SAN SEBASTIÁN.-Actor sin fronteras y profesional tenaz, Antonio Banderas no sólo ha sabido hacerse un nombre dentro y fuera de casa, sino que también abrió las puertas de Hollywood a muchos de sus compatriotas. Y hoy, el Ministerio español de Cultura rindió tributo a ese compromiso con el Premio Nacional de Cinematografía.
Antes de entregarle el galardón -dotado con 30.000 euros que Banderas donó a la Escuela Nacional de Arte Dramático en su Málaga natal- el ministro Íñigo Méndez de Vigo lo alabó por "llevar siempre al niño que fue en el corazón que es". Y calificándolo de patriota, subrayó que "siempre ha sabido regresar al lugar que un día dejó siendo pequeño para hacerse grande".
Y es que si había una palabra "estrella" en el premio que hoy recibía, esa era "nacional", añadió Banderas ante una abarrotada sala del centro cultural Tabakalera, en el marco del Festival de San Sebastián. "A ver cómo se retrata Banderas, estarán algunos rumiando", añadió en referencia a quienes esperaran un discurso más político que artístico.
Y el protagonista de "La máscara del Zorro" no esquivó la cuestión, todo lo contrario. Según contó, fue pasando "de la niñez a la mayoría de edad de forma paralela a cómo el país pasaba de una dictadura a una democracia". Entonces "creí y sigo creyendo en ese proyecto común llamado España y, como me pasa conmigo mismo, a veces estoy oruglloso y a veces no, pero no puedo evitar quererlo", manifestó.
Las palabras del que fuera "chico Almodóvar" hacían claramente referencia a la tensa situación que se vive estos días en Cataluña, con el referéndum convocado de manera unilateral para el 1 de octubre. "Lo de Cataluña se ha convertido en un animal extraño, difícil de observar. A veces parece una película de Berlanga", añadió después Banderas en conversación con los medios.
"Votar, lógicamente, es uno de los grandes preceptos de la democracia, pero no el único punto: la democracia está formada por muchas otras ramas y eso tenemos que hacerlo entender", subrayó. Y respecto al tira y afloja entre Barcelona y Madrid, afirmó que sucede como en el fútbol: "¿Quién saca la tarjeta, el árbitro o el tío que pega la patada?"
El acto había comenzado subiendo a la palestra a dos compañeros del sector. La primera fue la actriz Paz Vega, que esta tarde recibirá además el Premio al Cine Latino y que lo definió como "un actor por los cuatro costados". Banderas es "pura pasión", agregó. "Con él hemos aprendido a soñar, a ver nuestra profesión como una aventura donde todo es posible".
Por su parte, el director Carlos Saura -con quien Banderas tiene pendiente encarnar a Pablo Picasso en "Guernica"- aprovechó para pedir al ministro que de una vez se bajen los impuestos al cine. "Es hora de que se preocupe de la cultura de verdad", dijo, a lo que Méndez de Vigo respondió que se bajarán en los presupuestos de 2018.
Banderas agradeció sus palabras, calificando a Vega como "una de las sonrisas más bonitas que ha tenido el cine español" y a Saura, de 85 años, como "uno de los hombres más jóvenes" que jamás ha conocido. "Es mi pasado, mi presente y mi futuro", añadió en referencia a su anhelado "Guernica", que será "muy distinto" al Picasso de la serie que rodará con National Geographic.
Por último, en su desglose de lo que significa este Premio Nacional de Cinematografía, Banderas también aludió a ese séptimo arte que a él le toca "el corazón, y a otros, otros órganos del cuerpo", ironizó. Y recordó como en estos 37 años de carrera ha abarcado todos los estilos y géneros, pues a su juicio esa debe ser la función del actor.
"El cine tiene un alma propia, rebelde y libre que reclama su propia autonomía", declaró. "Mi carrera puede que sólo tenga sentido cuando acabe, cuando me muera, pero eso no entra en mis planes inmediatos", dijo en referencia al ataque al corazón que sufrió en enero. Casi recién estrenados los 57, el actor, que de niño quería ser torero, dejó claro que le quedan "muchas historias por contar y muchas orejas por cortar".
FUENTE: dpa