MIAMI.- El colombiano Carlos Arturo Rivera sabe que las mejores historias son las que nos hacen reflexionar, las que sacuden y también aquellas que nos enseñan a ser mejores personas.
MIAMI.- El colombiano Carlos Arturo Rivera sabe que las mejores historias son las que nos hacen reflexionar, las que sacuden y también aquellas que nos enseñan a ser mejores personas.
Con estos principios, Rivera, nacido en Caicedonia, en el Valle del Cauca, y que vive hace más de una década en los Estados Unidos, se esfuerza por compartir sus experiencias como inmigrante en este país.
Lo hace a través de la literatura, de sus charlas, de la palabra y el hacer paciente que confía en que para aprender se necesita constancia y voluntad, pues, como dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS, sus “libros de conducta humana llevan un mensaje para que la gente viva mejor consigo mismo y con los demás".
Su pasión por las letras comenzó desde el colegio, como cuentista y director de un periódico estudiantil. “Vengo de Calarcá Quindío, Colombia cuna de escritores y poetas. Empecé a escribir en periódicos y revistas en mi país. Y mi paso por algún tiempo estudiando en organizaciones educativas internacionales dedicadas al éxito y al crecimiento personal me inclinaron por este tema solamente”, explicó.
En Colombia, trabajaba como directivo en ventas y mercadeo en las cuatro principales compañías colombianas de productos populares.
Pero Rivera siempre encontraba tiempo para compartir estas labores con la escritura. Como reveló: “a la vez escribía y dictaba conferencias sobre calidad total, trabajo en equipo, y motivación. Con el tiempo, solo me dediqué a dictar conferencias y a escribir”.
Rivera, quien cita entre sus escritores de cabecera a Anthony de Mello, Paulo Coelho, Louise L. Hay, Deepak Chopra, Osho, Eckhart Tolle, Wyne Dyer, entre otros, siempre destacó por el don de la oratoria y la capacidad de motivar a otros para que lograran sus metas.
Y como buen motivador, Carlos Arturo Rivera ha encontrado una manera inusual de hacer llegar sus cuentos a las personas. La forma de divulgar su más reciente libro, Echando raíces, es una prueba de ello. El autor visita diversos lugares públicos de su comunidad, y frente a frente, como un amigo que te da un consejo y te brinda ayuda, comenta a los futuros lectores del libro de qué se tratan las historias.
Sobre su obra
Las historias de una enfermera que limpiaba casas, de un ingeniero, un pintor, un escritor que sueña con tener una pensión, un veterinario o un banquero, son algunas de las líneas argumentales de este libro, que se inspira en historias verdaderas, en anécdotas que le contaron y que ahora toman una nueva vida entre las páginas de Echando raíces.
En palabras de Carlos Arturo Rivera, “los inmigrantes latinos estamos pasando por un momento crucial en este país, y quise entonces contarle al mundo que la mayoría somos gente buena, trabajadora, comprometida, honesta y decidí resaltar el orgullo latino con 30 cuentos: abogados cortando pasto, médicos lavando yates, enfermeras limpiando casas y otros cuentos y relatos fantásticos. Y lo más importante: que vinimos a aportar lo bueno de nosotros para engrandecer aún más a esta nación”.
Tal y como indica Rivera al inicio del libro, el mismo fue posible a partir de que se vinculara “como voluntario en la importante Fundación The Americas Community Center, ubicada en la ciudad de Weston, Florida, por más de 12 años, donde tuve la oportunidad de hacer muchos contactos con la comunidad hispana y de escuchar sus apremiantes necesidades, entre ellos, los recién llegados”. En ese lugar dijo haber hecho más de 2.000 horas de trabajo voluntario.
A partir de esas vivencias, durante unos dos años hizo una cuidadosa selección de 30 historias para que en cada una aparecieran los conflictos de los inmigrantes que recién comienzan una nueva vida en los Estados Unidos y se preparan para echar raíces en una tierra de oportunidades y también de desafíos, pues, como afirma Rivera, “vinimos a emprender un difícil recorrido como inmigrantes, pero que al final vale la pena”.
Asimismo, se refirió a la importancia de que los hispanos mantengan vivas sus tradiciones a la hora de comenzar de nuevo, pues “nuestra misión, nuestro compromiso, es mantener vivo el orgullo de nuestro origen para transmitírselo a nuestros hijos”.
Como muchos de los personajes de sus historias, Carlos Arturo Rivera no pensó que dejaría su natal Colombia para embarcarse a un camino desconocido en otra tierra.
“Nunca pasó por mi mente vivir aquí, pero por las circunstancias y vueltas que da la vida me tocó emigrar, de lo cual no me arrepiento”, comentó Rivera, que lleva unos 15 años en este país.
El narrador colombiano celebra la diversidad cultural de la Florida, donde confluyen idiosincrasias de tantos países latinoamericanos y también las historias de familias separadas, de ilusiones y sueños cumplidos.
“La hispanidad le ha puesto color, música, sabor y ambiente a la vida americana. ¿Se imaginan ustedes a la Florida sin los hispanos? Por ejemplo: no tendría ni efervescencia, ni calor humano, ni samba, ni salsa, ni merengue, ni hermosas mujeres latinas adornando sus playas con sus cuerpos de diosas. No habría joropos, ni gaitas, ni tambores, ni flautas, ni guitarras, ni arepas”, reflexiona en un pasaje de su libro.
Sin embargo, Rivera es consciente de que en estos tiempos las personas leen cada vez menos. Es por eso que insiste en llevar sus historias directamente a los posibles lectores.
“Estamos muy preocupados por el bajo interés por la lectura en los actuales tiempos por la misma velocidad de la vida y quizás otros motivos. Aunque hay escritores que venden, según el tema y el interés que despiertan sus libros, no es fácil como lo era en épocas anteriores. Hay que hacer mucho mercadeo, divulgación y estrategias de ventas por la red”, explicó.
“En mi caso yo acudí a venderlos personalmente en restaurantes latinos con gran éxito. Es decir, llegó la hora de buscar al lector y motivarlo nuevamente. Frente a frente”, enfatizó Rivera.
El libro se puede encontrar en Amazon, en este enlace.