MIAMI.- El 17 de mayo de 1984 el cine argentino estrenó Camila, una película que aborda la historia de una bella aristócrata y un sacerdote, quienes se fugan de las autoridades militares y el clero para vivir su romance. Y 40 años después del lanzamiento de este filme, que obtuvo una nominación al Óscar como mejor película extranjera, sus protagonistas -Susú Pecoraro e Imanol Arias- hablaron sobre la producción y el efecto que marcó en el séptimo arte.
"Más que consciente porque sucede cuando camino por la calle... él (Imanol Arias) siempre cuenta su anécdota en un aeropuerto y yo no puedo caminar sin que me digan: 'Camila, mi hija se llama Camila, mi nieta se llama Camila', o una señora grande: 'me llamo Camila'", expresó a la prensa argentina la actriz Susú Pecoraro, de 71 años.
"Ella lo vivió mucho más directo porque lo vivió aquí en toda América Latina, porque la que viajó por el mundo con la película fue Susú... yo digo que me regaló un país", agregó el actor español Imanol Arias, de 68 años.
Para Pecoraro, el efecto que supuso Camila se debió -en parte- a la entrega de todo el equipo a la hora de grabar la película.
"Es un momento bisagra para el cine argentino, también... recién hablábamos de eso con el camarógrafo y el equipo -que nos encontramos con ellos después de tantos años- que teníamos conciencia de que estábamos haciendo algo bueno, teníamos mucho compromiso y éramos muy jovencitos porque yo pensaba: 'Imanol era un niño, ahora que veo fotos de esa época; yo era una beba y digo que esa podría ser mi nieta hoy. ¿Cómo podríamos haber tenido tanta responsabilidad?, ¿cómo le dimos a cada escena todo lo que había que dar siendo tan jóvenes?'", rememoró la intérprete de cine, teatro y televisión.
"Siempre estaba la pequeña pregunta sobre María Luisa Bemberg, con el tiempo lo que emerge es una mujer que está por encima de la película, de nosotros, de su concepción... ahí había una cineasta y una mujer con un compromiso que no solamente era un compromiso de hacer, sino con un compromiso ideológico sobre la mujer, sobre la historia y sobre el cine, que era estremecedor", añadió Arias, al exaltar la labor que tuvo la directora argentina María Luisa Bemberg, quien falleció el 7 de mayo de 1995 en Buenos Aires.
Otro factor determinante que marcó el éxito de Camila recae en el guión, el cual estuvo a cargo de Bemberg junto a Beda Docampo Feijóo y Juan Bautista Stagnaro.
"El guión era excelente. Yo venía de leer muchos guiones y hacer adaptaciones porque venía haciendo un programa... el guión cuando lo leías estaba todo ahí. Había que jugársela para hacerla toda tan jóvenes...", aseveró Susú Pecoraro.
Trama de Camila
La película recrea la historia real del romance entre Camila O'Gorman (Susú Pecoraro) y el sacerdote Ladislao Gutiérrez (Imanol Arias), durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas en Buenos Aires, en la primera mitad del siglo xix.
Camila comienza a experimentar un sentimiento de afecto por el padre Ladislao, y a demostrar cada vez más interés en él. Al principio él la rechaza, siguiendo el mandato del celibato impuesto por la Iglesia Católica. Pero termina cediendo a sus pasiones y finalmente, en una escena en el campanario, le confiesa su amor a Camila.
Ambos deciden escaparse, y se refugian en la villa de Goya, en la provincia de Corrientes, tomando nombres falsos (Ladislao Gutiérrez adoptó el nombre de Máximo Brandier, y Camila O’Gorman se hizo llamar Valentina Desán). Allí se dedican a ser maestros en una escuela rural.
En ocasión de un evento al que son invitados, son descubiertos por un cura que conoce a Ladislao. Un habitante del pueblo donde se escondían, encargado de la seguridad, les ofrece caballo y provisiones para que escapen antes del amanecer, cuando no le quedará más remedio que arrestarlos. Camila aguarda impaciente la llegada de Ladislao para escapar antes de que amanezca, pero Ladislao -lleno de culpa- se refugia en una iglesia entre rezos y llanto. Finalmente vuelve al amanecer, cuando ya su destino está signado: ambos son arrestados y aprisionados por separado.