora occidental tienden a ser vistos como invisibles o como objetos en el fondo. Son escaparates”, expresó Yuen. “Esto lleva a no reconocer a los asiáticos como actores y personajes totalmente complejos”.

Yuen y otros notaron que con “Parasite” la gente se refería al elenco como “ellos” en vez de sus nombres individuales como actores: Chang Hyae Jin, Cho Yeo Jeong, Choi Woo Shik, Lee Jung Eun, Lee Sun Kyun, Park So Dam y Song Kang Ho. Ya sea un punto ciego del occidente, un sesgo racial o una combinación de ambas cosas, es al menos parte de la razón por la que ocurren estas omisiones sistémicas.

“La gente ni se molesta en tratar de aprender”, acotó Yuen. “Esa capa adicional de desafío, creo, hace que la gente de la Academia no nomine a nadie de esas películas a menos que ya sea conocido”.

Yuen, quien creció en Estados Unidos y también tuvo que buscar los nombres de los actores en ocasiones, dijo que trató siempre de mencionarlos individualmente si le iba a hacer un cumplido a “Parasite” o a compartir un gif o una imagen en redes sociales.

Y los sesgos no son solo en las nominaciones. En 2016, la primera ceremonia tras el surgimiento del hashtag #OscarsSoWhite (#OscarTanBlanco), Chris Rock sacó a tres niños asiáticos vestidos de traje para un chiste tristemente célebre sobre contadores y iPhones.

El chiste no fue bien recibido entonces y provocó muchas reacciones negativas en redes sociales de personas como la actriz Constance Wu y el basquetbolista Jeremy Lin. La academia se disculpó y prometió una mayor sensibilidad cultural.

Los logros en la Academia también llegan después de un año de aumento de ataques raciales contra asiático-estadounidenses impulsados por la pandemia. Al día siguiente de las nominaciones al Oscar, un hombre blanco armado fue acusado de matar ocho personas, la mayoría de las cuales eran mujeres asiáticas, en un negocio de masajes de Atlanta.

“Fue como, ‘¡Ay Dios mío, los asiáticos finalmente son reconocidos por su excelencia!’ Y luego este horrible crimen de intolerancia que realmente sacudió a todos. Se siente como si estuviéramos bajo los reflectores, pero por razones totalmente opuestos”, indicó Yuen. “Una cosa no cancela la otra. Los aspectos positivos no anulan el racismo. Al mismo tiempo creo que esto está creando mayor consciencia sobre el racismo, y cuánto más se reconozca la excelencia asiática, mayor la voz y la plataforma para que los asiático-estadounidenses puedan pronunciarse contra la intolerancia”.

Los mismos actores tienen sentimientos encontrados sobre el momento y las primicias en cada edición de la Academia.

“Es muy estresante. No es que esté representando al país por ir a los Juegos Olímpicos, pero siento que estoy compitiendo por mi país”, expresó Youn.

En una entrevista con Variety antes del anuncio de las nominaciones, Yeun dijo: “Aunque sería genial sentar un precedente o ser parte de un momento que rompe barreras, personalmente tampoco quiero quedar atrapado en ese momento”.

En cuanto a Ahmed, este dijo al New York Times el día de su nominación: “Lo más importante es que sea significativo para otras personas. Simplemente pienso que entre más y más gente se pueda sentir celebrada e incluida en ese momento, mejor”.

Parte de la razón de estos logros podría deberse a los esfuerzos de diversificación dentro de la Academia. Tras las críticas por unos #OscarTanBlancos en 2015 y 2016, la organización se comprometió a duplicar el número de mujeres y personas afroamericanas entre sus miembros votantes para 2020. Alcanzaron esa meta el año pasado, pero la Academia sigue siendo 81% blanca y 67% masculina. En 2024 presentarán nuevos estándares de inclusión para las candidatas a Mejor película.

“Históricamente ha habido sectores de la Academia más diversos, particularmente a nivel internacional, específicamente en la rama de directores”, dijo el presentador de Turner Classic Movies y experto en los Oscar, Dave Karger. “Pero los intentos de la Academia por diversificarse han abierto la puerta a más nominados dignos, en especial nominados afroamericanos y asiáticos, no solo nominados blancos extranjeros”.

La gran duda es si este año realmente representa un cambio profundo.

“Habrá que ver si es un repunte, un año raro o efectivamente el comienzo de un patrón de cambio”, acotó Yuen. “Realmente no lo sabemos todavía”.

FUENTE: AP

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