MIAMI.- Durante nueve días, el Festival Internacional de Documentales de Santiago (Fidocs) celebró su edición 26 en la capital de Chile.
MIAMI.- Durante nueve días, el Festival Internacional de Documentales de Santiago (Fidocs) celebró su edición 26 en la capital de Chile.
Con un jurado conformado por Carolina Urrutia, Angelina Vázquez y Nicolás Videla el premio a Mejor película nacional fue para Canción a una dama en la sombra, de Carolina Astudillo. En 117 minutos, este drama muestra la espera de una mujer por un hombre que se enlistó en el frente cuando comenzó la guerra civil española. Las cartas que recibe del hombre, que lee a sus hijos a la luz de las velas, engloban el paso del tiempo y el conflicto de la eterna paciencia que miles de mujeres vivieron en el conflicto europeo, pero que se repite incansablemente en todo el mundo.
La peleada sección extranjera dejó como vencedora a E Noite na América en la categoría Mejor película internacional. La obra de Ana Vaz muestra desde una mirada animal la vida de la fauna y los humanos en Brasilia para plantear la pregunta: ¿los animales están invadiendo nuestras ciudades o nosotros estamos ocupando su hábitat?. Una propuesta jugada que el jurado internacional compuesto por el boliviano Kiro Russo, el chileno-estadounidense Niles Atallah y la española Elena Duque calificaron como un filme salvaje que mezcla lo preciso.
La mención especial del jurado internacional se entregó a Eami, de la paraguaya Paz Encina. Este documental presenta la historia de Asojna, la mujer-dios-pájaro que transmuta en espíritu en medio de desplazamientos forzosos, en memoria de un pueblo que debe migrar de su lugar de origen. "Porque logra abordar el tema indígena con inteligencia, trayendo un conflicto a la cabeza del espectador a través de la evocación de lo que se ve, conjugando la tradición oral con el poder del color, la imagen y el sonido", justificó el jurado sobre el premio.
El jurado joven dio su mención a una de las más esperadas de la programación: How to save a dead friend, de Marusya Syroechkovskaya. Una ventana a los vínculos afectivos adolescentes, las adicciones y las inestabilidades políticas y sociales que viven dos jóvenes rusos por más de 15 años de grabación. Mediante la tecnología, la música y la revolución logran dar cuenta de las opresiones, la ansiedad y las miserias de esta generación.
El cineasta chileno Ignacio Agüero se llevó la Mención del Jurado por Notas para una película, una obra reflexiva donde se organiza un tejido sin tiempo sobre el Wallmapu (movimientos indígenas independientes).
FUENTE: REDACCIÓN