PARÍS.- El cineasta Roman Polanski fue juzgado este martes en Francia acusado de difamar a la actriz Charlotte Lewis, que lo acusa de agresión sexual en la década de 1980 y que ante el tribunal aseguró que casi destruyó su vida.
La actriz Charlotte Lewis declaró que fue víctima de una campaña de difamación después que en 2010 afirmara que Roman Polanski la agredió sexualmente en 1983
PARÍS.- El cineasta Roman Polanski fue juzgado este martes en Francia acusado de difamar a la actriz Charlotte Lewis, que lo acusa de agresión sexual en la década de 1980 y que ante el tribunal aseguró que casi destruyó su vida.
El director franco-polaco, de 90 años, no asistió al juicio ante el tribunal correccional de París, por lo que todas las miradas estaban puestas en la denunciante, de 56 años y residente en el Reino Unido, que declaró vestida de negro, constató la AFP.
Lewis declaró que fue víctima de una campaña de difamación después que en 2010, en pleno festival de Cannes, afirmara que el director la agredió sexualmente durante un casting en su domicilio en París en 1983, cuando ella tenía 16 años. "Estuvo a punto de destruir mi vida", dijo en inglés la intérprete, quien aseguró que la cobertura mediática de su caso le provocó un ataque de nervios y la obligó a cambiar a su hijo, que entonces tenía 6 años, de colegio.
Sobre la presunta agresión, Lewis declaró: "No sabía que lo que me había ocurrido era una violación. Sabía que algo no iba bien, pero no llegaba a ponerle un nombre".
La actriz, que actuó en la película Piratas de Polanski en 1986, no lo denunció, pero declaró ante la policía estadounidense. Ante el tribunal, aseguró que fue amable con ella durante el rodaje.
Pero nueve años después de su denuncia pública, Polanski, nacido en París en 1933, replicó que se trataba de una odiosa mentira, en una entrevista con la revista francesa Paris Match.
Según Paris Match, el director sacó una copia de un artículo de 1999 del ahora desaparecido periódico sensacionalista británico News of The World, sobre una entrevista a Lewis por parte del periodista Stuart White.
El diario británico atribuía a Lewis estas declaraciones: "Quería ser su amante (...) Probablemente lo deseaba más que él". Pero la actriz denunció que no eran exactas. "La entrevista que di a Stuart White no fue la entrevista que salió en el periódico", reiteró Lewis este martes, añadiendo que sólo descubrió el artículo años más tarde.
El experiodista, que declaró como testigo a pedido de la defensa, aseguró que entrevistó dos veces a la actriz tras el pago de 30.000 libras (38.000 dólares al cambio actual) por la exclusiva.
White la presentó como una mujer que dice mentiras, pero dijo no recordar si ella pidió aprobar el texto de la entrevista, escrita desde el punto de vista de una 'chica del vicio', antes de la publicación
A lo largo de su carrera, varias mujeres han acusado al ganador de tres premios Oscar y de una Palma de Oro en el festival de Cannes de agresión sexual y violación, algunas cuando eran menores. El director de las galardonadas películas El Pianista y Chinatown siempre ha negado estas acusaciones por hechos prescritos, que no le han impedido trabajar. También niega la difamación.
Desde hace más de 40 años, está considerado como un prófugo en Estados Unidos, donde fue condenado por mantener relaciones sexuales ilegales con Samantha Gailey, una menor de 13 años.
Lewis explicó en el pasado que, con la revelación de su caso, buscaba socavar la defensa del director que aseguraba, según ella, que Gailey era un incidente aislado.
Para Sabine Prokhoris, autora del libro Qui a peur de Roman Polanski? (¿Quién teme a Roman Polanski?) de apoyo al cineasta, este proceso es una manera de querer silenciarlo, porque no puede defenderse en un juicio justo de hechos prescritos.
"Difamar, desacreditar y calumniar forman parte integrante del sistema Polanski y esto es lo que Charlotte Lewis denuncia con gran valentía", declaró por su parte Benjamin Chouai, abogado de la denunciante.
Suiza, Polonia y Francia, donde vive ahora, se han negado a extraditarlo a Estados Unidos.
Pero, en Francia, mantiene un perfil muy bajo desde 2020 cuando la actriz Adèle Haenel abandonó indignada la ceremonia de los premios franceses César, que lo galardonaron con el de mejor director por su film El oficial y el espía.
Este incidente se convirtió en uno de los símbolos de la lucha contra las agresiones sexuales en el cine, que tomó fuerza en los últimos meses con las acusaciones de varias mujeres contra el actor Gérard Depardieu, entre otros cineastas franceses.
FUENTE: AFP