MIAMI.- Desde la humilde Cuba, un director de teatro se vale de métodos y técnicas particulares para llevar a su actriz principal al proceso de construcción de un personaje llamado Conejo.
MIAMI.- Desde la humilde Cuba, un director de teatro se vale de métodos y técnicas particulares para llevar a su actriz principal al proceso de construcción de un personaje llamado Conejo.
Previamente, el director realiza un casting para hombres en el que se presenta una única mujer que finalmente termina por ser la escogida.
Carla Forte -directora de la película- explica que "Conejo" es un largometraje independiente que está basado en la obra de teatro "Rictus", una pieza escrita por su hermano Vicente Forte.
“El uso del termino 'conejo' es muy importante para este proyecto. En la vida real se experimenta con animales, entre ellos con conejos, así que para mí era significativo esta referencia como punto de partida para crear un personaje humano inspirado en un conejo de laboratorio. Luego, trabajar en todas las simbologías entre el conejo, la mujer y la actriz y cómo se fusionan, es parte del desarrollo de la historia”, comenta Forte, quien afirma que realizar el filme fue un gran desafío para el elenco y equipo de trabajo.
Una producción austera
Tal como lo indica su directora, el largometraje fue un reto para la producción y el reparto, ya que el mismo se grabó con ocho personas claves en apenas nueve días bajo una estructura clara de escaleta.
“No tuvimos un guión, pero sí escenas muy bien descritas en la que los actores improvisaban bajo pautas estipuladas. Durante el proceso de investigación, creamos un ambiente similar al de una residencia artística por 12 días dentro de la misma locación. Desde allí, llevamos a cabo conversaciones profundas, con los actores, acerca de la historia y los personajes a desarrollar”, asevera Forte.
Esto supuso para la cineasta venezolana un desafío profesional. “Como directora, para mí siempre es de suma importancia mantener el flujo de trabajo con buena energía dentro del equipo, evitando interrupciones o distracciones externas, para así poder transmitir al público una experiencia genuina, casi como si pudieran experimentar la realidad a través de esta película”.
A este reto se suma la postura como mujer dentro del séptimo arte. “Como mujer cineasta encuentro cada proyecto como una nueva experiencia de aprendizaje y una oportunidad que me eleva cada vez a una nueva etapa en mi vida y en mi carrera artística. Me concentro en investigar y experimentar con puntos de vistas innovadores para crear diferentes formas de expresión, con el objetivo de alcanzar horizontes inexplorados sin dejar a un lado la danza, manifestación que forma parte de mis trabajos y formación artística”, expresa la realizadora y una de las fundadoras del colectivo de arte multidisciplinario Bistoury Physical Theatre and Film en Caracas, Venezuela, y quien además cuenta -en su trayectoria profesional- con propuestas audiovisuales como "The Holders", "Historias de la urbe", entre otras.
Primera protagonización
Para la actriz y productora Malena González,quien da vida al personaje de conejo, la experiencia en esta producción fue un gran logro. "Es la primera vez que asumo la protagonización de un filme y su producción", dice González.
Esta experiencia, que califica de eficaz, estuvo cargada de retos, pero también de pasión. "Tenía que estar muy consciente durante todo el proceso para que las labores de productora no opacaran a las de actriz, y viceversa. Me aseguré de tener todo mi trabajo como productora listo, para que una vez comenzados los ensayos pudiese enfocarme completamente en el desarrollo del personaje", detalla.
Además, asegura que el desafío más grande fue la relación del personaje con la comida. "Tenía que comer como un conejo durante el rodaje. Su alimentación se basaba en lechugas, zanahorias, col y perejil, por lo que que llegó un momento en el que me dio una indigestión por comer tantas verduras crudas, pero la directora me propuso aprovechar mi malestar para rodar una escena similar. Yo acepté, porque mi meta era hacer el personaje con la mayor verdad posible", confiesa.
De la Habana al Festival de Cine de Miami
Los 85 mínutos de “Conejo”, una coproducción entre Venezuela. EEUU y Cuba, se grabaron en La Habana. La película forma parte de la programación de la edición 37 del Miami Film Festival, que se celebrará del viernes 6 de marzo al domingo 15.
El filme participará en la competencia que elige a la mejor cinta Iberoamericana.
"Es una gran oportunidad para el proyecto. El poder estar en la programación junto a grandes películas latinoamericanas nos hace sentir muy orgullosos", asevera Carla, quien agrega que luego de este compromiso estará en el Festival de Cine Venezolano, en Venezuela. Y además, estrenará "Histeria", otro largometraje que rodó en plano secuencia real en las afueras de Miami.
Y quienes asistan al festival para ver la película de Carlas Forbe se toparán con una propuesta muy peculiar. “Mis películas retratan un universo muy personal donde el público puede conectarse con los deseos, las emociones y los motivos humanos que desean explorar y descifrar. En "Conejo" el espectador se ve inmerso en la realidad o la ficción de lo que está detrás del montaje de una obra de teatro. En la vida real la audiencia siempre tiene acceso al resultado final de un montaje, pero no al del proceso, y de esto trata este filme”, argumenta Forbe.
Para conocer más detalles de esta y otras películas que se proyectarán en el Miami Film Festival, visite miamifilmfestival.com.
La evolución del cine Iberoamericano
Tanto para la directora Carlas Forbe y la actriz Malena González, la evolución del cine iberoamericano ha gestado un nivel importante en el mundo.
"Las series han tomado la delantera en el mercado, pero el cine iberoamericano sigue lleno de propuestas distintas a lo que podemos ver en el mainstream, y hay muchas joyas de películas que se hacen con una mirada muy particular", afirma González.
Por otra parte, Forbe considera que el papel de la mujer en la industria ha cobrado un importante espacio.
"Las mujeres actualmente tenemos un espacio en el que se nos presta más atención. Sin embargo, seguimos trabajando cada día para ser escuchadas y consideradas dentro del ámbito cinematográfico. Creo plenamente en la necesidad de contar historias conectadas a nuestras raíces: un cine que hoy día ocupa un lugar importante en el mundo entero", plantea la cineasta.